M¨¦lenchon y la resurrecci¨®n de la izquierda
Parece que la izquierda francesa a¨²n no ha dicho su ¨²ltima palabra. Despu¨¦s de caer derrotada en las presidenciales del pasado abril, esta ha sabido renacer de la mano del l¨ªder de Francia Insumisa
Parece que la izquierda francesa a¨²n no ha dicho su ¨²ltima palabra. Despu¨¦s de caer derrotada en las presidenciales del pasado abril, con especial estr¨¦pito en el caso de los socialistas, en muerte cl¨ªnica tras cosechar el peor resultado de su historia, esta ha sabido renacer de la mano del l¨ªder de Francia Insumisa, Jean-Luc M¨¦lenchon. En 13 d¨ªas y 13 noches de intensas negociaciones, el histri¨®nico M¨¦lenchon ha sido capaz de realizar el sue?o de muchos votantes de izquierdas ¨Dlograr por fin la necesaria uni¨®n de sus representantes en una misma coalici¨®n¨D y la estrategia ha dado sus frutos: la Nueva Uni¨®n Popular Ecologista y Social (NUPES), coalici¨®n que ¨¦l lidera, consigui¨® este domingo empatar en votos con la lista del presidente Macron en la primera vuelta de las elecciones legislativas y, de paso, resucita a la izquierda como alternativa pol¨ªtica.
El dirigente aprovech¨® las campa?as minimalistas de Macron y Marine Le Pen, finalistas de las ¨²ltimas presidenciales, para ocupar el centro de la atenci¨®n medi¨¢tica. Era imposible en las primeras semanas de campa?a encender la televisi¨®n o la radio y no toparse con un representante de NUPES o con el propio M¨¦lenchon, quien no se cans¨® de pedir su derecho a convertirse de facto en primer ministro tras afianzarse como la tercera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs con el 20,3% de los votos en la primera vuelta de las presidenciales. M¨¦lenchon tambi¨¦n consigui¨® instalar la idea de que los comicios de este domingo iban a ser una especie de tercera vuelta, rompiendo con la l¨®gica habitual de que las legislativas son la oportunidad para el campo presidencial de consolidar su mayor¨ªa en el Parlamento, aprovechando el impulso de la victoria. La palabra cohabitaci¨®n, que no se escuchaba desde los a?os de Chirac y Jospin, volvi¨® con fuerza en las discusiones gracias a ¨¦l.
Frente a su creciente cuota de pantalla, la mayor¨ªa presidencial reaccion¨® con una campa?a de demonizaci¨®n. A sabiendas de que M¨¦lenchon, y no Le Pen, era su principal enemigo a batir, Macron prefiri¨® exagerar los peligros de votar a su rival en vez de confrontarlo a trav¨¦s de propuestas. En una entrevista en la prensa regional, por ejemplo, el presidente llam¨® a sus compatriotas a elegir entre ¡°una mayor¨ªa estable y ser¨ªa¡± frente a un proyecto izquierdista ¡°de desorden y sumisi¨®n¡±. Tal fue la acometida que incluso Lib¨¦ration dedic¨® una portada a desmentir las fake news de la macron¨ªa sobre un M¨¦lenchon que, sin embargo, sigue en ascenso, visto lo visto este domingo.
Por su lado, Macron no se mostr¨® muy imaginativo y opt¨® por la misma estrategia que en las precedentes elecciones le hab¨ªa funcionado: no hablar del programa y menos a¨²n de los asuntos m¨¢s urgentes y cuestionados, como su intenci¨®n de retrasar la edad de jubilaci¨®n, las demandas sobre la revalorizaci¨®n de las condiciones de los sanitarios o la lucha contra la inflaci¨®n. De esta forma, se evitaba tener que rendir cuentas sobre las numerosas pol¨¦micas que han empa?ado el principio de mandato de Macron: ya sea la acusaci¨®n de violaci¨®n que pesa sobre el ministro de Solidaridades, Damien Abad, la p¨¦sima gesti¨®n del ministro del Interior en la final de la Champions League en el Stade de France e incluso, m¨¢s recientemente, el paso en falso de la primera ministra, Elisabeth Borne, ¨Dapodada borne out por sus excolegas¨D cuando recomend¨® buscarse un trabajo a una mujer en silla de ruedas sin acceso a ayudas estatales.
El silencio del presidente, que en toda la campa?a solo se desplaz¨® dos veces, y su voluntad de mantener la vaguedad en torno a su proyecto ¨Dse limit¨® a anunciar en los ¨²ltimos d¨ªas la en¨¦sima creaci¨®n de un comit¨¦ de reflexi¨®n, esta vez bautizado como el Consejo Nacional de la Refundaci¨®n¨D contribuy¨®, seg¨²n los analistas, al clima de desafecci¨®n y de desinter¨¦s general por estas elecciones consagradas por la Constituci¨®n francesa como las m¨¢s importantes de la Rep¨²blica. De hecho, la abstenci¨®n marc¨® un nuevo r¨¦cord, alcanzando un 53%.
La clave de la victoria de la izquierda ha sido su capacidad para aunar el creciente ascendiente de M¨¦lenchon con la gran implantaci¨®n territorial de socialistas o comunistas. Todos han salido ganando, por lo tanto, al convertirse la izquierda en la primera fuerza de oposici¨®n, con entre 180 y 210 diputados, seg¨²n una proyecci¨®n de Ifop. Ahora solo quedar¨¢ por ver el alcance de su pujanza electoral en la segunda vuelta y sobre todo, c¨®mo se traduce la uni¨®n de diferentes formaciones que contar¨¢n con grupos propios en la Asamblea Nacional, y si las diferentes sensibilidades respecto a asuntos como la Uni¨®n Europea o la cuesti¨®n de la energ¨ªa nuclear, por ejemplo, son aprovechadas de nuevo por la derecha.
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