Hu¨¦rfanos, extraviados y rabiosos
Las parcas se est¨¢n llevando estos meses a muchas personas, pr¨®ximas y lejanas, que te ense?aron a vivir y te ayudaron a entender el mundo
?Malditas estas parcas que llevan unos meses con las guada?as altas y el pulso firme! Ya avisaron de sus prop¨®sitos cuando se llevaron a finales del a?o pasado a Almudena Grandes, pero no han parado desde entonces, como si les urgiera dar a trav¨¦s de se?ales desgarradoras un aviso rotundo e inapelable, que un mundo se est¨¢ acabando, que estamos ya en otra onda. Desde marzo, por no ir muy all¨¢, se han ido John H. Elliott, ...
?Malditas estas parcas que llevan unos meses con las guada?as altas y el pulso firme! Ya avisaron de sus prop¨®sitos cuando se llevaron a finales del a?o pasado a Almudena Grandes, pero no han parado desde entonces, como si les urgiera dar a trav¨¦s de se?ales desgarradoras un aviso rotundo e inapelable, que un mundo se est¨¢ acabando, que estamos ya en otra onda. Desde marzo, por no ir muy all¨¢, se han ido John H. Elliott, Mario Muchnik, Juan Diego, Teresa Berganza, Chete Lera, Ouka Leele, Ray Liotta, Paula Rego, Jos¨¦ Luis Balb¨ªn, Peter Brook, Jos¨¦ Guirao, Manolo Sanl¨²car, Javier Mar¨ªas, William Klein, Jean-Luc Godard. Quiz¨¢ parecen m¨¢s lejanos Mija¨ªl Gorbachov e Isabel II. Y est¨¢n los m¨¢s cercanos, los que se sentaban ¡ªpor as¨ª decirlo¡ª en el pupitre de al lado: Paco Gor, Javier Go?i, Bel¨¦n Cebri¨¢n, Patxo Unzueta, Emilio Ontiveros, Victorino Ruiz de Az¨²a. Para cuantos tuvieron algo que ver con el mundo de los libros en Espa?a, se fue tambi¨¦n Lola Ferreira. Son muchos m¨¢s, claro, pero es que de estos hubo tantos tan pr¨®ximos, o los hicimos nuestros, que es como si te hubieran esculpido el alma.
Los trataste, los le¨ªste, los viste en la televisi¨®n y fuiste testigo de sus cambios, te ense?aron a mirar lo que ocurr¨ªa con sus pel¨ªculas y fotograf¨ªas, algunos quisieron transmitirte que las cosas del pasado tienen un valor y que hay que conservarlas y otros m¨¢s bien te sugirieron que existen situaciones que toca liquidar con urgencia y de manera fulminante, hubo a quienes quisiste parecerte por sus ademanes o su elegancia, su heterodoxia o su inteligencia, de otros obtuviste consuelo, te hicieron tiritar con su m¨²sica, quisieron que supieras del valor de la palabra y de la importancia de escuchar al otro, algunos de ellos exploraron el camino de la sabidur¨ªa, pero sin llamarlo nunca de esa manera tan pomposa, pero vaya si lo hicieron: atrapar el sentido del mundo, tener noticia de la felicidad, descubrir la importancia de lo m¨¢s peque?o.
Cada vez m¨¢s solos, y sin poder dispararle a la muerte para que se quede quieta: de los que estuvieron m¨¢s cerca, en realidad, lo aprendimos todo. Nos impulsaron a intentar la pirueta intelectual m¨¢s ambiciosa y sofisticada, pero tambi¨¦n se ocuparon de que supi¨¦ramos corregir una errata. Muchos de ellos pudieron ser nuestras madres o nuestros padres, pero muchos fueron tambi¨¦n los hermanos y las hermanas mayores.
Y eso es otro cantar, porque en muchos momentos tuvimos que lidiar juntos con lo m¨¢s inmediato. A aquellos que ten¨ªan entre 6 y 12 a?os m¨¢s cre¨ªmos tenerlos calados, pero result¨® que tambi¨¦n eran un misterio. Fueron j¨®venes cuando todav¨ªa exist¨ªa la dictadura, y se implicaron en distintos frentes. Los que ven¨ªamos detr¨¢s ¡ªsalvo los m¨¢s precoces¡ª llegamos a los postres de esa batalla, salimos del capullo un poco antes o un poco despu¨¦s de que se muriera Franco. No siempre hablaron de sus faenas pol¨ªticas y de la factura que tuvieron que pagar. Pero les toc¨® hacer un viaje complicado: el de ajustar sus grandes prop¨®sitos al marco m¨¢s modesto de la democracia. Lo hicieron con generosidad, lucidez y humor. Con contradicciones, mucha curiosidad, siempre implicados en la marcha del mundo, sin queja alguna. ?Malditas parcas!: ahora levantamos la mirada y ya no est¨¢n.