La guerra de Ucrania
La cumbre de la OTAN en Madrid solo puede haber apaciguado a quienes apuestan por la derrota integral de Rusia, pero es preciso que Mosc¨² y Kiev lleguen a una f¨®rmula que parezca satisfactoria para ambos
Lo m¨¢s importante de la reuni¨®n de la OTAN en Madrid esta semana ha sido que Turqu¨ªa levantara su veto, a cambio de ciertas concesiones, a Suecia y Finlandia para que se incorporen al tratado de defensa atl¨¢ntica. Una vez m¨¢s se comprueba, de este modo, que Vlad¨ªmir Putin se equivoc¨® con su invasi¨®n a Ucrania, pues aquella medida arbitraria, irracional y matonesca ha tenido como consecuencia un fortalecimiento de la Alianza Atl¨¢ntica. Tanto Suecia como Finlandia preservaban su neutralidad, a la que han renunciado por temor, debido a aquella absurda guerra desatada por Rusia contra Ucrania. Ninguno de estos pa¨ªses quiere ser invadido por el gigante vecino.
Pero, tal vez, la noticia m¨¢s importante de estos d¨ªas haya sido el anuncio de la lideresa del Partido Nacionalista Escoc¨¦s, Nicola Sturgeon, que el 19 de octubre de 2023 se llevar¨¢ a cabo el referendo en el que los escoceses votar¨¢n si quieren independizarse de Inglaterra, algo que fue rechazado hace seis a?os, en junio de 2016, cuando una mayor¨ªa de escoceses vot¨® a favor de continuar la alianza con Inglaterra, que lleva varios siglos. El Gobierno ingl¨¦s se opone radicalmente a este nuevo referendo, por una raz¨®n muy sencilla: los nacionalistas escoceses podr¨ªan ganarlo esta vez. Y por una raz¨®n muy elocuente: Escocia est¨¢ a favor de Europa, pues vende la mayor¨ªa de sus productos en el viejo continente y, en general, no cay¨® bien entre los escoceses el triunfo del Brexit, es decir, la separaci¨®n de Inglaterra de la Uni¨®n Europea, en el referendo en el que el actual primer ministro, Boris Johnson, luego de vacilar entre ambas opciones, jug¨® un papel principal¨ªsimo. Desde entonces, aunque todav¨ªa hay una mayor¨ªa de ingleses favorables a esta opci¨®n, aquella diferencia disminuye, de modo que puede decirse que cualquiera de ambas opciones podr¨ªa obtener la victoria. Para Inglaterra, obviamente, esto ser¨ªa grave, aparte de que aquella separaci¨®n no ha tra¨ªdo al pa¨ªs las ventajas econ¨®micas (dependientes de los Estados Unidos) que sus partidarios anunciaban si el Reino Unido se separaba de Europa.
En este episodio, sin duda mayor, se advierte una vez m¨¢s c¨®mo la iniciativa de Vladimir Putin de invadir Ucrania fue precipitada y ha servido, contrariamente a sus c¨¢lculos, para reforzar la Alianza Atl¨¢ntica en vez de debilitarla. Ello ha ocurrido cuando la OTAN recib¨ªa muchas cr¨ªticas y hab¨ªa incluso voces que ped¨ªan su supresi¨®n. En estos d¨ªas, nadie tendr¨ªa semejante ocurrencia: este tratado de defensa atl¨¢ntico es visto por los pa¨ªses centroeuropeos como una garant¨ªa de que no ser¨¢n invadidos por Rusia y, de que, si as¨ª ocurriera, gozar¨ªan del apoyo militar un¨¢nime de la OTAN.
Los nacionalistas espa?oles, sobre todo los catalanes, suelen recurrir muchas veces al ejemplo de Escocia y se?alar que ambos casos ¡ªel de Catalu?a y el de Escocia¡ª son id¨¦nticos. No es exacto. Escocia era un pa¨ªs debidamente conformado e independiente hasta que se uni¨® a Inglaterra en el siglo XVIII (aunque, quienes han estudiado esta cuesti¨®n, se?alan que Inglaterra hizo correr mucho dinero entre quienes defend¨ªan la alianza). Y en 2014, hubo una consulta sobre la independencia que se llev¨® a cabo con todas las de la ley. Esta ha sido beneficiosa para los dos pa¨ªses hasta ahora, pero el Brexit ha abierto una distancia entre ellos, que, sin duda, terminar¨¢ tarde o temprano en un referendo que decidir¨¢ la pertenencia a Europa de la tierra escocesa.
Dicho sea de paso, el Brexit, una de las ocurrencias m¨¢s disparatadas del primer ministro ingl¨¦s, est¨¢ lejos de ser una opci¨®n decidida por una mayor¨ªa de ingleses, como muestra la elecci¨®n de los nacionalistas escoceses que creen que les ha llegado su hora. Escocia era un pa¨ªs perfectamente formado, con un gobierno independiente y con varios tratados con diferentes pa¨ªses, cuando se uni¨® a Inglaterra, en tanto que Catalu?a nunca (o mejor dicho, s¨®lo por d¨ªas u horas) dej¨® de ser parte de Espa?a y tuvo como un anticipo de esa independencia que reclaman los separatistas, que, por otra parte, nunca han tenido la mayor¨ªa del pa¨ªs a su favor.
Pero, vayamos al centro de la cuesti¨®n, que es la decisi¨®n de Vlad¨ªmir Putin de invadir Ucrania, acusando a su Gobierno de estar constituido por una pandilla de nazis y recordando que este pa¨ªs hab¨ªa estado siempre unido a Rusia; ¨¦sta tendr¨ªa muchos v¨ªnculos con el pasado ucranio cuya lengua buena parte de la poblaci¨®n considera como suya, pues hablan y escriben en ruso. Este argumento no es de peso, pues significar¨ªa que, por ejemplo, Hait¨ª pertenece todav¨ªa a Francia por razones hist¨®ricas y culturales (Hait¨ª perteneci¨® a Francia y sus ciudadanos hablan franc¨¦s). Son muchos pa¨ªses los que han cambiado de estatus al correr de los siglos, sin que por ello las antiguas capitales reclamen algo as¨ª como la propiedad de esas sociedades que han pasado, a veces, por muchas manos hasta constituirse como independientes. Repito aquello que ya dije: la decisi¨®n de Putin de invadir Ucrania y hacerle pagar su ¡°desobediencia¡± ha sido grave para el resto del mundo, porque de aquella decisi¨®n podr¨ªa suceder un accidente que llevara a los pa¨ªses m¨¢s comprometidos con la acci¨®n b¨¦lica a recurrir a las bombas at¨®micas. De hecho, el Papa ya considera que ha comenzado la tercera guerra mundial. Esperemos que se equivoque, pues si as¨ª fuera, el mundo entero podr¨ªa arder, y muchos millones de seres humanos ser sus v¨ªctimas.
Lo peor de la situaci¨®n actual, que podr¨ªa agravarse, es el ba?o de bombas que est¨¢ cayendo sobre Ucrania y la cantidad de muertes que ocurren en ese rinc¨®n de Europa. Las consecuencias ser¨¢n sin duda duraderas y cuando se hayan apaciguado las intemperancias que han hecho posible este malentendido, Rusia y Ucrania quedar¨¢n inevitablemente enemistados. Hay ya muchos muertos de por medio y el apoyo de Europa y Am¨¦rica a los ucranios, que parece ser muy grande, abre una tensi¨®n de la que podr¨ªan quedar heridas largas de curar. Es verdad que viejos sabios, como Kissinger, recomiendan que se hagan algunas concesiones a Rusia para que termine esta guerra, pero ello no ser¨¢ f¨¢cil, entre otras cosas porque Ucrania, que ha defendido su integridad con gran coraje y con la ayuda de todos los pa¨ªses democr¨¢ticos, no se resignar¨¢ f¨¢cilmente a hacer aquella concesi¨®n.
Y, entretanto, sigue muriendo la gente, no s¨®lo de Ucrania, sino tambi¨¦n aquellos cientos o miles de soldados rusos que han sido aerotransportados a una guerra que no esperaban ni quer¨ªan.
La reuni¨®n en Madrid de los gobernantes de los pa¨ªses miembros de la OTAN s¨®lo puede haber apaciguado a quienes, en este y otros casos, apuestan por la derrota integral del enemigo. En esta circunstancia no hay enemigo que valga, pues Rusia tiene bombas at¨®micas y el propio Putin podr¨ªa recurrir a este arsenal haciendo vivir al mundo entero un caso de suicidio colectivo. Desde luego que Ucrania no puede ser invadida con el pretexto de que tiene un Gobierno de ¡°nazis¡±; pero la soluci¨®n de este conflicto, a menos de que el mundo decida poner fin a su existencia, pasa por el di¨¢logo y ¡ªaunque parezca dif¨ªcil en este momento¡ª por la serenidad de las partes. El conflicto ya est¨¢ en marcha y hay muchos muertos. Ahora hace falta un poco de sensatez y que los adversarios principales se pongan de acuerdo en una f¨®rmula que en apariencia parezca satisfacer a ambos, aunque no sea as¨ª y haya siempre, como en todo conflicto que se resuelve, vencedores y vencidos.
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