A la playa con corbata

Llevamos unos cuantos d¨ªas hablando de corbatas en Twitter, y todo por un gesto del presidente de esos que, seamos sinceros, no sirven de gran cosa. El viernes se present¨® en una rueda de prensa con traje, camisa y sin dicha prenda, y coment¨® que as¨ª pod¨ªamos ayudar a consumir menos electricidad.

Es verdad que la corbata da algo de calor, pero el gesto parec¨ªa in¨²til teniendo en cuenta que S¨¢nchez dej¨® el atril para meterse en un helic¨®ptero y volv¨¦rsela a poner, como le recordaron muchos en Twitter. Un poco como un m¨¦dico fumador que recomienda abandonar el tabaco mientras se enciende un puro. No, si raz¨®n tiene, pero claro...

El debate sobre la corbata no es nuevo. En 2011, Miguel Sebasti¨¢n, entonces ministro de Industria, ya defend¨ªa que quit¨¢rsela en verano ayuda a bajar la potencia del aire acondicionado. Seg¨²n Sebasti¨¢n, por cada grado se consigue un 7% de ahorro energ¨¦tico. Pero si esto es cierto ?por qu¨¦ quedarse en la corbata y no seguir con la chaqueta? Hay gente que pasa fr¨ªo en la oficina en pleno agosto porque hay dos o tres se?ores que creen que el traje es imprescindible.

Y a lo mejor lo es. La cuesti¨®n es interesante: la moda dice mucho sobre la sociedad y la cultura en la que vivimos. ?Debe un diputado llevar siempre corbata? ?El traje se ha convertido en un uniforme de trabajo? ?Se rendir¨¢n los rusos si nos ven en camiseta?

Pero la discusi¨®n en Twitter fue por otro lado. Adem¨¢s de las cr¨ªticas al gesto de S¨¢nchez, ocurri¨® algo que viene pasando desde hace un tiempo: cuando el Gobierno apunt¨® que estar¨ªa bien consumir menos carne, aparecieron fotos de tuiteros devorando chuletones; cuando habl¨® de los riesgos del alcohol, las fotos eran de copas de vino, y cuando advirti¨® del peligro de consumir alimentos procesados, aparecieron im¨¢genes de chocolatinas y gominolas. Cualquier recomendaci¨®n del Ejecutivo se ha tomado como una prohibici¨®n que se tiene que reventar con fotos en Twitter. ?Voy a comer donuts hasta que mi sangre sea melaza! ?Hay que luchar contra el comunismo!

Con la corbata ha pasado algo parecido: alguno se ha fotografiado en ba?ador y con una corbata al cuello, y otros han propuesto ir a la playa llevando la prenda. Jos¨¦ Manuel Soto, el cantante, tuite¨® que la llevar¨ªa ¡°hasta en el gimnasio¡±. Todo con el objetivo de demostrar¡­ no s¨¦ muy bien qu¨¦. ?Que el calor nos vuelve m¨¢s irritables?

De hecho, al otro lado y al ver esta reacci¨®n, muchos bromeaban sugiriendo falsas advertencias del Gobierno, como la prohibici¨®n de ¡°pasear con plumas, bufanda, gorra y guantes en las horas centrales del d¨ªa¡± o que ¡°tirarse de un rascacielos¡± es una ¡°idea mal¨ªsima¡±. Tambi¨¦n hab¨ªa quien parodiaba a los defensores de las corbatas: ¡°La vecina que por qu¨¦ le he puesto doce corbatas al perro, que lleva la lengua fuera y no puede m¨¢s¡±.

Aqu¨ª la cosa ya no va de corbatas, sino de trincheras, y de interpretar cualquier declaraci¨®n de la peor forma posible. Desde hace unos a?os, muchos definen sus opciones pol¨ªticas no por el inter¨¦s general ni por el ego¨ªsmo particular y ni siquiera a la contra, para defenderse de opciones peores. Algunos ya votan solo por fastidiar a los dem¨¢s y aunque se fastidien ellos. Y digo ¡°fastidiar¡± por no usar otro verbo que el Libro de Estilo de EL PA?S desaconseja.

No creo que nadie vaya a la playa con esta prenda, pero tampoco me sorprender¨ªa ver a algunos con traje negro, siete corbatas anudadas, dos pajaritas y un sombrero de copa con la intenci¨®n de jorobar a esos progres que nos quieren obligar a llevar camisas hawaianas y a comer tofu. Ya han dejado instrucciones para que en su epitafio ponga bien grande: ¡°Muri¨® deshidratado en defensa de la libertad¡±.