Las agendas antirracistas y la humanidad de la sociedad brasile?a
Si salimos de este proceso electoral con pocos candidatos negros con mandatos efectivos ser¨¢ una derrota monumental para el pa¨ªs
James Baldwin sol¨ªa decir en relaci¨®n con el racismo: ¡°La tragedia es que a la mayor¨ªa de los que dicen que les importa, no les importa¡±. Les importa, en realidad, su propia seguridad y su propio beneficio. Por lo tanto, creo que los brasile?os debemos centrarnos en la tarea democr¨¢tica, a la vez dif¨ªcil y fundamental, de construir mayor¨ªas, cuantitativas y morales, comprometidas con la reparaci¨®n y el desmantelamiento de las injusticias raciales y de g¨¦nero.
Es imposible pensar en la democracia en Brasil sin relacionarla con las desigualdades raciales, al mismo tiempo que hay que destacar que antirracismo es reconocer que todos estamos en riesgo, que la sociedad brasile?a pierde su humanidad cuando permite que se perpet¨²en esas desigualdades. Al fin y al cabo, en un sistema pol¨ªtico en el que casi todos los adultos votan, pero en el que el conocimiento ¡ªel capital cultural¡ª, la riqueza, la posici¨®n social y el acceso al poder no est¨¢n bien distribuidos, ?qui¨¦n gobierna en realidad? Adem¨¢s, en una sociedad que instrumentaliza los cuerpos negros (pol¨ªtica y econ¨®micamente) ?c¨®mo ser¨ªa posible revertir las injusticias hist¨®ricas a trav¨¦s de pol¨ªticas p¨²blicas antirracistas y de reparaci¨®n sin contar con congresistas comprometidas con estas agendas?
En la ¨²ltima d¨¦cada, los movimientos negros de resistencia se han convertido en capital pol¨ªtico-institucional, pero siempre desde una perspectiva de disidencia: por eso las elecciones de este a?o son fundamentales para las poblaciones negras brasile?as. La sociedad brasile?a tiene un momento hist¨®rico para demostrar su compromiso con las agendas antirracistas. Es el momento de demostrar si tenemos mayor¨ªas ¡ªcuantitativas y morales¡ª comprometidas con revertir las desigualdades raciales hist¨®ricas. Si salimos de este proceso electoral con pocos candidatos negros con mandatos efectivos, no significar¨¢ una derrota para los movimientos negros, sino una derrota monumental para la sociedad brasile?a. Al fin y al cabo, no es posible transformar los reg¨ªmenes de desigualdad sin lucha pol¨ªtica, sin un posicionamiento franco y p¨²blico. Y eso significa afrontar el siguiente problema, el de la distribuci¨®n del poder, una forma pr¨¢ctica de promover cambios estructurales urgentes en la sociedad brasile?a.
Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, la Coalici¨®n Negra por los Derechos, que podemos considerar como la principal voz de los movimientos negros brasile?os en la actualidad y que cuenta con m¨¢s de 200 organizaciones, puso en la calle la iniciativa Quilombo en los Parlamentos: una lista de 120 candidaturas de personas negras comprometidas con agendas antirracistas distribuidas en todo el pa¨ªs. Quilombo en los Parlamentos es mucho m¨¢s que una lista. Es la materializaci¨®n de d¨¦cadas de lucha de los movimientos negros, que no ven las elecciones como un fin, sino como un medio hacia pol¨ªticas y procesos de reparaci¨®n hist¨®rica, ya que la desigualdad racial es y ser¨¢ siempre una limitaci¨®n para cualquier proyecto real de democracia que vaya m¨¢s all¨¢ de la mera formalidad, para cualquier proyecto de democracia que proyecte la ciudadan¨ªa m¨¢s all¨¢ del mero estatus pol¨ªtico o legal.
Una democracia que tenga como uno de sus principales objetivos revertir las desigualdades que afectan a todos los brasile?os debe tener en su horizonte el hecho de que estas desigualdades afectan a los negros de forma mucho m¨¢s violenta en el trato institucional, en la violencia policial, en el encarcelamiento masivo, en la ausencia de representatividad pol¨ªtica y social.
Para tratar de responder a la pregunta de si esta elecci¨®n puede cambiar las cosas para los ciudadanos negros de Brasil, hay que decir que estamos hablando de un pa¨ªs que considera normal que miles de j¨®venes negros mueran v¨ªctimas de la violencia al a?o, que millones de personas pasen hambre o que cientos de miles est¨¦n en situaci¨®n de calle; o que afronta con tranquilidad el hecho de que, mientras el feminicidio de las mujeres blancas desciende, el de las mujeres negras sigue creciendo.
Por lo tanto, la pregunta ser¨ªa: ?Pueden estas elecciones cambiar la sociedad brasile?a? Y la respuesta ser¨ªa: en una sociedad en la que los negros tienen que elegir entre morir enfermos, de hambre o asesinados por la polic¨ªa, lo que est¨¢ en juego es cu¨¢nto m¨¢s est¨¢ dispuesta la sociedad brasile?a a sacrificar su humanidad.
Marcio Black es polit¨®logo y coordinador de proyectos en el Instituto de Referencia Negra Peregum, organizaci¨®n que forma parte de la Coalici¨®n Negra por los Derechos.
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