Efectos sinest¨¦sicos de la guerra en Ucrania

La invasi¨®n de Ucrania ha conectado, por efecto de sinestesia, dos escenarios geopol¨ªticos independientes de las relaciones exteriores norteamericanas: la esfera transatl¨¢ntica y la iniciativa del Indo-Pac¨ªfico. Si en las primeras semanas de la guerra parec¨ªa que la apertura de un frente b¨¦lico en Europa del Este distra¨ªa a Estados Unidos de la competencia con China, la evoluci¨®n del conflicto est¨¢ proporcionando, de manera inesperada, la oportunidad de superar un juego de suma cero que obligue a elegir entre prioridades y optimizar sendas alianzas en una estrategia colectiva m¨¢s amplia. La ocasi¨®n responde a la secuencia de los hechos: Putin agrede Europa del Este, Pek¨ªn consiente t¨¢citamente, y ambos proclaman al mundo una amistad sin fronteras. Si China y Rusia presentaban desaf¨ªos diferenciados y separados para Europa, Estados Unidos y Asia, su alineamiento permitir¨¢ compartir la percepci¨®n de amenaza y buscar sinergias estrat¨¦gicas satisfactorias.

En consecuencia, se abre la posibilidad de entrelazar la alianza euroatl¨¢ntica y la iniciativa del Indo-Pac¨ªfico: compartir recursos, asentar bases de cooperaci¨®n militar y buscar formatos flexibles que impliquen varios marcos. Estos incluyen a la OTAN, el foro cuadril¨¢tero QUAD (EE UU, Australia, India y Jap¨®n), el pacto de defensa AUKUS (EE UU, Australia y Reino Unido), e incluso llegar a formar un Consejo de Asia-Pac¨ªfico para la OTAN. Crear ¡°un enfoque de interescenarios para repartir cargas y desarrollar capacidades¡±, una infraestructura colectiva que aborde conjuntamente los desaf¨ªos, concluye el Centro de Estudios Estrat¨¦gicos e Institucionales (CSIS) de Washington en un informe publicado este mes.

El camino no est¨¢ libre de escollos, si bien cuenta a su favor con la cat¨¢lisis desencadenada por Putin. El primero de ellos, intentar recomponer la cacofon¨ªa estrat¨¦gica de las diversas aspiraciones europeas dentro de la OTAN: autonom¨ªa estrat¨¦gica en el caso de Francia, mayor presencia norteamericana para los pa¨ªses del Este, y garant¨ªas de seguridad de fronteras en los casos de Espa?a, Italia y Grecia. Sin olvidar a Turqu¨ªa, capaz, como se ha visto, de condicionar la toma de decisiones. Por otra parte, y por encima de las demandas nacionales, la UE precisa el fracaso de Putin en Ucrania ¡ªpara lo que necesita el soporte de Washington¡ª sin alienar a Rusia a largo plazo. En este entramado de ejes y alianzas, la posici¨®n que adopte la Uni¨®n Europea hacia China ser¨¢ determinante. Biden, actualmente de gira por Corea del Sur y Jap¨®n, donde ha inaugurado el Marco Econ¨®mico del Indo-Pac¨ªfico para la Prosperidad, un nuevo agrupamiento econ¨®mico que cubre el 40% del PIB mundial, ha retomado la agenda asi¨¢tica. Y esperar¨¢, despu¨¦s de su compromiso con Ucrania, una reconsideraci¨®n de la UE de sus relaciones bilaterales con Pek¨ªn.

Estas cuestiones, entre otras, estar¨¢n presentes en la pr¨®xima cumbre de la OTAN que se celebrar¨¢ en Madrid en junio, de donde surgir¨¢ un nuevo concepto estrat¨¦gico, anticipo de una nueva visi¨®n de las relaciones internacionales que ser¨¢ decisiva para los pr¨®ximos a?os. @evabor3