El dolor de la inflaci¨®n
El BCE debe evitar verse arrastrado por el alarmismo de la Reserva Federal y extremar la cautela en la lucha contra el alza de precios
Europa debe mantener la unidad y no perder los nervios. Los mensajes procedentes en los ¨²ltimos d¨ªas de la Reserva Federal en torno a la inflaci¨®n pueden generar una atm¨®sfera alarmista que el BCE har¨ªa bien en evitar, sin dejarse arrastrar por ella y sin acometer una subida excesiva y precipitada de los tipos de inter¨¦s. El presidente de la Fed, Jerome Powell, enfatiz¨® en la reuni¨®n anual de Jackson Hole la necesidad de acentuar las medidas de su giro restrictivo, aunque supongan ¡°cierto dolor para los hogares y para las empresas¡±.
Eso implica el abandono de la ¡°nueva estrategia monetaria¡± adoptada hace dos a?os y olvida que su mandato es doble: contener la inflaci¨®n y fomentar el empleo. Quiz¨¢ el car¨¢cter m¨¢s avanzado del ciclo econ¨®mico en EE UU justifique el sesgo arrepentido de la nueva y muy cl¨¢sica t¨¢ctica monetaria adoptada de forma improvisada. Pero no deber¨ªa comportar una cancelaci¨®n poco explicada de la estrategia expansiva solemnizada en 2020. Aunque las restricciones de Washington fortalecen al d¨®lar en detrimento del euro (y de las dem¨¢s monedas) el reequilibrio de los tipos de cambio no justificar¨ªa imitarlas sin m¨¢s.
El alza de los precios en la eurozona se debe en un 39,6% (julio, datos de la OCDE) al incremento de la energ¨ªa, mientras que en EEUU, m¨¢s autosuficiente, influye en un 32,9% del total. Eso implica que en cuanto descienda su precio bajar¨¢ el resto. Ese escenario no se antoja tan lejano. Ahora mismo, la comparaci¨®n con las alzas del a?o pasado favorece su posible moderaci¨®n (al registrarse diferencias decrecientes sobre los precios anteriores). Adem¨¢s, los contratos de futuros ¡ªaquellos en que se producen compraventas a fecha futura cierta pero con precio fijado desde su firma¡ª constituyen anuncios veros¨ªmiles de descensos de cotizaci¨®n a medio plazo. En realidad, ya el petr¨®leo, el hierro, el acero, el cobre y otras materias primas claves para la industria y la construcci¨®n est¨¢n reduciendo su valor.
El objetivo europeo de autonom¨ªa estrat¨¦gica en la energ¨ªa denota una vitalidad creciente, a pesar del pesimismo ambiental propio de las coyunturas b¨¦licas y a pesar tambi¨¦n del desgraciado historial de la pol¨ªtica energ¨¦tica del club comunitario. En su momento, entendi¨® como pilares de un mercado interior energ¨¦tico los bajos precios rusos y el establecimiento de un simplista mecanismo marginalista de fijaci¨®n de precios, pero acabaron revel¨¢ndose pilares m¨¢s de barro que de m¨¢rmol.
La c¨²pula del BCE se enfrenta ahora a la reedici¨®n del at¨¢vico pulso entre halcones y palomas. Entre los primeros, destaca el Bundesbank alem¨¢n reclamando ¡°fuertes¡± alzas de tipos, y sus afines propugnan alzas s¨²bitas incluso de un 0,75%. Entre las palomas, el economista jefe Philip Lane, irland¨¦s, convoca acertadamente a ¡°no sobrereaccionar¡±. La nefasta memoria de los intempestivos aumentos de tipos de 2008 y 2011, que precipitaron la gran crisis financiera europea, aboga en su favor.
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