Maderoterapeuta
Desenterrar huesos de personas asesinadas, catalogarlos, mostrarles el respeto que merecen no es lo mismo que convocar un concurso p¨²blico para desatascar un pozo
Este neologismo no alude a psicoterapeutas de la polic¨ªa nacional cuyos miembros ya no lucen el uniforme marroncito que les dio nombre. Madero era uno de esos apelativos callejeros y pandilleros que le gustan a la presidenta de Madrid: seg¨²n ella, as¨ª deben ser los partidos; su deseo es coherente con la ideolog¨ªa de las maras ¡ªhonor, mafieta, corruptibilidad, navajeo¡ª y con esa reivindicaci¨®n del nacionalismo capitalino que ahora muta en apolog¨ªa de una kale borroka redecorada con polo Lacoste. Ayuso no se acuerda de los pandilleros y callejeros Guerrilleros de Cristo Rey. Su implante coclear ¡ªMiguel ?ngel Rodr¨ªguez¡ª no sabemos si ser¨¢ pandillero y callejero, pero macarra s¨ª: empuja a las periodistas. Qu¨¦ t¨ªo. C¨®mo marca el territorio.
El t¨¦rmino maderoterapeuta viene de la maderoterapia que, seg¨²n la web de las cl¨ªnicas Minerva Alonso, consiste en ¡°masajes para tonificar el cuerpo, minimizar la retenci¨®n de l¨ªquidos, tratar la grasa localizada¡¡±. El escritor Isaac Rosa me mand¨® fotos de un artefacto que confund¨ª con una brocheta de cordero y en realidad era un rodillo maderoterap¨¦utico. No una porra para abrir la cabeza a delincuentes, sino un instrumento de drenaje. Relajante y milenario. Pese al milenarismo, se nos escap¨®: ¡°Lo que no inventen¡¡±. A partir de ah¨ª, Rosa present¨® un muestrario de hallazgos del capitalismo que entrar¨ªan en el caj¨®n del emprendimiento, avalar¨ªan el dicho de que la realidad siempre supera la ficci¨®n y nos permitir¨ªan calibrar el peso de una imaginaci¨®n capitalista que nuestras suaves ocurrencias izquierdistas nunca podr¨¢n contrarrestar. Es el caso de Homeless Hotspots, empresa que quiso utilizar a las personas sin techo como puntos de acceso a internet a cambio de limosna. En las camisetas de los participantes en este ¡°experimento caritativo¡± se le¨ªa: I¡¯M [FIRST NAME], A 4G HOTSPOT SMS HH [FIRST NAME] TO 25827 FOR ACCESS. Se recomendaba donar 2 d¨®lares por 15 minutos de conexi¨®n. El colmo de la desverg¨¹enza me llega con una noticia aparecida en El Salto del Pa¨ªs Valenci¨¤: ¡°Una sociedad mercantil carente de experiencia directa en materia de memoria hist¨®rica, y uno de cuyos socios hace apolog¨ªa de extrema derecha en las redes sociales, ha resultado beneficiaria de un concurso p¨²blico de la Generalitat Valenciana para exhumar v¨ªctimas de la Guerra Civil por ¡®haber presentado la mejor propuesta calidad-precio¡¯¡±. Mercantilizaci¨®n y l¨®gica de la rentabilidad contaminan incluso a un Gobierno de izquierdas. Se pone en peligro la dignidad de las v¨ªctimas de la guerra, del sistema, de la pobreza. Desenterrar huesos de personas asesinadas, catalogarlos, mostrarles el respeto que merecen no es lo mismo que convocar un concurso p¨²blico para desatascar un pozo. Convertir a la gente sin techo en un poste de telecomunicaciones tampoco parece muy humano. Que la salud y la educaci¨®n no sean gratuitas e iguales para todo el mundo tambi¨¦n es inmoral. Pero todo llegar¨¢ en las ciudades del ¡°socialismo free¡± con su desmantelada atenci¨®n primaria, sus franquicias cuquis, sus desenterradores por horas, sus maderoterapeutas, sus carniceros liposuccionadores, sus puestecillos astrol¨®gicos, sus lib¨¦rrimas casas de apuestas, su seguridad privada, sus gallinejas envasadas al vac¨ªo, sus eco-colmados a 5 euros el kilo de garbanzo pedrosillano a granel, sus sucursales bancarias sin personal y sus Homeless Hotspots.
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