La globalizaci¨®n tambi¨¦n era esto

Existen razones de inter¨¦s y razones del coraz¨®n en las posiciones de neutralidad frente a la invasi¨®n de Ucrania. Entre las primeras, esgrimidas por los pa¨ªses que se abstuvieron en la Asamblea General de la ONU, la mayor¨ªa africanos y asi¨¢ticos, destacan las prioridades geopol¨ªticas y los v¨ªnculos de dependencia militar con Rusia. Las segundas, com¨²nmente aceptadas por la opini¨®n p¨²blica del sur global, expresan la indolencia del ¡°esta no es nuestra guerra¡± y un reproche hacia Occidente en el que se entremezclan agravios hist¨®ricos e inculpaciones raciales (a los ucranios se les acoge por ser blancos, no recibieron el mismo trato los sirios). Apriorismo que pone de manifiesto la dificultad de vislumbrar las conexiones globales del conflicto y, que de paso, permite encubrir la falta de respuesta a la crisis humanitaria: m¨¢s all¨¢ de la Uni¨®n Europea, Estados Unidos y Canad¨¢, ¨²nicamente Turqu¨ªa ha ofrecido una ayuda significativa a los refugiados ucranios.

Error de c¨¢lculo. Guste o no, la guerra de Vlad¨ªmir Putin es una guerra de todos que, al igual que la pandemia, nos enfrenta al lado oscuro de la globalizaci¨®n. Donde la sacudida inicial de Europa ha generado una reacci¨®n en cadena que reverbera sobre otros continentes: subida del coste de la energ¨ªa y los alimentos, consecuente inflaci¨®n, reducci¨®n del poder adquisitivo de las familias, interrupci¨®n de las cadenas de suministro... Imaginemos, asimismo, la repercusi¨®n en escenarios que carecen del entramado institucional europeo, en territorios mucho m¨¢s pobres, pol¨ªticamente inestables o sencillamente con tensiones transfronterizas de mayor calado. El Banco Mundial, en el informe Reshaping norms: a new way forward, avisa que las econom¨ªas de Asia Meridional comienzan a padecer los primeros efectos del enfrentamiento: la expectativa de crecimiento ha bajado un punto y se prev¨¦ el recrudecimiento de otros males en una regi¨®n que todav¨ªa no se ha recuperado de la pandemia de la covid-19, y que en estos momentos atraviesa una abrasadora ola de calor, con las temperaturas m¨¢s altas desde que existen registros.

En otro orden de cosas, el regreso al hard power tendr¨¢ de igual modo repercusiones inesperadas para la arquitectura de seguridad de China y Corea del Norte. Sus rivales, Jap¨®n y Corea del Sur, se plantean nuevas pol¨ªticas de defensa que incluir¨ªan el abandono de las tesis pacifistas de Tokio, como ha hecho Alemania, y la posibilidad de un rearme nuclear de Se¨²l. A la vista del elevado precio que ha pagado Ucrania por abandonar las armas nucleares en 1994, la disuasi¨®n nuclear pasa a un primer plano y adquiere la dimensi¨®n de necesidad vital.

Los damnificados por la invasi¨®n de Ucrania van mucho m¨¢s all¨¢ de las partes implicadas, y en la medida que el conflicto se prolongue cabe esperar agravamiento de las consecuencias. Para todos: cr¨ªticos, afines y neutrales con Putin.