Orb¨¢n el Invencible
Dadas las dificultades del contexto electoral, no es sorprendente que el primer ministro ultraconservador haya logrado revalidar su mayor¨ªa. La democracia liberal deber¨¢ esperar en Hungr¨ªa cuatro a?os m¨¢s
Para los defensores de la democracia, los resultados de las elecciones del domingo en Hungr¨ªa pueden parecer decepcionantes, pero en nada deben sorprendernos. Durante los ¨²ltimos 12 a?os, Viktor Orb¨¢n ha creado un r¨¦gimen semiautoritario que limita las opciones de victoria de la oposici¨®n. Durante la campa?a, Fidesz, el partido de Orb¨¢n, no s¨®lo aprovech¨® su enorme superioridad medi¨¢tica ¡ªtanto medios p¨²blicos como privados, propiedad de empresarios cercanos a Orb¨¢n, hicieron un campa?a exclusivamente progubernamental¡ª, sino que tambi¨¦n hizo uso de un n¨²mero inusitado de d¨¢divas. De hecho, en los ¨²ltimos meses, el Gobierno gast¨® m¨¢s de 4.000 millones de euros al introducir una paga extra para pensionistas, una exenci¨®n del IRPF para menores de 25 a?os y progenitores, adem¨¢s de varios aumentos salariales para miembros de las fuerzas policiales, militares y otros funcionarios.
Desde su victoria electoral all¨¢ por 2010, Orb¨¢n ha tenido enfrente una oposici¨®n profundamente dividida, sobre todo por culpa de un sistema electoral que, debido a su alta desproporcionalidad, le ha permitido obtener tres mayor¨ªas constitucionales seguidas con menos del 50% del voto. De ah¨ª que para estas elecciones todas las fuerzas opositoras, excepto la extrema derecha y el partido sat¨ªrico MKKP, decidiesen unirse en una sola coalici¨®n. Este movimiento gener¨® inicialmente grandes expectativas, hasta el punto de poner temporalmente a la oposici¨®n por delante en las encuestas. El Gobierno reaccion¨® inmediatamente lanzando una campa?a de desprestigio contra el nuevo l¨ªder de la oposici¨®n, P¨¦ter M¨¢rki-Zay. Desafortunadamente, tales ataques se vieron favorecidos por tensiones dentro del propio frente opositor, formado por hasta seis partidos de muy diverso origen ideol¨®gico. El propio M¨¢rki-Zay, elegido l¨ªder tras unas primarias, pero con poca experiencia a nivel nacional, tuvo grandes dificultades para coordinar los diversos equipos de campa?a.
La principal estrategia gubernamental para repetir victoria electoral ha sido la de vincular al bloque opositor con Ferenc Gyurcs¨¢ny, antiguo primer ministro socialista y actual presidente de Coalici¨®n Democr¨¢tica. Su mala reputaci¨®n se debe al famoso Discurso de ?zs?d, de 2006, en el que reconoci¨® que hab¨ªa mentido a los ciudadanos sobre el estado de la econom¨ªa y permitido la brutalidad policial contra manifestantes y alborotadores. A fin de poner en evidencia esta conexi¨®n, un productor en la ¨®rbita de Fidesz lleg¨® a gastar tres millones de euros en una pel¨ªcula que, contando entre otros con el camar¨®grafo de Pedro Almod¨®var en Entre tinieblas, Josep M. Civit, documentaba los ¡°cr¨ªmenes¡± de Gyurcs¨¢ny. Es m¨¢s, y a pesar de ser un antiguo votante de Orb¨¢n, los carteles de Fidesz han continuado presentando a M¨¢rki-Zay como un simple pe¨®n del ex primer ministro.
Otro gran tema de campa?a utilizado para desacreditar a la oposici¨®n ha sido el de la ¡°protecci¨®n infantil¡±. As¨ª, el Gobierno plante¨® un refer¨¦ndum sobre la ense?anza de tem¨¢tica homosexual que ten¨ªa como principal prop¨®sito el vincular a la oposici¨®n con el ¡°lobby LGTBQ+¡±. De hecho, durante la campa?a Orb¨¢n no dej¨® de asociar liberalismo con homosexualidad y pedofilia.
La invasi¨®n rusa ensombreci¨® todos estos asuntos, poniendo a Orb¨¢n en un brete ¡ªdados sus v¨ªnculos ideol¨®gicos y econ¨®micos con Putin¡ª a tan s¨®lo un mes de las elecciones. Pero, contra todo pron¨®stico, Orb¨¢n se las arregl¨® para revertir la situaci¨®n a su favor al pintar a M¨¢rki-Zay como un pol¨ªtico imprudente capaz de arrastrar Hungr¨ªa a la guerra enviando soldados y armas a Ucrania, as¨ª como de aumentar los precios de los servicios p¨²blicos al apoyar las sanciones a la exportaci¨®n del gas ruso.
Por todas estas razones, y dadas las dificultades del contexto electoral, no es sorprendente que Orb¨¢n haya conseguido revalidar su mayor¨ªa constitucional. La democracia liberal en Hungr¨ªa tendr¨¢ que esperar cuatro a?os m¨¢s.
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