Philip Larkin: la emoci¨®n de la transparencia
Su mirada implacable, l¨²cida y precisa y su extraordinaria capacidad de evocaci¨®n y s¨ªntesis tienen algo que te eleva
¡°La privaci¨®n es para m¨ª como los narcisos para Wordsworth¡±, dijo Philip Larkin, que habr¨ªa cumplido 100 a?os este mes de agosto. Para muchos fue el poeta m¨¢s importante de la Gran Breta?a de posguerra. Ejerce una rara fascinaci¨®n en otros escritores: ayud¨® a su amigo Kingsley Amis en la redacci¨®n de La suerte de Jim, Martin Amis ha observado que sus poemas ¡°se leen como relatos destilados¡±, Andrew Motion escribi¨® una biograf¨ªa suya, Clive James dedic¨® d¨¦cadas de estudio a esos versos ¡°que no sonaban para nada como poes¨ªa / y que sin embargo eran exactamente eso¡±.
Novelista ¡ªImpedimenta ha publicado Jill, Una chica en invierno y el divertimento juvenil Enredo en Willow Gables¡ª, bibliotecario en la Universidad de Hull durante d¨¦cadas, cr¨ªtico de jazz, a veces su poes¨ªa, que sale reunida en Lumen en septiembre, tiene el aire triste de un d¨ªa ingl¨¦s: blanco como arcilla, sin sol. Su realismo, ha escrito Johnny Lyons, se compone de escepticismo, sinceridad, humor, ambivalencia y coraje. En una carta describi¨® las relaciones sexuales como ¡°pedir a otra persona que te suene la nariz¡± y algunos de sus versos muestran una visi¨®n disp¨¦ptica: ¡°Te joden la vida, tu madre y tu padre¡±, dice en This be the verse, y recomienda ¡°Sal lo antes que puedas, / y no tengas hijos¡±. Cultivaba una imagen deliberadamente poco atractiva; rehu¨ªa el matrimonio (para disgusto de su compa?era durante d¨¦cadas, Monica Jones); su reputaci¨®n sufri¨® tras su muerte por comentarios racistas y reaccionarios en algunas cartas y por una heroica afici¨®n a la pornograf¨ªa. Lo lees y quieres llevar sus versos contigo.
En unas l¨ªneas en Albada habla del miedo a la muerte, describe el paso del tiempo y el vac¨ªo, refuta los consuelos de la religi¨®n o la filosof¨ªa, se?ala la indiferencia ciega de la muerte, y muestra una determinaci¨®n ¨ªntima y resignada mientras traza un movimiento que abarca la ciudad o la humanidad entera, con ¡°m¨¦dicos [que] como carteros van de casa en casa¡±. Describe las ilusiones generacionales, la transformaci¨®n del paisaje, una especie de desasosiego y futilidad que a veces casi se salva por un momento de atenci¨®n o incluso de amor.
Su mirada implacable, l¨²cida y precisa y su extraordinaria capacidad de evocaci¨®n y s¨ªntesis tienen algo que te eleva: la emoci¨®n de la transparencia, donde ¡°m¨¢s que palabras te viene la idea de ventanas altas: / el cristal que abarca el sol, / y m¨¢s all¨¢, el cielo profundamente azul, que no muestra/ nada, y no est¨¢ en ninguna parte, y es infinito¡±. @gascondaniel
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