Las elecciones en Brasil definen el futuro de la Amazonia
En un mundo que est¨¢ despertando a la dura realidad del cambio clim¨¢tico, la Amazon¨ªa ser¨¢ uno de los principales temas en la esfera internacional para el futuro presidente del pa¨ªs
Un refr¨¢n popular dice que donde hay humo, hay fuego. Pero en el caso de la Amazon¨ªa esto no es siempre una verdad innegable. La mayor¨ªa de las veces, el humo de los incendios visto por los sat¨¦lites no revela la intrincada red de relaciones econ¨®micas que desde hace 50 a?os empuja al mayor bosque tropical del mundo hacia el colapso.
Los cient¨ªficos advierten que si la deforestaci¨®n de la Amazon¨ªa sigue creciendo, llegar¨¢ un momento en que el bosque, tan degradado, perder¨¢ su capacidad de regeneraci¨®n. Si se alcanza este punto de no retorno, las opciones globales para combatir el cambio clim¨¢tico ser¨¢n a¨²n m¨¢s limitadas.
La deforestaci¨®n se ha disparado en los a?os del gobierno de Bolsonaro. Los ¨ªndices de destrucci¨®n son los m¨¢s altos de los ¨²ltimos 15 a?os. Es un term¨®metro de los trastornos econ¨®micos y sociales en la Amazon¨ªa. Estas cifras son se?ales inequ¨ªvocas de las disputas por la tierra, la ocupaci¨®n irregular de territorios ind¨ªgenas y la apertura de nuevas zonas para la miner¨ªa ilegal.
Muchos nos preguntamos por qu¨¦ se sigue permitiendo la tala y quema de miles de hect¨¢reas de bosque cada a?o en Brasil. ?Qui¨¦nes son los que fomentan que los r¨ªos de la regi¨®n sean dinamitados y contaminados por mineros clandestinos que avanzan con violencia contra los ind¨ªgenas y los defensores del medio ambiente? Despu¨¦s de todo, ?qui¨¦nes son los que llevan esta llama de destrucci¨®n?
Tras la primera vuelta de las elecciones para presidente, gobernadores y parlamentarios en Brasil, es posible encontrar algunas respuestas. Est¨¢ claro que este ecocidio cuenta con un amplio apoyo entre los votantes brasile?os. Varios de los gobernantes y congresistas m¨¢s votados este 2 de octubre son representantes de lo que se conoce como la pol¨ªtica del buey, la bala y la Biblia. Es decir: pol¨ªticos que est¨¢n en el Congreso para defender la expansi¨®n de la agricultura y la ganader¨ªa y la creaci¨®n de milicias armadas en el campo. Todo en nombre de Dios, por supuesto.
No hay duda de que la bancada de diputados y senadores elegidos por el partido de Bolsonaro y su coalici¨®n de derecha buscar¨¢ imponer enormes retrocesos en la legislaci¨®n sobre protecci¨®n del medio ambiente. Algunos temas que ya est¨¢n en la agenda de votaci¨®n del actual Congreso ¡ªen particular la apertura de las tierras ind¨ªgenas a la miner¨ªa¡ª deber¨ªan ganar apoyo para ser aprobados.
En la disputa por la presidencia, Bolsonaro, como m¨¢ximo ¨ªcono de esta econom¨ªa destructiva, sigue en l¨ªnea con la ideolog¨ªa de los militares brasile?os y perpet¨²a el pensamiento que trata a la Amazon¨ªa como una colonia. Este es el modelo vigente desde la dictadura militar (por no decir desde el reinado portugu¨¦s): la selva como potencia para la producci¨®n de materias primas minerales y agr¨ªcolas.
La segunda vuelta entre Bolsonaro y el expresidente Lula, que hasta ahora lidera las intenciones de voto, ser¨¢ una de las oportunidades m¨¢s importantes para debatir cu¨¢l es el camino para el desarrollo de la Amazon¨ªa en los pr¨®ximos a?os.
La imagen de Brasil est¨¢ ligada a la protecci¨®n de la Amazon¨ªa. En un mundo que est¨¢ despertando a la dura realidad del cambio clim¨¢tico, me atrevo a decir que, para el pr¨®ximo presidente del pa¨ªs, la Amazon¨ªa ser¨¢ el tema principal en la esfera internacional y ocupar¨¢ un gran espacio en las discusiones en el Congreso y, por tanto, en el debate p¨²blico.
Podemos agrupar los desaf¨ªos en tres grandes temas que har¨¢n que el futuro gobierno sea central para el futuro de la regi¨®n: (1) la transparencia en los datos de deforestaci¨®n y la conexi¨®n de estos ¨ªndices con la competitividad internacional de los productos brasile?os (2) la lucha contra los delitos ambientales y sus ramificaciones en la miner¨ªa y el acaparamiento de tierras en territorios ind¨ªgenas (3) la promoci¨®n de una econom¨ªa alternativa en alianza con los pueblos ind¨ªgenas y las poblaciones tradicionales.
Una posible victoria de Lula representa la esperanza de que la Amazon¨ªa no llegue al punto de no retorno. En su programa de gobierno, el expresidente habla de fomentar la bioeconom¨ªa, favoreciendo la investigaci¨®n y el desarrollo de productos farmac¨¦uticos e industrializados en la Amazonia. Tambi¨¦n habla de prohibir toda actividad minera ilegal ¡ªlos infames garimpos¡ª dentro de los territorios ind¨ªgenas.
Estos son signos alentadores. Esta esperanza, sin embargo, debe ser recogida con altas dosis de pragmatismo, teniendo en cuenta el tama?o y la complejidad de la Amazon¨ªa. La realidad es que todav¨ªa no existe una alternativa de escala o al menos tan atractiva como la producci¨®n de carne, soja, madera y aceite de palma. Estos bienes, aunque se obtengan a costa de millones de ¨¢rboles nativos, son de hecho los motores de la econom¨ªa amaz¨®nica.
Lo que vimos en los cuatro a?os de gobierno de Bolsonaro fue una cortina de humo. No se han abordado los principales problemas de la regi¨®n. Como presidente, opt¨® por atacar el consenso que existe sobre la necesidad detener la deforestaci¨®n y defendi¨® ¨²nicamente la soberan¨ªa de Brasil sobre la Amazonia. Y lo que es peor, lo hizo con informaciones falsas, teor¨ªas conspirativas y datos rid¨ªculos, acusando siempre a los que defienden el bosque como c¨®mplices de ¡°intereses internacionales¡±.
La ¡°guerra de relatos¡± (como la califica el propio Bolsonaro) le ha reportado dividendos pol¨ªticos en el Congreso y entre una parte de la poblaci¨®n brasile?a. De los nueve Estados amaz¨®nicos, solo tres ¡ªAmazonas, Par¨¢ e Maranh?o¡ª votaron mayoritariamente por Lula.
Sin embargo, el ¨¦xito interno de Bolsonaro a¨ªsla a Brasil en los foros internacionales. El actual presidente se jacta de que el mundo habla de la Amazonia sin conocerla. En una de las muchas pantomimas que ha creado para fundamentar sus delirantes discursos, ha llevado a diplom¨¢ticos y agregados de embajadas a ¡°visitar¡± la Amazon¨ªa y, all¨ª, presentarles su versi¨®n de los hechos, la de que Brasil es el pa¨ªs m¨¢s preservado en todo el mundo.
Esta buena voluntad en el adoctrinamiento de los extranjeros no se materializ¨® en la voluntad de debatir y tomar medidas para detener la destrucci¨®n desenfrenada. Se desmantelaron todos los esfuerzos para combatir la ilegalidad. Su promesa de campa?a, la desmovilizaci¨®n de los organismos de protecci¨®n del medio ambiente y la falta de garant¨ªas de los derechos ind¨ªgenas, se ha cumplido.
Uno de los mayores retos ser¨¢ recuperar la capacidad de inspeccionar y castigar los delitos medioambientales. La econom¨ªa de las ilegalidades parece haber cristalizado en la Amazon¨ªa. Desde los asesinatos de Bruno Pereira y Dom Phillips, ha quedado claro el dominio del crimen organizado, incluso en zonas remotas de la regi¨®n.
Otro gran reto es la aparici¨®n de barreras comerciales a los productos brasile?os. La nueva ley de la Uni¨®n Europea para frenar la importaci¨®n de mercanc¨ªas producidas con violaciones del medio ambiente ser¨¢ una realidad muy pronto. Ya ha sido aprobada por el Parlamento Europeo y ahora ser¨¢ regulada. Esto requerir¨¢ la coordinaci¨®n con los productores agr¨ªcolas en el seguimiento y control de la deforestaci¨®n.
Las dificultades ser¨¢n enormes, pero tambi¨¦n las oportunidades. Los empresarios del agronegocio que apoyaron y siguen apoyando a Lula no son pocos. La agenda positiva para Brasil, por tanto, puede ser inmediata. Con Lula, lo que podemos esperar es la reanudaci¨®n del Fondo Amaz¨®nico, una de las iniciativas m¨¢s positivas que han surgido de las negociaciones sobre el clima. Encabezados por Noruega, varios gobiernos europeos han apoyado medidas para combatir la deforestaci¨®n.
El retorno de la cooperaci¨®n internacional ser¨¢ sin duda el resultado m¨¢s r¨¢pido. La agenda medioambiental sigue situando, al menos en el discurso, a Estados Unidos, China y Europa en el mismo bando. Lula puede convertirse, junto con Gustavo Petro, en el mayor portavoz de la protecci¨®n de la Amazon¨ªa; y de hecho, protegerla demarcando nuevos territorios ind¨ªgenas y prohibiendo la miner¨ªa ilegal.
Los gobiernos que transmiten esperanza en el mundo actual son los que se abren a la pluralidad. Aunque este es el gran temor del bolsonarismo y de los militares que lo apoyan, el reconocimiento de la diversidad de culturas y formas de vida ya est¨¢ presente en la Constituci¨®n de Brasil y es la gran, la verdadera riqueza de la Amazon¨ªa.
Gustavo Faleiros es editor de investigaci¨®n medioambiental del Centro Pulitzer y cofundador de InfoAmazonia.org
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