Econom¨ªa de guerra

El primer debate sobre el estado de la naci¨®n en siete a?os se inici¨® este martes en un momento de emergencia econ¨®mica para una ciudadan¨ªa que ve c¨®mo cada d¨ªa todo se encarece a su alrededor y cae su poder adquisitivo. Y con la imprevisibilidad de la guerra de Vlad¨ªmir Putin, que reparte bombas en Ucrania y empobrecimiento en todo el continente. Fue desde estas dos premisas desde las que el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, se dirigi¨® al hemiciclo en su discurso de apertura del debate, una vez asumido que el relato de lo ya hecho no impide el desgaste del Ejecutivo y su castigo en las urnas. Acert¨® al evitar poner pa?os calientes y elaborar una pedagog¨ªa de las dificultades. El presidente no eludi¨® la gravedad del momento ¡ª¡±lo s¨¦ y me hago cargo¡±¡ª y mencion¨® que habr¨¢ que hacer sacrificios, pero defendi¨® que su Gobierno ha demostrado que es posible una pol¨ªtica econ¨®mica y social comprometida en repartir la carga y evitar el castigo solo a los perdedores de todas las crisis. En su discurso m¨¢s armado y natural, apel¨® a la ¨¦pica del esfuerzo colectivo frente a la adversidad y al esp¨ªritu y las medidas que preservaron la cohesi¨®n social en la pandemia. ¡°Lo hicimos durante la pandemia y lo volveremos a hacer contra la inflaci¨®n¡±, repiti¨® con distintas formulaciones.

El paquete de medidas que anunci¨® en la tribuna del Congreso profundiza en la direcci¨®n de las ya adoptadas para intentar proteger la econom¨ªa de familias y empresas ante el vendaval de la inflaci¨®n que empez¨® antes de la guerra y que sigue creciendo sin que nadie aventure el final. Tampoco ¨¦l lo hizo. ¡°No podemos descartar nada¡±, dijo, ante la amenaza cierta de un corte total del gas por parte de Putin.

El anuncio m¨¢s relevante fue el de a?adir al impuesto ya anunciado para gravar los beneficios extraordinarios de las empresas energ¨¦ticas otro impuesto temporal y extraordinario a los bancos: los defendi¨® equiparando los beneficios ca¨ªdos del cielo y la subida de los tipos de inter¨¦s de las entidades, sin esperar a los aumentos del BCE. Y con un argumento com¨²n: evitar que ¡°el sufrimiento de muchos sea el beneficio de unos pocos¡±, en un discurso atravesado de gui?os ideol¨®gicos a la izquierda, aunque el impuesto a las el¨¦ctricas lo aplica ya Mario Draghi en Italia.

El paquete incluye muchas otras medidas dirigidas directamente al bolsillo agujereado de los ciudadanos: la gratuidad de los abonos de los trenes de cercan¨ªas y media distancia gestionados por Renfe entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre, una ayuda complementaria de 100 euros para todos los estudiantes becados de m¨¢s de 16 a?os ¡ªapuesta que responde a las becas para ricos de Ayuso¡ª o la resurrecci¨®n de un viejo proyecto de Madrid para la construcci¨®n de vivienda social. En definitiva, S¨¢nchez se esforz¨® por trazar nuevas v¨ªas de una salida progresista de la crisis y una bater¨ªa de anuncios legislativos que van m¨¢s all¨¢ de esta dif¨ªcil coyuntura ¡ªley de movilidad sostenible, ley de industria, ley de mecenazgo, nueva asignatura de competencias digitales en la ense?anza b¨¢sica¡ª para intentar dibujar un Gobierno con un proyecto de largo recorrido cuando la oposici¨®n lo da por amortizado.

La principal dificultad para valorar el alcance exacto del plan del Gobierno es la falta de visibilidad sobre la evoluci¨®n de la econom¨ªa si Putin corta el gas a Alemania o la guerra se endurece. Hay que dar la bienvenida a todas las medidas que eviten la ampliaci¨®n de la brecha de la desigualdad en una sociedad que a¨²n arrastra las heridas de la Gran Recesi¨®n. Con el plan trazado este martes, el Estado profundiza en Espa?a ¡ªcomo estamos viendo en Francia, Italia o Alemania¡ª su papel como regulador y sostenedor de familias y empresas ante las inclemencias.