Futbolistas desencantadas
La renuncia a la selecci¨®n nacional de 15 jugadoras delata la deficiente gesti¨®n federativa de sus disensiones deportivas
La crisis abierta hace tres semanas entre las jugadoras de la selecci¨®n absoluta de f¨²tbol y su entrenador, Jorge Vilda, lleg¨® el jueves a un punto extremo. La Federaci¨®n hizo p¨²blico un comunicado en el que mezclaba la prepotencia, el desd¨¦n y la amenaza para reprobar el rechazo de 15 de sus jugadoras a acudir a la selecci¨®n absoluta. Las futbolistas hab¨ªan enviado un correo electr¨®nico al organismo federativo en el que se?alaban que ¡°los ¨²ltimos acontecimientos¡± en la selecci¨®n estaban afectando a su estado emocional y a su salud y, en consecuencia, ped¨ªan no ser convocadas ¡°hasta que esta situaci¨®n no sea revertida¡±.
El problema arranca de atr¨¢s y no parece que las dotes de gesti¨®n del presidente federativo, Luis Rubiales, hayan brillado a gran altura para amortiguar o reconducir un malestar notorio de varias de las mejores jugadoras del equipo (respaldadas por Alexia Putellas) y que ha acabado conduciendo a una situaci¨®n envenenada: los despachos o la mesa de negociaci¨®n hubieran sido el lugar propio para resolver el conflicto. Jorge Vilda est¨¢ en el cargo desde 2015 y fue renovado hasta 2024 poco antes de la Eurocopa ¡ªla selecci¨®n qued¨® descabalgada en los cuartos de final¡ª. Las jugadoras hab¨ªan expresado ya repetidamente a la Federaci¨®n su disconformidad con sus t¨¦cnicas de entrenamiento y tambi¨¦n con los niveles de control personal al que las somet¨ªa en las concentraciones. Tratar como una pataleta infantil el desacuerdo de 15 jugadoras del equipo nacional, muchas de ellas hoy en activo en ligas internacionales, incurre en un menosprecio temerario por parte de la Federaci¨®n. El viernes hicieron p¨²blico un comunicado que ratificaba su compromiso con la selecci¨®n y reclamaba una ¡°apuesta decidida¡± por un proyecto m¨¢s ambicioso, menos conformista y m¨¢s profesional.
La mediaci¨®n inteligente, respetuosa y operativa deb¨ªa haber sido la ¨²nica respuesta ante los reiterados avisos de las futbolistas sobre su disconformidad con Vilda. La prepotencia que desprende el comunicado de la Federaci¨®n delata una notoria incapacidad para gestionar el deporte de primer nivel, sumada a otras actuaciones cuestionables de Rubiales ante situaciones complejas. El despido del seleccionador de f¨²tbol masculino Julen Lopetegui dos d¨ªas antes de iniciarse el Mundial de Rusia en 2018 no fue la decisi¨®n mejor meditada. El hecho de que sea la Federaci¨®n quien tenga la responsabilidad de escoger al entrenador y al cuerpo t¨¦cnico no es incompatible con escuchar las quejas de un equipo de f¨²tbol que aspira a m¨¢s con jugadoras procedentes de clubes con largo recorrido y una madurez profesional asentada. La situaci¨®n ha estado mal conducida desde el principio, pero arriesgarse adem¨¢s a hacer un rid¨ªculo global (el 7 de octubre, Espa?a se enfrenta a Suecia en C¨®rdoba) deber¨ªa estar fuera del horizonte de actuaci¨®n de un presidente de la Federaci¨®n.
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