Alarma en Suecia
Las elecciones de este domingo decidir¨¢n la asimilaci¨®n plena de la ultraderecha o el rechazo a sus pol¨ªticas antiinmigraci¨®n
Las elecciones que celebra Suecia este domingo pueden significar una quiebra traum¨¢tica para toda Europa y para su propia historia porque, por primera vez, la ultraderecha tiene claras opciones de formar parte del futuro Gobierno del pa¨ªs escandinavo. Dem¨®cratas de Suecia (DS) es una formaci¨®n con ra¨ªces neonazis que entr¨® en el Parlamento en 2010 y esta vez podr¨ªa sumar en torno al 20% de los votos, pero hay algo nuevo: se ha desvanecido el cord¨®n sanitario que establecieron el resto de partidos hace cuatro a?os.
A finales de 2021, la extrema derecha lleg¨® a un acuerdo con el Partido Moderado (conservadores) y los cristianodem¨®cratas, para aprobar unos Presupuestos alternativos a los presentados por el Partido Socialdem¨®crata, que gobierna en minor¨ªa. La excepcionalidad sueca recibi¨® entonces su primera estocada porque en Noruega, Dinamarca y Finlandia los partidos de ultraderecha ya hab¨ªan tenido carteras ministeriales o apoyado gobiernos de manera externa. DS no solo ha pasado en unos pocos a?os de ser un partido paria a una formaci¨®n ¡°seria y con ideas constructivas¡± ¡ªseg¨²n el l¨ªder de los moderados¡ª; tambi¨¦n ha logrado que muchas de sus propuestas antinmigraci¨®n sean ahora toleradas y hasta replicadas por otras formaciones.
Lo m¨¢s grave del laboratorio sueco est¨¢ en este otro punto porque incluso el Partido Socialdem¨®crata, hist¨®rico vencedor en todas las elecciones desde hace m¨¢s de un siglo, y en el poder desde 2014, ha endurecido visiblemente los requisitos para los solicitantes de asilo y para la obtenci¨®n de permisos de residencia y trabajo. El nuevo discurso de la primera ministra, Magdalena Andersson, sobre las bondades de sus pol¨ªticas restrictivas en inmigraci¨®n parece estar dando r¨¦dito electoral, hasta casi un 30% de los sufragios. Y tres grupos parlamentarios (La Izquierda, Los Verdes y el Partido del Centro) se han alineado de manera tibia con la formaci¨®n gobernante para evitar que el bloque que ha integrado a la ultraderecha pueda formar gobierno.
El panorama que dibujan las encuestas es ajustad¨ªsimo entre ambos bloques. La ¨²ltima vuelta de tuerca al discurso xen¨®fobo de DS (deportar a los extranjeros que cometan cualquier infracci¨®n, demoler barrios con altos ¨ªndices de criminalidad o castigar la mendicidad) ha situado a la formaci¨®n ultra por delante de los moderados de la derecha, en todos los ¨²ltimos sondeos. El DS en cabeza colocar¨ªa a moderados, cristianodem¨®cratas y liberales en una posici¨®n muy comprometida ante su electorado. La opci¨®n de gobernar con el apoyo de los ultras, incluso darles alg¨²n ministerio, ha ido madurando en los ¨²ltimos meses. Pero convertir al l¨ªder de la ultraderecha en primer ministro ser¨ªa un paso apenas concebible, ya que respaldar¨ªa una criminalizaci¨®n del inmigrante que repugna a la esencia de los principios democr¨¢ticos europeos. Semejante tesitura es la que ha activado en algunos analistas la posibilidad de una gran coalici¨®n al estilo alem¨¢n entre socialdem¨®cratas y conservadores. Nadie pensaba en algo as¨ª hace apenas unos meses.
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