Cin¨¦fila
Me acuerdo de ¡®El tercer hombre¡¯, donde Harry Lime, adulterador de medicamentos, huye por las cloacas de Viena. Tambi¨¦n de otra pel¨ªcula en la que aparec¨ªa una decapitada cabeza de caballo
No s¨¦ si la guerra intestina del PP debe desencajarme las mand¨ªbulas en salvaje carcajada o es mejor asumir un tono funeral. El adjetivo ¡°intestino¡± frente a ¡°interno¡± no es pedante, sino descriptivo, y el registro grotesco expresa el estado de ¨¢nimo de personas que queremos re¨ªr, pero sentimos asco. Datos y cifras han sido esgrimidos por diputadas competentes como M¨®nica Garc¨ªa, que denunci¨® c¨®mo se desnudaba un santo para vestir a otro y los tejemanejes con las contratas del Zendal. La acusaron de tener compinches que saboteaban el hospitalito. La normalizaci¨®n de estas miserias, incluida la impunidad de la mentira y la confusi¨®n sem¨¢ntica entre ¡°ser comisionista¡± y ¡°hacer gestiones¡±, repercute en la precarizaci¨®n de la sanidad p¨²blica y en un modo de entender la convivencia que confunde alegr¨ªa de vivir con insolidaridad y sinvergonzoner¨ªa.
Durante la pandemia, Isabel D¨ªaz Ayuso se vendi¨® a s¨ª misma compitiendo con Pedro S¨¢nchez. Su jefe tiene motivos para cabrearse. Frente a la supuesta impasibilidad de un Gobierno socialcomunista, ella y su equipo trabajaban, es decir, no legislaban, sino que hac¨ªan negocios; en la jerga del neoliberalismo, trabajar es hacer negocios. Tambi¨¦n en pol¨ªtica y en el ¨¢mbito p¨²blico. Negocietes con respiradores y mascarillas en tiempos pest¨ªferos. Y, presuntamente, la familia ¡ªlo m¨¢s importante para la presidenta¡ª se coloca en el centro de los chanchullos. Mientras el Gobierno central trabajaba para superar pandemias, cat¨¢strofes naturales, desamparo econ¨®mico y social, una oposici¨®n nada patri¨®tica pagaba detectives, no denunciaba supuestos actos delictivos, iba a misas franquistas ¡ªpor equivocaci¨®n¡ª y enarbolaba como ¨²nico argumento para no arrimar el hombro el pacto con Bildu. Me acuerdo de El tercer hombre: Harry Lime, adulterador de medicamentos, huye corriendo por las cloacas de Viena. Tambi¨¦n me acuerdo de otra pel¨ªcula en la que aparec¨ªa una decapitada cabeza de caballo. Soy muy cin¨¦fila.
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