?Cu¨¢ntas bolsas de tela tienes en casa?

¡°Abro el mel¨®n de las Tote Bags¡±, escribi¨® este lunes el cantante y agitador folcl¨®rico Rodrigo Cuevas en su cuenta de Twitter. El mensaje estaba acompa?ado de un v¨ªdeo en el que explicaba por qu¨¦ ya no inclu¨ªa bolsas de tela en su merchandising. Celebr¨® el momento en que empezaron a venderse: ¡°?Qu¨¦ bien! El fin de las bolsas de pl¨¢stico¡±. Todos lo hicimos. Estas bolsas de tela resultan ¨²tiles tanto para el uso diario como para transportar la compra. ¡°Pero claro¡±, a?ad¨ªa mientras mostraba sus brazos con incontables bolsas colgadas, ¡°ahora tenemos todas estas Tote Bags cada uno en casa y ?sab¨¦is la contaminaci¨®n que supone producir todo este textil? Este algod¨®n no sabemos d¨®nde est¨¢ producido, d¨®nde est¨¢ tejido, d¨®nde est¨¢ te?ido... ?Cre¨¦is que esto es m¨¢s ecol¨®gico que el pl¨¢stico?¡±, pregunt¨® el m¨²sico, antes de concluir que no puede vender este tipo de accesorios mientras no se fabriquen con telas recicladas, ya que as¨ª resulta insostenible para el planeta.

El v¨ªdeo de Cuevas consigui¨® el aplauso de muchos seguidores, que aportaron ejemplos de mal uso de objetos presuntamente ecol¨®gicos. Javi Polo tuite¨®: ¡°Maravilloso mel¨®n este, como el de las pajitas de cart¨®n o las bolsas de papel. En ecolog¨ªa no hay material malo, lo que hay es mal uso, marketing, poca reutilizaci¨®n y un consumismo excesivo que deriva en m¨¢s residuos. Ah, y mucha tinta... Pero mucha¡±.

@ann_yu citaba el mensaje del m¨²sico mientras recordaba la regla de las tres R de la ecolog¨ªa: ¡°Se necesitan miles de usos para compensar la producci¨®n de una bolsa de tela. Hemos pasado de la bolsa de las bolsas de pl¨¢stico a la de las bolsas de tela crey¨¦ndonos muy sostenibles cuando lo primero que hay que hacer es reducir y luego reutilizar¡±. Otro usuario enlazaba un hilo publicado hace unos d¨ªas por Leo Barasi, autor de The Climate Majority, sobre el uso ecol¨®gico de estas bolsas, donde concluye que no hay que emplearlas 20.000 veces, como se dice, para que sean rentables, sino que hay que hacerlo unas 130 veces para que su producci¨®n tenga un impacto similar al de una bolsa de pl¨¢stico.

Los seguidores de Cuevas preguntaron por alternativas: ¡°Tener las que necesitamos. Pero a¨²n mejor alternativa: la cester¨ªa artesanal de proximidad¡±, respondi¨®. Quiz¨¢ ya sea tarde para frenar la sobreproducci¨®n de bolsas de tela y evitar el efecto que supone su fabricaci¨®n, pues ya las tenemos entre nosotros y basta una b¨²squeda en Google para que las cookies te ense?en todos los dise?os habidos y por haber, pero podr¨ªamos tratar de comprar solo las que necesitemos de verdad. Y estar¨ªa bien que hici¨¦ramos lo mismo con el resto de ropa y accesorios que adquirimos a veces compulsivamente. Debemos comprar de forma consciente y conociendo el origen de los productos: es la necesaria transparencia y trazabilidad que cita el blog Moda Sostenible de Slow Fashion Next y a la que tambi¨¦n se refiere la periodista Marta D. Riezu en La moda justa (Anagrama): ¡°Los consumidores confiamos en que las marcas se ocupen de hacer las cosas bien. Leemos aqu¨ª y all¨¢ palabras (ecol¨®gico, org¨¢nico, reciclado) que nos tranquilizan. Olvidamos esa herramienta diab¨®lica de marketing llamada greenwashing¡±. En ese breve ensayo, Riezu da espacio a los datos de la industria de la moda: ¡°Provoca el 10% de las emisiones mundiales de carbono. Es la segunda manufactura que m¨¢s agua consume y la responsable del 20% de la poluci¨®n de los oc¨¦anos. [...] En Europa, cada persona compra cada a?o unos 40 art¨ªculos; vestir¨¢ cada pieza una media de 10 veces antes de deshacerse de ella. Es una pincelada con brocha gorda (abarca edades, pa¨ªses, rentas muy diferentes), pero sirve para hacerse una idea¡±.

Siguiendo con cifras: ?cu¨¢ntas bolsas de tela tienes en casa? Yo, unas 10: un par compradas; las otras me las han regalado en eventos a los que he asistido. Uso dos.