Catavientos
Se llama aventura a ese desaf¨ªo que te depara el viento y que en este caso es el cabreo de la gente con una papeleta en la mano
En el estrecho de Gibraltar siempre sopla el viento, unas veces de levante, otras veces de poniente; el que viene de levante es c¨¢lido, el que viene de poniente es fresco, as¨ª ser¨¢ un d¨ªa y otro mientras exista el Estrecho. En el golfo de Le¨®n sopla la tramontana, un viento fr¨ªo y turbulento del norte o noreste que se abate con rachas violentas sobre el Ampurd¨¢n y las islas Baleares. El cierzo es un viento seco y fr¨ªo que sopla canalizado por el valle del Ebro cuando coincide una borrasca en el Mediterr¨¢neo con un anticicl¨®n en el Cant¨¢brico. Todos los vientos constantes ejercen mucho poder sobre los cerebros de la gente que habita bajo su jurisdicci¨®n. Causan depresi¨®n, nerviosismo, cierto tipo de locura, pero tambi¨¦n excitan la creatividad y engendran genios universales. En el C¨®digo Penal de algunos pa¨ªses constituye un atenuante si alguien comete un crimen mientras sopla con furia una determinada clase de viento. El viejo marinero que me ense?¨® a navegar me dijo que cuando sintiera que el viento atravesaba mi cuerpo antes de que inflara la vela en ese momento pod¨ªa considerarme un navegante. Se llama tramontana porque llega de m¨¢s all¨¢ de los montes, siroco porque proviene de Siria, gregal porque sopla de Grecia, llebeig o lebeche porque llega de Libia. Son nombres que se corresponden con la isla de Malta, llamada en la Odisea el ombligo del Mediterr¨¢neo, y han llegado a nosotros por los navegantes genoveses y sicilianos. El viento siempre es una ense?anza, que tambi¨¦n se puede aplicar a la pol¨ªtica. Hace unos a?os la c¨®lera de los j¨®venes fue un vendaval que llev¨® a la izquierda al Gobierno. Ahora el viento ha rolado y es la indignaci¨®n de los viejos, la racha que puede devolver a la derecha de nuevo a La Moncloa. Se llama aventura a ese desaf¨ªo que te depara el viento y que en este caso es el cabreo de la gente con una papeleta en la mano.
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