John Elliott: Espa?a no es diferente
El hispanista combat¨ªa la visi¨®n determinista de la historia y le preocupaba la manipulaci¨®n del pasado que realizaba el nacionalismo
¡°He pasado la vida intentando desmitificar y eliminar la idea del excepcionalismo espa?ol¡±, dec¨ªa John H. Elliott, que ha muerto en Oxford a punto de cumplir los 92 a?os. Elliott fue un historiador decisivo, que ilumin¨® muchos aspectos del mundo hispano: la tensi¨®n entre unidad y diversidad, la relaci¨®n entre Espa?a y Am¨¦rica, la decadencia y los intentos de reforma. Particip¨® en los debates de su disciplina, deshizo t¨®picos, situ¨® la Espa?a del XVII en u...
¡°He pasado la vida intentando desmitificar y eliminar la idea del excepcionalismo espa?ol¡±, dec¨ªa John H. Elliott, que ha muerto en Oxford a punto de cumplir los 92 a?os. Elliott fue un historiador decisivo, que ilumin¨® muchos aspectos del mundo hispano: la tensi¨®n entre unidad y diversidad, la relaci¨®n entre Espa?a y Am¨¦rica, la decadencia y los intentos de reforma. Particip¨® en los debates de su disciplina, deshizo t¨®picos, situ¨® la Espa?a del XVII en un contexto global. Escribi¨® obras de referencia como La Espa?a imperial, La rebeli¨®n de los catalanes o su mod¨¦lica biograf¨ªa del conde duque de Olivares. Ampliaba su disciplina: traz¨® monumentales historias comparadas de los imperios ingl¨¦s y espa?ol, de Escocia y Catalu?a. Ese impulso formaba parte ¡°de la idea de destruir el provincianismo que todos tenemos con respecto a nuestras propias historias¡±. Descubrir el Museo del Prado fue uno de los acontecimientos de su vida: cre¨ªa que el arte ayudaba a entender una sociedad. La Espa?a que visit¨® por primera vez en 1950 ¡°era un pa¨ªs muy diferente: miserable, con much¨ªsima pobreza¡±. Recordaba a los ni?os mendigos y dec¨ªa que le hab¨ªa impresionado ¡°la dignidad de los espa?oles en un momento en el que el ambiente pol¨ªtico era sofocante¡±. Pensaba que quiz¨¢ no fuese casual que un ingl¨¦s de la ¨¦poca posimperial decidiera estudiar la Espa?a poshegem¨®nica. Admiraba la Transici¨®n y la apertura del pa¨ªs en la democracia. Fue un maestro de historiadores: de Geoffrey Parker, de Richard Kagan, de Cayetana ?lvarez de Toledo. Era riguroso, claro, mesurado, con un af¨¢n de ecuanimidad y exactitud, y un temperamento liberal. Combat¨ªa la visi¨®n determinista de la historia y le preocupaba la manipulaci¨®n del pasado que realizaba el nacionalismo. Parte de la tarea del historiador era desmontar los mitos; otra parte, saber c¨®mo se constru¨ªan. ¡°Los historiadores tenemos que mostrar la complejidad de cualquier momento hist¨®rico importante: probar que hab¨ªa varias opciones abiertas, que hay que entender por qu¨¦ se escogi¨® una y no otra, comprender el papel de los individuos, de la cultura pol¨ªtica del momento¡±, me dijo en una entrevista. ¡°No vas a saber nunca la verdad total sobre ning¨²n tema, pero si puedes hacer una reconstrucci¨®n plausible en cuanto a su aproximaci¨®n a la verdad, y aceptable para tu propia generaci¨®n, que tendr¨¢ intereses distintos de otras generaciones, est¨¢s consiguiendo algo.¡± @gascondaniel