El error de excluir el castellano
Los defensores de la exclusi¨®n del castellano, y los que prefieren mirar para otro lado, descubrir¨¢n que esa pol¨ªtica cerril y el desprecio sistem¨¢tico a los derechos de los ciudadanos ni siquiera sirvieron para ayudar al catal¨¢n
Si nadie lo remedia, en ning¨²n colegio de Catalu?a sufragado con fondos p¨²blicos se impartir¨¢ un 25% de clases en castellano este curso. Es lo que ha prometido el consejero de Educaci¨®n de la Generalitat. Las familias que ped¨ªan que sus hijos recibieran unas horas de clase a la semana en la lengua oficial de todo el Estado y la lengua materna de la mayor¨ªa de los catalanes ganaron en los tribunales. Pero, como han explicado Rafael Arenas y Joaquim Coll, los nacionalistas lograron hacer imposible la aplicaci¨®n de la sentencia con una nueva ley que rechazaba el uso de porcentajes en la distribuci¨®n de lenguas (aunque la Generalitat quiere que el 80% de las asignaturas en la Universidad sean en catal¨¢n). En palabras de Coll, el peligro es ¡°que se produzca un retroceso sustancial en relaci¨®n con un pleito en el que est¨¢n en juego derechos fundamentales¡±. Han contribuido la inacci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n y de la Fiscal¨ªa, el apoyo del PSC y En Com¨² Podem a las pol¨ªticas ling¨¹¨ªsticas nacionalistas, la rendici¨®n del Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a y la inhibici¨®n del Gobierno. Escuela de Todos ha convocado este domingo en Barcelona una manifestaci¨®n para protestar contra la exclusi¨®n del castellano. La situaci¨®n es parad¨®jica. Como ha escrito Alberto Penad¨¦s, una Catalu?a independiente no podr¨ªa mantener las pol¨ªticas ling¨¹¨ªsticas actuales a no ser que eligiera seguir el modelo de Visegrado o algo similar. Solo puede realizarlas gracias a la inhibici¨®n del Gobierno central: es decir, al desamparo de los ciudadanos. Familias y organizaciones como Asamblea por una Escuela Biling¨¹e recurren a los tribunales: cualquiera dir¨ªa que para que te reconozcan como interlocutor es m¨¢s eficaz romper la ley que reclamar su cumplimiento. No ayuda que sea un problema de pobres: muchos nacionalistas llevan a sus hijos a colegios privados pluriling¨¹es y muchos castellanoparlantes que se lo pueden permitir escogen la educaci¨®n privada.
Este a?o Espa?a es el pa¨ªs invitado en la Feria del Libro de Fr¨¢ncfort. El 25% de los autores que presenta Espa?a escriben en lenguas cooficiales. Hace unos a?os la invitada fue Catalu?a y solo viajaron autores que escrib¨ªan en catal¨¢n. En un sitio los porcentajes valen; en otros no. En un lugar, reivindicamos la diversidad; en otro, nos incomoda. Es un error, y cada vez ser¨¢ m¨¢s evidente: los defensores de la exclusi¨®n del castellano, y los que prefieren mirar para otro lado, descubrir¨¢n que esa pol¨ªtica cerril y el desprecio sistem¨¢tico a los derechos de los ciudadanos ni siquiera sirvieron para ayudar al catal¨¢n.
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