?Zelenski, el nuevo Mois¨¦s b¨ªblico?
El presidente de Ucrania es hoy quiz¨¢s el pol¨ªtico m¨¢s amado y admirado por el coraje que est¨¢ demostrando para salvar a su pueblo de la esclavitud a la que intenta condenarle Putin
El joven jud¨ªo Volod¨ªmir Zelenski debe conocer las epopeyas de la Biblia. En ella sobresalen dos personajes, el hebreo Mois¨¦s, que salva a su pueblo de la esclavitud egipcia, y el pastor David, que con una honda mata al gigante Goliat. Dos personajes con los que de alguna forma se identifica. Son dos mitos antiguos que han alcanzado a lo largo de los siglos significados que han dejado huella en la Historia.
El presidente de Ucrania es hoy quiz¨¢s el pol¨ªtico m¨¢s conocido en el mundo y a la vez el m¨¢s amado y admirado por el coraje que est¨¢ demostrando para salvar a su pueblo de la esclavitud a la que intenta condenarle el s¨¢trapa ruso Putin.
Es dif¨ªcil que haya hoy en el mundo un pol¨ªtico capaz de ser no s¨®lo admirado sino tambi¨¦n amado, dado el desprestigio en que han ca¨ªdo los pol¨ªticos cl¨¢sicos que aparecen m¨¢s centrados en sus propios intereses que en resolver los dramas que viven sus pueblos. De ah¨ª el asombro de ver al hasta ayer desconocido Presidente Zelenski ser no s¨®lo exaltado y amado por la gente m¨¢s simple, sino hasta por los pol¨ªticos m¨¢s poderosos del mundo. Basta recordar, d¨ªas atr¨¢s, las im¨¢genes del Congreso de los Estados Unidos, hoy a¨²n el pa¨ªs m¨¢s poderosos del globo, aplaudiendo de pie al joven l¨ªder de un pa¨ªs de la periferia del mundo. Ese gesto de aplaudirle de pie antes y despu¨¦s de hablar fue repetido por los integrantes del Parlamento alem¨¢n, el pa¨ªs m¨¢s poderoso de la Uni¨®n Europea.
Y es que Zelenski ha revelado un lenguaje y unos gestos a los que la vieja pol¨ªtica desgastada del mundo nos hab¨ªa desacostumbrado. El peque?o David y el nuevo Mois¨¦s no habla de violencia, ni pronuncia palabras hueras y manidas, sin alma, sino que evoca las utop¨ªas libertadoras y los sue?os, que todos llevamos dentro, de esperanza y resurrecci¨®n. A los congresistas estadounidenses les record¨® la figura prof¨¦tica de Martin Luther King y su famosa frase de ¡°tuve un sue?o¡±, el sue?o de la reconciliaci¨®n entre negros y blancos, el de la igualdad y la concordia.
Que en medio a la guerra que siembra de cad¨¢veres su pa¨ªs, Zelenski haya querido evocar los sue?os de los profetas y libertadores de la Historia en vez de pronunciar palabras de odio o de venganza, ha hecho posible que millones de personas vean a ese pol¨ªtico bajo el prisma de la liberaci¨®n de la esclavitud y de la armon¨ªa de los pueblos.
Con los congresistas alemanes, el peque?o David de Ucrania les habl¨® sereno pero severo. Les espet¨® que ellos, que hab¨ªan sido capaces de derribar el fat¨ªdico Muro de Berl¨ªn, deber¨ªan ahora luchar para evitar que nuevos muros de odio intenten dividir a Europa. Y les pidi¨®, sin gritar, casi como una s¨²plica: ¡°derrumbad este nuevo muro¡±. Y los alemanes, poco llevados a emociones f¨¢ciles, le aplaudieron de pie.
Zelenski, que lleg¨® a la pol¨ªtica desde los palcos de la comedia de humor, un desconocido actor, se est¨¢ revelando una esperanza mundial no s¨®lo frente a una guerra a la que, en vez de huir, se ha enfrentado sin miedo junto a su familia. Es uno de esos h¨¦roes que como escribi¨® mi colega Berna Gonz¨¢lez en su columna de este diario, tienen formas de ¡°ganar la guerra perdi¨¦ndola¡±. Se pregunta Berna qui¨¦n ganar¨¢ esta guerra y responde, creo que prof¨¦ticamente, que ¡°en cuesti¨®n de corazones, Zelenski ha ganado aunque muera, y Putin ha perdido aunque venza¡±. Y un editorial de EL PA?S publicado d¨ªas atr¨¢s se ha afirmado que cualquier proceso de paz en Ucrania ¡°debe tener al joven Presidente ucranio como protagonista capaz de descifrar el equilibrio entre la resistencia de los ucranios y las condiciones de un acuerdo de alto al fuego¡±.
La nueva guerra que tiene en alarma al mundo ya no puede prescindir del peque?o David de la pol¨ªtica, que debe enfrentarse con el gigante ruso, que como Goliat alimenta el mito de ser capaz con sus manos y su fuerza f¨ªsica de enfrentar a las fieras. El lenguaje de sangre y desprecio del d¨¦spota ruso, cuya ¨²ltima perla ha sido que a sus opositores ¡°hay que escupirlos como a las moscas que entran en la boca¡±, contrasta con las palabras libertadoras del peque?o David b¨ªblico, que con una simple honda y una china acab¨® con el poderoso gigante Goliat que se mofaba de ¨¦l.
Nadie hoy con un m¨ªnimo de sensatez es capaz de profetizar c¨®mo acabar¨¢ esta guerra insensata de un pa¨ªs que, por las buenas, decide invadir a otro y apoderarse de ¨¦l. Como nadie es capaz de imaginar cu¨¢l podr¨¢ ser el final del nuevo pol¨ªtico ucranio. Es posible que muera o lo eliminen antes de acabar la guerra, como el Mois¨¦s b¨ªblico muri¨® antes de ver a su pueblo liberado de la esclavitud llegar a la Tierra Prometida de Can¨¢ de Galilea, pero que a pesar de ello su leyenda ocupa cuatro de los primeros libros de la Biblia.
Del nuevo Mois¨¦s Zelenski nos quedar¨¢n sus palabras prof¨¦ticas y el amor por su patria, a la que sigue sin abandonar. Su grito de que la guerra contra su pueblo ¡°es una ofensiva brutal contra nuestro deseo de felicidad, del que no pensamos desistir¡±, lo coloca ya en los anales de los grandes h¨¦roes de la Historia que acabaron sacrificados por defender sus sue?os de esperanza y libertad.
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