?Esto es verdad? Da igual, vamos con todo, publicamos
En el periodismo, como en la vida y las redes sociales, hay que reflexionar un poco antes de hacer clic en enviar
Una vez, un jefe me dijo: ¡°Nunca tuitees algo que no escribir¨ªas en un guion de radio, en televisi¨®n o en un art¨ªculo en prensa¡±. Este jefe me invitaba a la autocensura, ?por qu¨¦? ?Por mi bien? ?Qu¨¦ bien? ?Quiz¨¢ por si un futuro empleador ¡ªentonces era becario¡ª le¨ªa mis tuits y se asustaba con mis opiniones?, ?por si mis publicaciones condicionaban que pudiera conseguir o no un trabajo? ?Deber¨ªa afectar? Estas preguntas se las hacen ¡ªnos las hacemos¡ª muchos mileniales cuando abrimos nuestras cuentas de redes sociales, hasta el punto de que algunos tienen un perfil privado o usan la nueva herramienta de c¨ªrculos de Twitter para que solo un selecto grupo de personas puedan leer y reaccionar a sus tuits, que habitualmente son cr¨ªticas a otros usuarios.
"Me caes mal pero voy a esperar a que pongas un tuit de co?a que me tomar¨¦ completamente en serio para decir en mi cuenta candado lo mucho que te odio"
— JWulen (@JWulen) July 7, 2022
Usuario Twitter promedio
Teniendo en cuenta el debate de esta semana en la red social, quiz¨¢ lo que tendr¨ªa que haberme dado aquel jefe no era una invitaci¨®n a la autocensura sino una invitaci¨®n a la b¨²squeda de la verdad que, como aspirante a periodista, deber¨ªa tener muy presente en mi d¨ªa a d¨ªa. Algo tipo: nunca tuitees algo que pueda ser mentira o estar manipulado. Y mucho menos lo escribas en un guion de radio, televisi¨®n o en un art¨ªculo de prensa. Una recomendaci¨®n que, escuchados los ¨²ltimos audios del comisario Villarejo, no todos los periodistas han seguido a lo largo de su carrera, sea por la presi¨®n de los directivos de las grandes corporaciones de medios de comunicaci¨®n, cuyos intereses son muchos y fuertes; o sea por la propia pasi¨®n por el periodismo, que te lleva por derroteros llenos de fango de los que es muy dif¨ªcil salir. Hablo, claro, de aquellos ¡°poderes oscuros¡± que citaba el presidente del Gobierno en su ¨²ltima entrevista en EL PA?S.
¡°Hay miles de periodistas que trabajan todos los d¨ªas con toda la honestidad, siguiendo el contraste obligatorio de la informaci¨®n con todas las fuentes posibles. Si no lo tienes atado, no lo das. Uno no son todos. Y los ¡°unos¡± por muy visibles que sean son excepci¨®n, no la regla¡±, tuite¨® la periodista Isabel Vald¨¦s
Hay miles de periodistas que trabajan todos los d¨ªas con toda la honestidad, siguiendo el contraste obligatorio de la informaci¨®n con todas las fuentes posibles. Si no lo tienes atado, no lo das. Uno no son todos. Y los "unos" por muy visibles que sean son excepci¨®n, no la regla.
— Isabel Vald¨¦s (@minisashas) July 11, 2022
Las redes sociales son el lugar en el que todas las voces son iguales. Para bien y para mal. Por suerte, Twitter no solamente lo habitan periodistas, es ah¨ª donde la poblaci¨®n encuentra un altavoz en el que compartir sus ideas. Suele funcionar como una c¨¢mara de eco donde solo leemos a quien nos interesa, pero nuestros mensajes pueden llegar a difundirse m¨¢s all¨¢. Entonces recibimos tuits de fuera de nuestra comunidad y muchos se aprovechan de la libertad de expresi¨®n que da Twitter para lanzar mensajes de odio y acosar a otras personas.
Naturalmente, parte de estos mensajes son denunciados a la red social o, en caso de suponer delito, ante la justicia, pero los receptores de estos mensajes, en ocasiones, acaban cerrando sus cuentas. La periodista Talia Lavin cuenta en La cultura del odio: un periplo por la ¡®dark web¡¯ de la supremac¨ªa blanca (Capit¨¢n Swing) que la mayor¨ªa de mujeres activas en la red son v¨ªctimas de ataques, lo que conduce con frecuencia a la autocensura, a gran escala o peque?a escala, a andar todo el d¨ªa cuidando lo que se dice o a no decir ni mu (...), a negarse a compartir opiniones pol¨ªticas y a ocultar las relaciones interpersonales. ¡°Yo misma lo he experimentado en mis carnes, a diario, cada hora: los insultos mis¨®ginos, los insultos antisemitas y las cr¨ªticas a mi aspecto se entremezclan en un cruel zumbido de fondo, en un contrapunto atonal y disonante que pretende cuestionar mi propia capacidad de dirigirme al p¨²blico¡±.
Quiz¨¢ la vuelta atr¨¢s de Elon Musk en la compra de Twitter, que dijo que hab¨ªa ¡°poca libertad de expresi¨®n¡± en esa red social, sirva para mantener la posibilidad de denunciar eficazmente los mensajes de odio que se vierten en ella. El l¨ªmite al odio y las noticias falsas es bienvenido, para este tipo de tuits s¨ª es necesaria la autocensura; para mostrar opiniones pol¨ªticas que no falten el respeto a nadie, no.
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