Stop bla, bla, bla
Es preciso advertir del error a quienes prometen cambiar el mundo solo con palabras y viven en la confortable c¨¢rcel de los apriorismos y la ideolog¨ªa
Retos que conectan la alimentaci¨®n saludable con el acceso a la vivienda, problemas derivados de la contaminaci¨®n que provocan los coches en el centro de las grandes ciudades y que se solapan con el aumento de problemas de salud mental entre los j¨®venes en barrios atrapados por la desigualdad y donde aumenta la violencia. Esa es la agenda hoy del cambio urbano. Este discurso sobre las condiciones para una vida mejor en las ciudades del siglo XXI ya est¨¢ consensuado, pero la pol¨ªtica tiene enormes dificultades para revertir una inercia consolidada desde hace d¨¦cadas, ya decadente, una din¨¢mica que parece imposibilitar la reforma de la realidad. Y as¨ª crece la ansiedad progresista.
De eso hablamos con Mariana Mazzucato el viernes por la ma?ana, durante una reuni¨®n con los comisarios que colaboramos en la elaboraci¨®n de un plan estrat¨¦gico para la regi¨®n metropolitana de Barcelona. A distancia se conectan investigadores de su Instituto para Innovaci¨®n y Prop¨®sito P¨²blico en Londres. Queremos comparar experiencias. Entre otros proyectos ellos participan en la Comisi¨®n de Renovaci¨®n de Camden, dise?ando con m¨²ltiples actores unas misiones cuyo objetivo es la reducci¨®n de la desigualdad en ese barrio londinense. Al proyectar algunos de sus slides es f¨¢cil constatar que el diagn¨®stico sobre los desaf¨ªos que se plantean en grandes urbes europeas es com¨²n. La clave es saber aplicar el mejor tratamiento y, por ahora, no se est¨¢ consiguiendo o no tan r¨¢pido como pudo pensarse.
Los dos d¨ªas de la economista en Barcelona han sido intensos. La ma?ana del jueves mantuvo un debate con la viceprimera ministra Teresa Rivera en el Palau Macaya. Por la tarde la Universitat Oberta de Catalunya le conced¨ªa el doctorado honoris causa en un acto presidido por la alcaldesa Ada Colau en el Sal¨® de Cent del Ayuntamiento. Mazzucato tiene una virtud fundamental para un acad¨¦mico que quiera influir en la sociedad: cuando comunica, entusiasma. Como un gur¨² del management ante los directivos de una empresa, esta profesora se dirige a los responsables p¨²blicos y les convence de que hay una alternativa para gobernar de una manera distinta, mejor, y que posibilita una sincronizaci¨®n de la socialdemocracia con sus objetivos cl¨¢sicos, pero tambi¨¦n con los del presente.
En su discurso al recibir el doctorado honor¨ªfico, sin papeles y alternando el ingl¨¦s con el castellano, de repente repiti¨® una expresi¨®n que en su d¨ªa acu?¨® Greta Thunberg para denunciar la inacci¨®n de los hombres de poder a la hora de enfrentarse de veras a la urgencia de la crisis clim¨¢tica: ¡°stop bla, bla, bla¡±. Mazzucato no interpela a quienes niegan la urgencia medioambiental o no priorizan el combate contra la desigualdad, sino que advierte del error a quienes prometen cambiar el mundo solo con palabras y que viven en la confortable c¨¢rcel de los apriorismos y la ideolog¨ªa. Frente a su par¨¢lisis, misiones catalizadoras. Son factibles si el Estado se repiensa para emprender y, a la vez, lidera la colaboraci¨®n p¨²blico/privada con el objetivo que el bienestar sea el eje de la sociedad. Pocos ejemplos tan claros de esas misiones como la vacuna contra la Covid. Estados, cient¨ªficos y laboratorios cooperando durante meses para hallar la vacuna y, al final, gracias al trabajo y a los incentivos, el sistema p¨²blico de salud certifica la pauta completa en nuestro m¨®vil y un pa¨ªs puede convivir con el virus.
Mientras la tarde del jueves Mazzucato recibe el honoris causa y entusiasma hablando de misiones y valor p¨²blico, carencias estructurales de la pol¨ªtica espa?ola se desnudan en el Congreso de los Diputados. El viernes por la ma?ana mencionamos en la reuni¨®n los Fondos Next Generation como una oportunidad para que el Estado emprenda en funci¨®n de esa agenda del cambio, pero no puedo olvidar el comentario de Oriol Bartomeus sobre el debate de validaci¨®n del real decreto ley. ¡°La votaci¨®n de la reforma laboral es pol¨ªtica contempor¨¢nea en estado puro: t¨¢ctica, autorreferencial y electoc¨¦ntrica¡±. As¨ª tampoco hay posibilidad de reformar la realidad. Y as¨ª se reproduce la ansiedad democr¨¢tica.
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