?Qu¨¦ hay en la libretita de Feij¨®o?

Mar¨ªa Dolores de Cospedal pudo haber sido la presidenta del Partido Popular. De haber sido as¨ª, hoy EL PA?S estar¨ªa causando una crisis brutal en el principal partido de la oposici¨®n, cuyo l¨ªder es candidato a presidente del Gobierno, con la publicaci¨®n de los audios sobre la ¡°libretita¡± de B¨¢rcenas. En la calle G¨¦nova ya ni siquiera un cambio de liderazgo, ahora que son tan frecuentes, deja al partido exento del manotazo duro de los fantasmas del pasado. La pregunta es qu¨¦ puede hacer Alberto N¨²?ez Feij¨®o, cu¨¢l es la acci¨®n pol¨ªtica para que la marca deje de estar impregnada con la sombra de las cajas b, los audios de Villarejo, la Kitchen y dem¨¢s hilos de esta tela de ara?a infinita.

Primero, porque el halo de la corrupci¨®n se ha convertido en una picadora dentro del PP, donde todos miran hacia otro lado y nadie se considera nunca responsable de ning¨²n suceso ocurrido. ¡±No estuve, a m¨ª no me compet¨ªa¡±, dicen. Sin embargo, el resultado es que ni la democracia, ni el partido, terminan de obtener nunca ni la paz ni el resarcimiento debidos. No se trata solo de si tuvieron o no responsabilidades penales sus dirigentes pol¨ªticos, algo que se dirime en los juzgados, sino de una profunda y sincera autocr¨ªtica colectiva, de la que se huye en cuanto se puede.

El ejemplo fue la salida de Mariano Rajoy mediante la moci¨®n de censura tras la sentencia del caso G¨¹rtel, saldada con gritos de ¡°Gobierno ileg¨ªtimo¡± desde una parte de la derecha contra el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez. Vino luego Pablo Casado, quien no cay¨® por este caso, pero decidi¨® un d¨ªa dejar de hacer declaraciones sobre otras ¨¦pocas del PP y anunciar la venta de la sede del partido, como medida de limpieza definitiva. Ahora Feij¨®o, m¨¢s all¨¢ de lamentar la situaci¨®n y recordar que ¨¦l no estaba en la direcci¨®n nacional entonces, no se sabe qu¨¦ ofrecer como desquite.

Pero el pasado seguir¨¢ enquistado, por la gravedad que dibujan las diversas aristas de este caso. ?Fue la ex secretaria general del PP activa a la hora de intentar interceptar la ¡°libretita¡±, pese a que no est¨¢ procesada por ello? ?Pudo un Gobierno maniobrar con fondos p¨²blicos para tapar los esc¨¢ndalos de su partido? ?Cambiar¨¢n estas informaciones el signo del juicio del caso Kitchen? ?Por qu¨¦ ning¨²n dirigente pol¨ªtico est¨¢ condenado? A lo sumo, han sido condenados cargos de gesti¨®n como B¨¢rcenas. Ahora est¨¢n procesados el exsecretario de Estado y la c¨²pula de Interior.

Mientras tanto, la actualidad seguir¨¢ dando coletazos de amargura, seguir¨¢n su curso las piezas en los tribunales. Incluso se abri¨® una comisi¨®n de investigaci¨®n en el Congreso. Solo logr¨® dictaminar que Rajoy y Cospedal habr¨ªan conocido el espionaje a B¨¢rcenas, en medio del show de los partidos y la imposibilidad de que los comparecientes declaren si es est¨¢n inmersos en procedimientos judiciales. As¨ª ocurri¨® con Cospedal, que en diciembre se fue de la sede parlamentaria respald¨¢ndose en que ella no hab¨ªa ¡°metido la mano en la caja¡±.

Ese fue el recorrido antes de conocer estas informaciones. La pregunta sigue siendo qu¨¦ tiene Feij¨®o en su libretita a futuro para que el PP rompa de verdad con el pasado. Si es que existe acci¨®n posible para que la pol¨ªtica pueda resarcir a la ciudadan¨ªa y hacer una verdadera catarsis democr¨¢tica.