Defensa: pasado, presente y futuro de la innovaci¨®n

La economista italoamericana Mariana Mazzucato escribi¨® El Estado emprendedor en 2013 para combatir la corriente de opini¨®n que afirmaba que para salir de la crisis financiera de 2008 hab¨ªa que poner el acento en la reducci¨®n del gasto p¨²blico. Uno de los argumentos que esgrim¨ªa la experta en finanzas, innovaci¨®n y desarrollo en el pr¨®logo a la edici¨®n de 2019 es que ¡°un factor clave del crecimiento econ¨®mico ha sido la inversi¨®n p¨²blica en ¨¢reas como la educaci¨®n, la investigaci¨®n y el cambio tecnol¨®gico¡±.

Para demostrarlo, Mazzucato dedica uno de los cap¨ªtulos del libro a describir c¨®mo detr¨¢s de 12 de las tecnolog¨ªas principales del iPod, iPhone y iPad, tres dispositivos que han marcado un antes y un despu¨¦s en la forma en la que nos comunicamos, intervino el sector p¨²blico de forma directa o indirecta. Dos ejemplos muy ilustrativos son el sistema de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en ingl¨¦s) e internet.

El GPS fue creado por el Departamento de Defensa estadounidense para digitalizar la posici¨®n geogr¨¢fica a nivel mundial con el objetivo de mejorar la coordinaci¨®n y la precisi¨®n de los despliegues militares. Internet tambi¨¦n tiene un origen de uso militar: Arpanet. La Agencia de Proyectos de Investigaci¨®n Avanzada (ARPA, seg¨²n sus siglas en ingl¨¦s), ahora conocida como DARPA, desarroll¨® durante la Guerra Fr¨ªa una red de estaciones de comunicaciones descentralizadas e interconectadas que fue la semilla de la actual red de redes.

Hoy, el GPS e Internet han calado tanto en la sociedad civil que dependemos de su uso para nuestro d¨ªa a d¨ªa. Ambas tecnolog¨ªas desarrolladas por la industria de defensa han impactado profundamente en la vida ordinaria y han permitido que la humanidad progrese de una forma extraordinaria. Un progreso que est¨¢ vinculado a la innovaci¨®n, uno de los motores del sector de la defensa y seguridad, y que necesita de un sector p¨²blico emprendedor que impulse inversiones y fomente la colaboraci¨®n con el ¨¢mbito privado y el acad¨¦mico.

Y en esas estamos. De entre las 50 medidas que incluye la Estrategia Espa?a Naci¨®n Emprendedora, una visi¨®n a largo plazo impulsada desde la presidencia del Gobierno de Espa?a para transformar las bases productivas de la econom¨ªa espa?ola a trav¨¦s del emprendimiento innovador, la n¨²mero 40 identifica al sector de la Defensa como motor del tejido emprendedor y del avance tecnol¨®gico para disponer de capacidades avanzadas en I+D+i.

Para lograrlo, esta medida propone la creaci¨®n de un programa de incubaci¨®n o aceleraci¨®n de startups ambicioso que fomente la innovaci¨®n en el ¨¢mbito de defensa. Hasta hoy, no se hab¨ªa desarrollado ning¨²n programa, pero gracias al compromiso de adhesi¨®n al Fondo de Innovaci¨®n de la OTAN que ha firmado la pasada semana el Gobierno de Espa?a, ser¨¢ una realidad a partir de 2023, a?o en el que empezar¨ªan las aportaciones econ¨®micas.

El fondo de capital riesgo contar¨¢ con un presupuesto de 1.000 millones de euros durante los pr¨®ximos 15 a?os para apoyar a startups y otros fondos de capital riesgo que se involucren en el desarrollo de tecnolog¨ªas de vanguardia y de doble uso, claves para la defensa y la seguridad de los miembros de la Alianza Atl¨¢ntica que formen parte de esta iniciativa.

Esta adhesi¨®n supone una gran oportunidad para el ecosistema del emprendimiento innovador espa?ol, puesto que la tecnolog¨ªa que se desarrolle en el ¨¢mbito de la defensa tambi¨¦n tendr¨ªa impacto en el uso civil, tal y como sucedi¨® con la invenci¨®n del GPS o Internet.

Necesitamos un sector p¨²blico emprendedor que impulse inversiones que ni el m¨¢s aventurado de los fondos de capital riesgo ser¨ªa capaz de realizar. Y la adhesi¨®n de Espa?a al fondo de capital riesgo de la OTAN no solo es una demostraci¨®n de la capacidad innovadora de los estados, sino que es tambi¨¦n un paso m¨¢s en el camino para ser una verdadera naci¨®n emprendedora.