Nuevo rumbo de la OTAN
Los acuerdos de la cumbre de Madrid refuerzan a la Alianza en la lucha de Europa contra el ataque de Putin a Ucrania
El Concepto Estrat¨¦gico acordado en Madrid por la OTAN sintetiza, 10 a?os despu¨¦s de su ¨²ltima versi¨®n, la nueva orientaci¨®n de la defensa colectiva transatl¨¢ntica. La guerra de Vlad¨ªmir Putin contra Ucrania ha introducido urgencia e intensidad en un debate obligado a la vista de la marcha del mundo y sobre todo tras la aparici¨®n de nuevas amenazas. El n¨²cleo del documento es la declaraci¨®n de Rusia como amenaza directa a la seguridad, la paz y la estabilidad del ¨¢rea euroatl¨¢ntica y la de China como desaf¨ªo a los intereses, los valores y tambi¨¦n la seguridad de los aliados.
Con la identificaci¨®n de estos dos principales peligros estrat¨¦gicos culmina una aproximaci¨®n de 360 grados a la seguridad, de acuerdo con los diversos tipos de amenazas ¡ªh¨ªbridas, cibern¨¦ticas, econ¨®micas¡¡ª, pero tambi¨¦n en clave geopol¨ªtica. Es el caso de las amenazas que radican en el continente asi¨¢tico o las que siendo europeas afectan a todo el planeta, como sucede con las repercusiones de la actual guerra en la econom¨ªa y el comercio globales. Tiene todo el sentido la participaci¨®n de Jap¨®n, Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur en la reuni¨®n donde ya se ha perfilado la ampliaci¨®n de la incidencia global de la OTAN y su compromiso con el ¨¢rea del Indo-Pac¨ªfico.
El mensaje para Mosc¨² no puede ser m¨¢s claro, resumido por la frase del presidente de Estados Unidos, Joe Biden: Putin quer¨ªa una Europa finlandizada y obtiene la otanizaci¨®n de Europa. Es todo un rev¨¦s para Putin, y lo es tambi¨¦n la luz verde de Turqu¨ªa a Finlandia y Suecia, a pesar de los resquemores que puedan suscitar las exigencias de Recep Tayyip Erdogan respecto al terrorismo. La OTAN parece asumir el mal menor de las concesiones a aliados dudosos, o a veces incluso malignos, sea Turqu¨ªa o sea Arabia Saud¨ª, con tal de afrontar el mal mayor.
Sin embargo, tras cerrar filas, impulsar los nuevos despliegues en el flanco oriental y confirmar el incremento del compromiso militar de Estados Unidos con Europa, urge un alto el fuego cuanto antes. El presidente Putin puede leer esta cumbre de la OTAN como una exhibici¨®n de fuerza armament¨ªstica y estrat¨¦gica de Europa, pero el objetivo es la defensa de Ucrania en busca del fin del fuego y de acabar con las secuelas de la guerra en m¨²ltiples lugares del mundo. El camino lo ha marcado la cumbre del G-7 en Baviera al incorporar a cinco pa¨ªses en los que vive una cuarta parte de la humanidad ¡ªArgentina, India, Indonesia, Senegal y Sud¨¢frica¡ª afectada por la crisis inflacionaria, energ¨¦tica y alimentaria.
La realidad del mapa levantado por la cumbre es la de un mundo dividido y polarizado, que exige cerrar filas en defensa de Ucrania y en prevenci¨®n de nuevas agresiones rusas. Pero el final de las hostilidades no se conseguir¨¢ alimentando el embri¨®n de una nueva guerra fr¨ªa, sino buscando una apertura a los pa¨ªses que han visto hasta ahora desde la barrera la agresi¨®n de la Rusia de Putin contra Ucrania, o incluso desde la complicidad t¨¢cita con ¨¦l.
El r¨¦gimen chino, a diferencia de la dictadura de Putin, ofrece m¨¢rgenes para una negociaci¨®n de los desacuerdos y una separaci¨®n de las interdependencias de car¨¢cter estrat¨¦gico. A pesar de su cruel represi¨®n en Xinjiang o de la condenable supresi¨®n de las libertades en Hong Kong, China no ha cruzado el umbral de lo irremediable, como Putin en Ucrania, y especialmente, con matanzas de civiles como en Bucha, ciudades arrasadas como Mariupol o el comportamiento vand¨¢lico y genocida de su ej¨¦rcito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.