Gasolina, aceite y caviar

Durante la pandemia acaparamos papel higi¨¦nico y ahora en plena guerra le toca al aceite de girasol: algunos supermercados est¨¢n limitando el n¨²mero de botellas que nos podemos llevar y ya hemos visto en las redes fotos de estantes vac¨ªos. La raz¨®n: una cuarta parte de las importaciones de Espa?a de este producto vienen de Ucrania, y ...

Durante la pandemia acaparamos papel higi¨¦nico y ahora en plena guerra le toca al aceite de girasol: algunos supermercados est¨¢n limitando el n¨²mero de botellas que nos podemos llevar y ya hemos visto en las redes fotos de estantes vac¨ªos. La raz¨®n: una cuarta parte de las importaciones de Espa?a de este producto vienen de Ucrania, y la invasi¨®n rusa ha hecho que los precios suban y puedan subir a¨²n m¨¢s. Como ocurri¨® con el papel, muchos se lo han tomado con humor: ¡°Camarero, traiga una docena de ostras y ponga a enfriar una botella de aceite de girasol¡±, tuitea @pascuonfire.

No es lo ¨²nico que est¨¢ subiendo de precio: la electricidad y el combustible est¨¢n cada vez peor. Ante la foto de un coche bocabajo en una estaci¨®n de servicio, @Tirodegraciah dice: ¡°Un coche se desmaya al ver el precio de la gasolina¡±. La actriz Ana Mil¨¢n tuitea un di¨¢logo en el que el empleado pregunta al conductor qu¨¦ carburante le pone: ¡°No, no, nada. S¨®lo estoy mirando¡±. Su mensaje lleva m¨¢s de 13.000 retuits en tres d¨ªas, pero no es la primera en hacer el mismo chiste: como le recuerdan en las respuestas, @cracacraca lo tuite¨® en febrero y ?lex Herrera en marzo¡­ pero de 2015.

En el Congreso, Pedro S¨¢nchez le ech¨® la culpa a Vlad¨ªmir Putin, y aunque todo nos ir¨ªa much¨ªsimo mejor sin este dictadorzuelo, lo cierto es que las subidas ya vienen de antes. Y el consejo de Josep Borrell, bajar la calefacci¨®n, sonaba a reprimenda de padre, como ironizaba El Mundo Today: ¡°Me estaba duchando y Josep Borrell empez¨® a golpear la puerta del ba?o amenazando con apagarme el agua caliente¡±.

?Se podr¨ªa hacer algo m¨¢s, aparte de ducharnos con agua fr¨ªa? A lo mejor unas cuantas fotos: hace unos d¨ªas se publicaron las de Emmanuel Macron despu¨¦s de sus conversaciones con Putin. El presidente franc¨¦s posaba con tanta intensidad que parec¨ªa una parodia de Zoolander. Ha habido acusaciones de escenificaci¨®n, pero la fot¨®grafa oficial del El¨ªseo, Soazig de La Moissonni¨¨re, las ha desmentido. Lo que no ha podido evitar que se hayan convertido en material para memes. Algunos han logrado unir varios temas de la semana en el mismo tuit: ¡°Macron despu¨¦s de ver la factura de la luz¡±.

No es la primera vez que las fotos intensas de un pol¨ªtico se ridiculizan en Twitter. Pas¨® con las primeras de Pedro S¨¢nchez en el Falcon, que su equipo quer¨ªa vender como las de un nuevo John F. Kennedy. O hace poco con el mismo S¨¢nchez al tel¨¦fono, en mangas de camisa y hablando con otros l¨ªderes europeos sobre la invasi¨®n de Ucrania. O con el posado de Isabel D¨ªaz Ayuso durante la pandemia. Las de Macron tambi¨¦n se han comparado con una imagen de Pablo Casado con los pu?os cerrados y cara de mucho disgusto frente al espejo de un lavabo, tambi¨¦n tomada en lo peor de la pandemia. Por si a alguien ya no le suena el nombre, Pablo Casado fue nombrado presidente del Partido Popular en 2018 y a¨²n le quedan algunas semanas en el cargo.

?Y estas gracietas sirven para algo, aparte de para pasar el rato? Desde luego, los chistes en Twitter no van a bajar el precio de la gasolina ni terminar¨¢n con las matanzas en Ucrania. Miguel Mihura, genio de la literatura de humor y enemigo de la s¨¢tira, escribi¨® que el humor es un capricho, ¡°una pluma de perdiz que se pone uno en el sombrero¡±. Pero tambi¨¦n dec¨ªa que sirve para ¡°verle la trampa a todo¡±, y esta semana nos ha servido para verle la trampa a muchas cosas. Entre otras, para se?alar el problema real que suponen los altos precios de la energ¨ªa y para ridiculizar el postureo de algunos pol¨ªticos. Aparte, claro, de ayudarnos a gestionar miedos y preocupaciones reales. Quiz¨¢s no sea mucho, con la que est¨¢ cayendo, pero no est¨¢ mal.