Una Europa que protege: interdependencia, resiliencia y relato
Tenemos que definir una UE m¨¢s geopol¨ªtica que sea capaz de conjugar crecimiento, sostenibilidad, pertenencia a la comunidad y el respeto a la diversidad de sus ciudadanos con innovaci¨®n tecnol¨®gica, inclusi¨®n laboral, igualdad entre hombres y mujeres y justicia social
La percepci¨®n de que la geopol¨ªtica ha vuelto para quedarse es un hecho que constatamos en cada movimiento de un tablero internacional que tiene por conformar un nuevo orden global. Entender cu¨¢les son los elementos que definen la geopol¨ªtica del siglo XXI ser¨¢ clave a la hora de saber qu¨¦ puesto ocupa la Uni¨®n Europea en ese nuevo orden.
Los acad¨¦micos suelen definir la geopol¨ªtica sobre tres nociones: territorio, poder y relato. Sin embargo, hoy, tanto el territorio como el espacio f¨ªsico, el concepto de poder y el relato de una Uni¨®n Europea construida sobre el nie wieder de dos guerras mundiales no responden del todo a estos elementos como claves de las relaciones internacionales.
El territorio hoy es mucho m¨¢s que un espacio geogr¨¢fico. Los grandes retos de este siglo son globales y no entienden de fronteras en un mundo interconectado. Un ejemplo de ello ha sido la pandemia, o lo es el cambio clim¨¢tico; al igual que antes lo fue la crisis de Lehman Brothers cuando la quiebra de un banco en Estados Unidos casi se lleva por delante las econom¨ªas de media Europa.
En un mundo hipervinculado como el actual, la idea de territorio es tambi¨¦n una suma de intereses y de valores en un espacio que no est¨¢ definido ¨²nicamente por los l¨ªmites geogr¨¢ficos de un pa¨ªs. Los r¨ªos, los montes, los mares en la actualidad delimitan mapas, pero poco m¨¢s. La realidad territorial de los pa¨ªses es mucho m¨¢s difusa y se encuentra ligada a la interdependencia de estos. Se trata de la gesti¨®n de la interdependencia entre pa¨ªses m¨¢s que la del territorio nacional.
En estos tiempos en los que intentan triunfar las respuestas tan de regreso al territorio, a la frontera, al muro, a la repatriaci¨®n de competencias, es necesario reivindicar que lo que verdaderamente protege son las instituciones supranacionales: en Europa, la Uni¨®n Europea; en el mundo, los organismos multilaterales.
La pandemia no puede servir de excusa para normalizar ideas reduccionistas de los populismos. Frente a esa m¨¢quina de humo que es el populismo y que propugna el retorno a la respuesta puramente nacional, el futuro de la UE depender¨¢ en gran medida de nuestra capacidad de reivindicar las ideas de progreso interdependiente. Lo que realmente va a proteger al ciudadano espa?ol, franc¨¦s o alem¨¢n, en un mundo cada vez m¨¢s complejo que cambia cada vez m¨¢s r¨¢pido, es una Uni¨®n Europea cada vez m¨¢s unida y cada vez m¨¢s europea. Es ah¨ª donde est¨¢ la respuesta. As¨ª se ha demostrado durante la pandemia, tanto en lo sanitario como en lo econ¨®mico. Y as¨ª se est¨¢ demostrando tambi¨¦n en la respuesta al belicismo ruso. Debemos construir nuestro futuro desde la corresponsabilidad. Ninguno de los retos conjuntos que tenemos podr¨¢n responderse eficazmente desde otro punto.
Si el poder en el siglo XX giraba en torno a la defensa, a los ej¨¦rcitos, a lo militar, el poder es hoy un concepto que se aleja de su definici¨®n m¨¢s cl¨¢sica y va hacia formas m¨¢s difusas, m¨¢s compuestas, m¨¢s complejas. Hoy se puede ganar una guerra sin disparar una bala: con un silencioso ataque cibern¨¦tico, con un virus maligno, con la manipulaci¨®n de la ciudadan¨ªa a trav¨¦s de las redes sociales. El poder hoy no es solamente la expresi¨®n de un Estado: es tambi¨¦n la empresa, los oligopolios, los grupos criminales. Y no nos podemos tampoco olvidar, cuando hablamos de poder, de opiniones p¨²blicas, de la generaci¨®n de informaciones y desinformaciones.
Durante la pandemia el poder ha sido la capacidad de innovaci¨®n. El poder de la ciencia. El poder de la capacidad del individuo de inventar. Es mucho m¨¢s que un ej¨¦rcito. Hoy el poder es una vacuna.
Por eso, m¨¢s que hablar de poder deber¨ªamos hablar de resiliencia. Se trata de un poder m¨¢s tridimensional, no ¨²nicamente militar: es tambi¨¦n fortaleza tecnol¨®gica y cient¨ªfica, es capacidad normativa y es tambi¨¦n el poder de convicci¨®n de sociedades abiertas y plurales.
Esta es la base de la ¡°autonom¨ªa estrat¨¦gica¡± que discutimos en la Uni¨®n Europea, y que viene a ser la capacidad de resiliencia de Europa en un mundo cada vez m¨¢s dominado por relaciones de poder. Por supuesto que Europa debe avanzar en una mayor uni¨®n en cuestiones de seguridad y defensa, como lo est¨¢ impulsando el alto representante Josep Borrell sobre la base de una industria de defensa a escala europea y la movilizaci¨®n de capacidades militares conjuntas.
Pero, adem¨¢s, Europa necesita invertir en capacidades tecnol¨®gicas y en su regulaci¨®n. La primera revoluci¨®n tecnol¨®gica basada en la digitalizaci¨®n y el establecimiento de redes globales de intercambio de informaci¨®n fue liderada por Estados Unidos. La segunda, actualmente en desarrollo y basada en la inteligencia artificial, las redes 5G, el internet de las cosas y la tecnolog¨ªa cu¨¢ntica, se desarrolla en medio de una competici¨®n entre Estados Unidos y China. Europa no puede quedarse fuera de esta carrera si quiere tener algo que decir sobre su futuro.
Europa debe impulsar una mayor internacionalizaci¨®n del euro, una transici¨®n energ¨¦tica inteligente y ejercer sin complejos su liderazgo en el comercio internacional, aprobando un nuevo instrumento de defensa frente a la coerci¨®n econ¨®mica, pero tambi¨¦n firmando los acuerdos comerciales pendientes con el Mercosur, M¨¦xico y Chile. Al fin y al cabo, la resiliencia europea solo se puede construir sobre la base de alianzas como la que representan Am¨¦rica Latina o ?frica.
Es esta versi¨®n de la geopol¨ªtica la que tenemos que impulsar desde cada una de nuestras capitales, construyendo ese nuevo poder europeo, tecnol¨®gico, monetario, normativo, comercial, energ¨¦tico am¨¦n tambi¨¦n de la seguridad y la defensa.
Finalmente, la geopol¨ªtica es tambi¨¦n ese intangible que son las emociones, la ¨¦pica, la capacidad de movilizar a un pueblo detr¨¢s de una idea o un ideal.
Ese es el gran reto de Europa: el de conseguir transformar un relato anclado en el pasado en uno de futuro. La ¨¦pica del pasado, la de la reconciliaci¨®n franco-alemana tras la Segunda Guerra Mundial, moviliza mucho menos a la ciudadan¨ªa del siglo XXI. Al europeo hoy lo que le preocupa es el lugar que va a tener en el mundo del futuro pospandemia.
Como indican los ¨²ltimos Eurobar¨®metros, la pandemia ha reforzado el apoyo a un modelo social y de empleo que proteja a los europeos. Los ciudadanos quieren la Europa social; casi la mitad de los consultados creen que la UE deber¨ªa tener un papel activo en asegurar la igualdad de oportunidades, el acceso al mercado laboral con condiciones que garanticen una vida digna, as¨ª como una sanidad de calidad. Ese es el relato que debemos construir: el de una Europa que protege.
Frente al territorio, la interdependencia; frente al poder, la resiliencia, y frente al pasado como motor, la narrativa de futuro. Estos son los t¨¦rminos que tenemos que definir para hacer una Uni¨®n Europea m¨¢s geopol¨ªtica que sea capaz de conjugar crecimiento y sostenibilidad, la pertenencia a la comunidad y el respeto a la diversidad de los ciudadanos que la componen, que sepa reconciliar innovaci¨®n tecnol¨®gica con inclusi¨®n laboral. Y siempre con una apuesta decidida por la igualdad entre hombres y mujeres y la justicia social.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.