?Qu¨¦ puede retrasar la transici¨®n verde?
Es muy importante no penalizar la financiaci¨®n de actividades que, aunque desde el punto de vista sectorial sean ¡°marrones¡±, impliquen un compromiso o un resultado de reducci¨®n de emisiones
Los objetivos medioambientales del Acuerdo de Par¨ªs son ampliamente respaldados. M¨¢s dudas surgen cuando hablamos del proceso de transici¨®n a ese escenario final deseable, es decir, cuando entramos en el detalle de las medidas que hay que tomar y observamos que algunas de ellas generan distorsiones en otros objetivos muy relevantes de pol¨ªtica econ¨®mica. Un ejemplo lo hemos tenido en 2021, con encarecimiento del precio de la electricidad, riesgo de desabastecimiento energ¨¦tico, tensiones inflacionistas, impacto negativo en el crecimiento econ¨®mico, etc¨¦tera. Incluso en el seno del Banco Central Europeo (BCE) se est¨¢ planteando la necesidad de valorar si las presiones inflacionistas derivadas de la transici¨®n verde van a ser permanentes y ello pudiera afectar a la orientaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria.
La demanda de algunos minerales (litio y cobalto) est¨¢ vinculada con la producci¨®n de bater¨ªas de coches el¨¦ctricos y la demanda de cobre, n¨ªquel y manganeso con su uso en otras tecnolog¨ªas bajas en di¨®xido de carbono (CO?). Seg¨²n el Fondo Monetario Internacional (FMI), el consumo de litio y cobalto podr¨ªa multiplicarse por m¨¢s de seis en los pr¨®ximos a?os, el de cobre por dos y el de n¨ªquel por cuatro. Como la oferta de esos productos es muy r¨ªgida a corto y medio plazo, parecen inevitables las subidas de precios. La Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE) considera que, si la subida de precios de los minerales cr¨ªticos de 2021 se mantiene hasta 2030, la inversi¨®n requerida para cumplir los objetivos de implantaci¨®n de energ¨ªas renovables aumentar¨¢ unos 700.000 millones de euros.
Sobre la energ¨ªa, la AIE recordaba recientemente que los pa¨ªses no est¨¢n invirtiendo lo suficiente para cubrir sus necesidades energ¨¦ticas futuras. Si le a?adimos la incertidumbre existente sobre las pol¨ªticas energ¨¦ticas aplicadas y las previsiones de demanda, se est¨¢ generando un elevado riesgo de volatilidad en los mercados de energ¨ªa.
Otro ejemplo de medidas deseables desde un punto de vista medioambiental, pero con posibles consecuencias desfavorables en otros terrenos, es el mercado europeo de CO? (y el futuro mecanismo de ajuste en frontera de CO?). Alguna caracter¨ªstica de este mercado, en particular, un volumen total de derechos de emisi¨®n cada vez menor (y, as¨ª, cumplir los objetivos de sostenibilidad), genera una presi¨®n alcista sobre el precio del CO?, especialmente cuando algunas fuentes de energ¨ªas con mayores emisiones tienen que ser usadas para asegurar el suministro energ¨¦tico. Es decir, la mayor demanda de derechos de emisi¨®n se va a enfrentar a una oferta cada vez menor. Este mayor precio del CO? es un incentivo a la reducci¨®n de emisiones, ya que las tecnolog¨ªas innovadoras verdes resultan m¨¢s rentables, pero tambi¨¦n es uno de los factores que explica el aumento del precio de la electricidad.
Desde un punto de vista financiero, la AIE ha se?alado que para alcanzar los objetivos clim¨¢ticos se requiere aumentar la inversi¨®n anual en proyectos de energ¨ªas limpias en unos cuatro billones de d¨®lares para 2030. Estas necesidades financieras son enormes, pero se pueden conseguir. Esto no significa que algunas actividades o sectores (incluso los metales cr¨ªticos mencionados) no encuentren dificultades para obtener financiaci¨®n por no tener una calificaci¨®n directa como ¡°proyectos verdes¡±. Por esto, es muy importante no penalizar la financiaci¨®n de actividades que, aunque desde el punto de vista sectorial sean ¡°marrones¡±, impliquen un compromiso o un resultado de reducci¨®n de emisiones.
Una vez descritos algunos desaf¨ªos de la transici¨®n verde, ?qu¨¦ alternativas tenemos para conjurar esos peligros? En mi opini¨®n, la m¨¢s clara es la innovaci¨®n tecnol¨®gica. Ante la alternativa de un menor crecimiento econ¨®mico para reducir emisiones de CO?, la innovaci¨®n tecnol¨®gica es la clave para reducir emisiones o mitigar los efectos negativos de dichas emisiones.
The Economist expon¨ªa recientemente que ya est¨¢n muy avanzadas tecnolog¨ªas para luchar contra el cambio clim¨¢tico: geoingenier¨ªa solar, captura y almacenamiento de CO?, bombas de calor, aviones propulsados con hidr¨®geno, agricultura vertical, veleros contenedores, etc. Europa est¨¢ liderando la lucha contra el cambio clim¨¢tico, fij¨¢ndose objetivos muy ambiciosos, pero tambi¨¦n deber¨ªa liderar la investigaci¨®n e innovaci¨®n tecnol¨®gica en este terreno. Si la colaboraci¨®n p¨²blico-privada ha sido fundamental para el desarrollo de vacunas anticovid en un tiempo r¨¦cord, ?por qu¨¦ no hacer lo mismo para el desarrollo de tecnolog¨ªas verdes? El Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia es una gran oportunidad y deber¨ªa priorizarse la inversi¨®n en proyectos innovadores.
Lo que no puede ocurrir es que algunas de estas tecnolog¨ªas sean consideradas controvertidas porque socavan los esfuerzos para reducir las emisiones de CO?. Estas actitudes representan un claro obst¨¢culo a tecnolog¨ªas innovadoras y a una transici¨®n verde m¨¢s suave y, seguramente, m¨¢s exitosa.
Si las medidas para alcanzar los objetivos clim¨¢ticos perjudican objetivos esenciales de pol¨ªtica econ¨®mica, el respaldo ciudadano a la transici¨®n verde disminuir¨¢. Si hay que elegir entre m¨¢s bienestar cierto hoy frente a m¨¢s bienestar (menos cierto) dentro de varios a?os (entre 10 y 30), ?alguien duda de cu¨¢l ser¨ªa la elecci¨®n mayoritaria? Y acabaremos perdiendo todos.
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