El 41% no vota, y no pasa nada
Los altos ¨ªndices de abstenci¨®n en las elecciones andaluzas no han suscitado ni debates ni pol¨¦micas en las redes sociales
Fatima H. Hossain naci¨® hace 44 a?os en uno de los peores barrios de Ceuta, un lugar donde cristianos y musulmanes conviv¨ªan a diario con la marginalidad, los tiroteos eran frecuentes y los padres ten¨ªan que pedir dinero prestado para comprar los libros de texto. Har¨¢ un par de meses, Hossain, que logr¨® ser abogada y ahora es concejal de la oposici¨®n, cont¨® que se le ¡°parte el alma¡± cada vez que regresa a su barrio:
¡ªSigo viendo a los chicos de veintipocos a?os apoyados en la pared porque no tienen nada que hacer y nadie se acerca a ofrecerles alguna opci¨®n para formarse o trabajar, para sacarlos de esa exclusi¨®n y de ese c¨ªrculo vicioso (...). Parece que siempre ha existido inter¨¦s en ese abandono. La Administraci¨®n tiene que ofrecer alguna alternativa a esa desmotivaci¨®n.
Tal vez esa sea la palabra clave. Desmotivaci¨®n, apat¨ªa, falta de esperanza. Tambi¨¦n en lo que a la pol¨ªtica ¡ªque perciben como algo lejano, falso y a menudo incomprensible¡ª se refiere. Y el resultado ¡ªno hay m¨¢s que ver los datos de las elecciones andaluzas¡ª se traduce en una abstenci¨®n cada vez mayor. Cuatro de cada 10 andaluces no consideraron necesario ejercer su derecho al voto. O lo que es lo mismo, solo vot¨® el 58,4%, menos ciudadanos que nunca.
Y, sin embargo, ni la abstenci¨®n form¨® parte de los debates principales de la campa?a ni tampoco tuvo una gran repercusi¨®n en las redes sociales, y eso que, como en Francia, un gran porcentaje de los abstencionistas son j¨®venes. Si, por ejemplo, se escribe la palabra ¡°abstenci¨®n¡± en el buscador de Twitter, el resultado es descorazonador: hay tuits que abordan el problema, pero son pocos y casi inexistentes los que generan debate.
Miguel Pasquau, magistrado y profesor en la Universidad de Granada, escribe: ¡°?Ha comprendido la izquierda que no vencer¨¢ a la abstenci¨®n y al derrotismo si no propone proyectos grandes, integradores y cre¨ªbles, pensados a largo plazo?¡±. Solo cuatro respuestas, y tres de ellas insulsas, de tuiteros an¨®nimos.
Aumenta la abstenci¨®n en las secciones censales m¨¢s pobres de Andaluc¨ªa, mientras que disminuye en las m¨¢s ricas. Se nos est¨¢ quedando una democracia mod¨¦lica.https://t.co/s2NK4EPMrN pic.twitter.com/dm50zMRBzC
— Alejandro Sol¨ªs (@AlejandroSRguez) June 21, 2022
Hay tambi¨¦n quienes se muestran a favor de que los partidos paguen el pato de una abstenci¨®n que no son capaces de combatir. Mario Mateos D¨ªaz tuitea en su cuenta: ¡°Ojal¨¢ el porcentaje de abstenci¨®n se tradujera en asientos vac¨ªos y sin nadie cobrando¡±. Su mensaje engarza el de otro tuitero (Srg HkBk) que critica a los medios por no incluir en las gr¨¢ficas de resultados el lugar que ocupar¨ªa la abstenci¨®n si fuera un partido pol¨ªtico. Intenta resaltar as¨ª que la mayor¨ªa absoluta del PP supone el 24% del total de los votantes potenciales, aunque sea el 43% de los que s¨ª se acercaron a los colegios electorales. Alfonso Torres, periodista y ¡°militante social¡± de La L¨ªnea, se refiere al voto en esa localidad gaditana: ¡°La participaci¨®n fue baja en 2018 pero a¨²n baj¨® m¨¢s el 19-J, quedando por debajo del 40%. M¨¢s del 60% de abstenci¨®n. Somos la ciudad con menos esperanza de vida y entre las que m¨¢s paro y pobreza tienen. ?Se entiende ahora?¡±. La baj¨ªsima participaci¨®n ha sido pr¨¢cticamente una constante en los barrios y los pueblos m¨¢s desfavorecidos, alcanzando el r¨¦cord del 90% en barrios como las Tres Mil Viviendas o Los Pajaritos de Sevilla, tristes iconos de la exclusi¨®n.
El domingo, Marc Bassets explicaba en un excelente reportaje que el 75% de los menores de 25 a?os no fueron a votar en la primera vuelta de las legislativas francesas. No es, por tanto, un problema exclusivamente espa?ol, pero no por eso deber¨ªa de dejar de abordarse como un problema de Estado, de legitimidad democr¨¢tica. Como cuenta la concejal Hossain y refleja el reportaje de Bassets, la pol¨ªtica se muestra impotente ante quienes m¨¢s la necesitan.
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