Macron sale debilitado de la primera vuelta de las legislativas francesas ante el avance de M¨¦lenchon

La lucha por el poder en Francia en los pr¨®ximos cinco a?os ser¨¢ cosa de dos: el presidente centrista, Emmanuel Macron, y el veterano l¨ªder de la izquierda euroesc¨¦ptica y anticapitalista, Jean-Luc M¨¦lenchon. Las listas de este y de Macron, reelegido presidente en abril, quedaron igualadas en la primera vuelta de las elecciones legislativas del domingo, marcadas por una abstenci¨®n r¨¦cord del 52,49%.

Los macronistas salen debilitados. No obstante, parten como favoritos en la segunda vuelta del pr¨®ximo domingo, para ser el grupo con m¨¢s esca?os en la nueva Asamblea Nacional. Pero han perdido cerca de siete puntos respecto a las legislativas de hace cinco a?os. Y su grupo parlamentario ser¨¢ m¨¢s reducido que el de la legislatura que termina, lo que puede limitar su capacidad de maniobra.

La lista Ensemble (Juntos), de Macron, fue la m¨¢s votada, con un 25,75%, seg¨²n los datos del Ministerio del Interior al fin del escrutinio. A muy poca distancia, poco m¨¢s de 21.000 votos, qued¨® la Nueva Uni¨®n Popular Ecol¨®gica y Social (NUPES), la coalici¨®n izquierdista de M¨¦lenchon, con un 25,66%. En tercera posici¨®n se situ¨® la ultraderecha del Reagrupamiento Nacional (RN), con un 18,68%.

Los macronistas sacar¨ªan, seg¨²n una proyecci¨®n del instituto Ifop en n¨²mero de esca?os, entre 275 y 310 diputados: el umbral de la mayor¨ªa absoluta son 289. Pero los m¨¦lenchonistas, aunque no lograsen ser mayoritarios tras la segunda vuelta y no pudieran as¨ª designar al futuro primer ministro, se convertir¨ªan en la primera fuerza de oposici¨®n, con entre 180 y 210 diputados. Ser¨ªa un logro considerable para la izquierda francesa tras a?os de divisiones y resultados mediocres en las urnas. El RN, seg¨²n el mismo instituto, obtendr¨ªa entre 10 y 25 diputados.

En las legislativas anteriores, en 2017, la candidatura de Macron sac¨®, en la primera vuelta, un 32,3% de los votos. Todos los partidos que ahora integran la candidatura de izquierdas sumaron entonces un 25,5%.

¡°Somos la ¨²nica fuerza en condiciones de obtener una mayor¨ªa en la Asamblea Nacional¡±, dijo la primera ministra y candidata macronista en Normand¨ªa, ?lisabeth Borne, tras conocerse el avance de las urnas. ¡°No podemos correr el riesgo de la inestabilidad¡±, declar¨® ante la pujanza de M¨¦lenchon. ¡°No cederemos ante los extremos¡±.

El aspirante de la izquierda, por su parte, proclam¨® que ¡°el partido presidencial est¨¢ derrotado y deshecho¡±. Y a?adi¨®: ¡°Llamo a nuestro pueblo a desatar una oleada el pr¨®ximo domingo¡±.

El 19 de junio, en la segunda vuelta, se decidir¨¢ c¨®mo se gobierna Francia en los pr¨®ximos a?os y cu¨¢nto poder ostenta Macron para imponer su agenda, que incluye una compleja reforma de las pensiones. Si Macron consigue la mayor¨ªa absoluta en la Asamblea Nacional, tendr¨ªa manos libres, como en los ¨²ltimos cinco a?os, para aplicar su programa. Pero es posible que la mayor¨ªa solo sea relativa: es decir, que aunque los macronistas tengan el grupo con m¨¢s esca?os, no lleguen a los 289, la mitad m¨¢s uno de los 577. Entonces deber¨¢ pactar con otra fuerzas, posiblemente con la derecha moderada.

La tercera posibilidad: que sea M¨¦lenchon quien tenga la mayor¨ªa y que fuerce a Macron a nombrarlo primer ministro. M¨¦lenchon ha basado toda su campa?a en esta ambici¨®n. Francia entrar¨ªa entonces en lo que, en la jerga pol¨ªtica, se conoce como cohabitaci¨®n: un presidente y un primer ministro de signo pol¨ªtico distinto. La ¨²ltima cohabitaci¨®n fue entre 1997 y 2002, cuando el presidente era el conservador Jacques Chirac y el primer ministro, el socialista Lionel Jospin.

Los sondeos, sin embargo, conceden pocas probabilidades a una cohabitaci¨®n. Macron es impopular entre un sector considerable de la poblaci¨®n francesa, y no ha disfrutado de un periodo de gracia tras ser reelegido en abril y nombrar a un Gobierno provisional con la tecn¨®crata de centroizquierda Borne como primera ministra. Pero su rival en la izquierda no se encuentra en una posici¨®n mejor. Un sondeo del Ifop se?ala que el 69% de los franceses no quieren que M¨¦lenchon sea primer ministro.

Las legislativas son, en realidad, 577 elecciones simult¨¢neas en 577 circunscripciones para elegir 577 esca?os. Cada elecci¨®n se celebra a dos vueltas. Se han clasificado para la segunda los dos candidatos m¨¢s votados en cada circunscripci¨®n (tambi¨¦n pod¨ªan clasificarse los que obtuvieran m¨¢s de un 12,5% no de los votantes, sino del total de los inscritos). Los futuros diputados ser¨¢n los vencedores de cada uno de estos duelos.

La ventaja de Macron en la segunda vuelta es la posici¨®n central que ocupa en el tablero pol¨ªtico. Cuando un candidato macronista se enfrenta a otro m¨¦lenchonista, el macronista puede aglutinar todo el voto desde el centro a la derecha, incluso a una parte de la extrema derecha. Y a la inversa. Cuando un macronista se enfrenta a un candidato de la extrema derecha de Le Pen, puede apelar al voto de la extrema izquierda, la izquierda, el centro y la derecha moderada para frenar a la extrema derecha.

El riesgo para Macron es que sean los candidatos de los extremos los que atraigan el voto de protesta y el de los franceses convencidos de que hay que acotar el poder del presidente en los pr¨®ximos cinco a?os.

En 2017, Macron obtuvo en la Asamblea Nacional 348 diputados; la derecha tradicional, 129; las izquierdas, 58 y Le Pen, ocho. Estas legislativas alumbrar¨¢n una C¨¢mara muy distinta. La profunda transformaci¨®n del paisaje pol¨ªtico franc¨¦s, que comenz¨® hace cinco a?os con la primera victoria de Macron, contin¨²a en estas elecciones.

La abstenci¨®n se enquista en Francia

Ya es una rutina: rara es, desde hace unos a?os, la elecci¨®n en la que en Francia no se rompen r¨¦cords de abstencionismo. La abstenci¨®n del 53% en las elecciones del domingo es la mayor en una primera vuelta de las legislativas desde que en 1958 se fund¨® la V Rep¨²blica, el actual sistema constitucional. En la primera vuelta de 2017, la abstenci¨®n ya bati¨® un r¨¦cord, al elevarse al 51,3%. Y hace 10 a?os, hab¨ªa llegado a un nivel m¨¢ximo del 42,8%.

El desinter¨¦s de m¨¢s de la mitad de los votantes se puede explicar por la fatiga electoral, despu¨¦s de las dos vueltas de las presidenciales en abril. Pero la tendencia viene de lejos. En las mismas presidenciales, se registr¨® la mayor abstenci¨®n en unos comicios de este tipo desde 1969: un 28,01%. Algo similar sucedi¨® en las regionales de 2020, cuando un 66% de los votantes evit¨® desplazarse a las urnas: un r¨¦cord no solo en unas regionales, sino en cualquier elecci¨®n, excepto el refer¨¦ndum del a?o 2000 para acortar el mandato presidencial de siete a cinco a?os.

Los abstencionistas suelen ser los m¨¢s j¨®venes y las clases trabajadoras, por lo que perjudica, sobre todo, a la extrema derecha de Marine Le Pen y en menor medida a la izquierda de Jean-Luc M¨¦lenchon. Quienes suelen movilizarse m¨¢s, en cambio, son los jubilados y los franceses con mayor niveles educativo y adquisitivo: los votantes del presidente, Emmanuel Macron.

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