El glaciar perdido
Los lectores opinan sobre el cambio clim¨¢tico, la necesaria reforestaci¨®n del entorno urbano y el asesinato a plena luz del d¨ªa en Italia de un vendedor ambulante nigeriano
Los embalses se secan, los glaciares se caen como casas viejas, las olas son tsunamis, el calor achicharra como nunca y los par¨¦ntesis-oasis para recuperar el aliento ni se notan. La situaci¨®n resulta insoportable. No s¨¦ si recuerdo un verano, clim¨¢ticamente hablando, peor que este de 2022. Y lo que viene. Parece como si esta temporada fuera un punto de inflexi¨®n en la hiperrealidad del cambio clim¨¢tico, si tal precisi¨®n temporal cabe en una disciplina cient¨ªfica que suele usar los miles de a?os como referencia. Y todav¨ªa peor augurio, que nos encontremos en un punto sin vuelta atr¨¢s. Y tengo la sensaci¨®n de que en el imaginario popular se conf¨ªa en que la rectificaci¨®n humana frenar¨¢ en el ¨²ltimo momento, como si de una pel¨ªcula se tratara, el meteorito clim¨¢tico que nos destruir¨¢. Ay, la rectificaci¨®n humana. Mientras llega nuestro h¨¦roe salvador, el Monte Perdido, como tantas otras monta?as, pierde su glaciar. No hay mejor chivato de emergencia.
Gonzalo de Miguel Renedo. Logro?o
El ?rtico se calienta
Todos los negacionistas del calentamiento global que necesiten hechos solo deben acercarse a un estudio publicado por cient¨ªficos alemanes y chinos en el que investigan lo que han llamado la ¡°amplificaci¨®n del ?rtico¡¤¡±, un fen¨®meno que supone que los 2.000 metros superiores del oc¨¦ano ?rtico se calienten 2,3 veces m¨¢s r¨¢pido que la media mundial. El mar de Barents, adem¨¢s, aumentar¨¢ su temperatura m¨¢s de cinco grados en este siglo si no se act¨²a. ?Qu¨¦ m¨¢s necesitan?
Pepe Mateu. Stokke (Noruega)
M¨¢s bosques urbanos
Hace unos d¨ªas, el Ayuntamiento de Ponferrada present¨® al Instituto de Transici¨®n Ecol¨®gica una solicitud de fondos europeos para la construcci¨®n de un bosque urbano donde antiguamente hab¨ªa una gran monta?a de carb¨®n. Si se aprobase, ser¨ªa un claro mensaje a la ciudadan¨ªa: cambiamos aquellas fuentes de energ¨ªa contaminantes por las verdes. Son casi 300.000 metros cuadrados de reforestaci¨®n dentro de una ciudad que en su d¨ªa a d¨ªa ten¨ªa los capos de los coches llenos de polvo de carb¨®n. Y no solo eso: se cambia la tendencia de asfaltar y edificar por la de construir espacios verdes, mucho m¨¢s pertinentes para estos calurosos veranos.
Rub¨¦n Rubial Villamar¨ªn. Ponferrada
Indiferencia grabada
Fue asesinado a golpes, a plena luz del d¨ªa en Italia y sin que nadie interviniese. De su muerte, le¨ª en un peri¨®dico un breve. Y si no fuera porque la inmigraci¨®n siempre caldea la campa?a pol¨ªtica italiana, me pregunto si ni eso. Se llamaba Alika Ogorchukwu, era de Nigeria, ten¨ªa 39 a?os, mujer y un ni?o de ocho a?os. Desconozco hasta qu¨¦ punto la agresi¨®n fue alimentada por un prejuicio racista o por la ira. Lo que si resulta claro es la indiferencia mostrada por el p¨²blico all¨ª presente, que no medi¨®, aunque s¨ª tuvo tiempo de grabarlo. ?En qu¨¦ mundo vivimos? Se avecinan, dicen, dificultades econ¨®micas, terreno f¨¦rtil para atizar el discurso del odio y la discriminaci¨®n hacia el diferente o m¨¢s vulnerable, por lo que bien nos ir¨ªa en esta Europa en proteger, m¨¢s que fronteras, esa dignidad humana de la que siempre hacemos gala.
M¨®nica Bilbao Alustiza. Sopela (Bizkaia)
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