Claudia Ulloa Donoso, una adicci¨®n
En esta entrega de ¡®Letras Americanas¡¯, el bolet¨ªn sobre literatura latinoamericana de EL PA?S Am¨¦rica, Emiliano Monge escribe sobre la deslumbrante narrativa de la autora peruana
Hace no mucho, querido lector, escrib¨ªa ac¨¢ sobre los libros a los que uno vuelve de tanto en tanto, para encontrarse con viejas sensaciones.
Esto supon¨ªa que entre la lectura de una novela o de una antolog¨ªa de cuentos deb¨ªa mediar un lapso m¨¢s o menos importante, el tiempo que uno pensar¨ªa necesario para que vuelvan a gestarse y germinar la sorpresa y el asombro. Pero la verdad es que hay otra posibilidad: la relectura inmediata.
Es mucho menos com¨²n, por lo menos para m¨ª, pero cuando esto me sucede, cuando un libro que acabo de terminar me obliga de manera inmediata a volver a su primera p¨¢gina y empezar de nueva cuenta, quedan claros, como menos, dos asuntos: que uno, en tanto lector, acaba de encontrar algo completamente diferente a lo que conoc¨ªa o que cre¨ªa posible y que uno, como persona, acaba de adquirir una nueva filiaci¨®n, tanto de la mente como del cuerpo.
Volver a la primera p¨¢gina
La pen¨²ltima vez que esto me sucedi¨®, es decir, la pen¨²ltima vez que me descubr¨ª volviendo a empezar, como un aut¨®mata, el libro que ten¨ªa entre las manos, fue hace casi cuatro a?os, apenas termin¨¦ de leer Pajarito, el bell¨ªsimo, deslumbrante y renovador libro de relatos de Claudia Ulloa Donoso. ?C¨®mo chingados puede ser posible que esta cabrona haga esto: ocultar lo mismo que muestra? Peor: ?c¨®mo carajos es que mi idioma puede tambi¨¦n servir para hacer esto: expresar, al tiempo que calla, erigirse en toda su dimensi¨®n, pero en una direcci¨®n que no hab¨ªa explorado, al tiempo que se descubre asediado por el resto de lenguajes y sonidos del planeta?
Estas preguntas, adem¨¢s de muchas otras, de much¨ªsimas m¨¢s ¡ªla mayor¨ªa, referidas a esa proeza que es contarlo todo sin apenas contar, de conmover hasta la m¨¦dula sin mover m¨¢s que tres o cuatro cosas del mundo, cosas en apariencia diminutas: ¡°Fuera del agua, los peces no mueren por falta de ox¨ªgeno, ya que el aire contiene grandes cantidades, a¨²n m¨¢s que el agua; los peces mueren porque su sistema respiratorio se cierra: las agallas se pegan unas contra otras. El agua permite que el ox¨ªgeno fluya a trav¨¦s de ellas, pero el aire las cierra. Los peces mueren sofocados, atragantados de aire¡±¡ª, fueron las que me llevaron de regreso a la primera p¨¢gina, pero fue esa primera p¨¢gina, antes que la siguiente, la de despu¨¦s y la que volv¨ª a leer entonces, la que inaugur¨® mi nueva adicci¨®n.
La adicci¨®n y los perros
A estas alturas, no s¨¦ cu¨¢ntas veces habr¨¦ rele¨ªdo los relatos de Pajarito ¡ªalgunos m¨¢s que otros, obviamente¡ª, pero s¨¦ que mi adicci¨®n era digna de premio. Lo que no esperaba era que ese premio fuera realmente a cristalizar y que lo hiciera en forma de otro libro: Yo mat¨¦ a un perro en Rumania, la primera novela de Ulloa Donoso, esa escritora peruana que vive, desde hace varios lustros, en la parte del c¨ªrculo polar que pertenece a Noruega, que da clases de idiomas, que a veces trabaja en una veterinaria, que compone sinfon¨ªas a partir de los huecos en las cortezas de los abedules y que parecer¨ªa haber escrito, antes, docenas de novelas, por lo que hizo con esta.
Pero hablaba de adicciones: no es que me curara, obviamente, cuando termin¨¦ Yo mat¨¦ a un perro en Rumania y volv¨ª, pose¨ªdo por el embrujo de mi propia lengua renaciendo, de una imaginaci¨®n inagotable y de esa humanidad tan animal que de nuevo encontr¨¦ en sus p¨¢ginas, a la primera, la siguiente y la de despu¨¦s; es que recib¨ª una droga m¨¢s potente y dulce ¡ªcomo pasar de la morfina al fentanilo¡ª: en esta novela, que empieza narrando el fantasma de un perro, la precisi¨®n, que de nuevo esconde la potencia de la ambig¨¹edad, a?ade la de la ubicuidad ¡ªdue?a del tiempo, en sus relatos, Ulloa Donoso se descubre ac¨¢ due?a de la espacialidad¡ª, y la contenci¨®n es de golpe un grito silencioso.
Mi fentanilo personal
Como buen adicto, doy por sentado el motivo de mi enfermedad: no he dicho que Yo mat¨¦ a un perro en Rumania ¡ªque empieza, en realidad, luego de que el perro explique que, tras la muerte, los humanos pierden el habla y los animales la ganan¡ª me enganch¨® a su ensue?o ¡ªa veces luminoso, otras oscuro y fr¨ªo: su protagonista, al borde del quiebre, se deja arrastrar por un amigo a un viaje incierto, pero inevitable que los llevar¨¢ a Rumania y Moldavia, al tiempo que recorre diversos ecosistemas emocionales¡ª porque desnuda la fragilidad de los hilos que unen nuestro mundo interior con el mundo.
Por eso y porque despliega un sinn¨²mero incre¨ªble de matices ¡ªla obra de Ulloa Donoso es un Pantone que despliega todos los grises posibles¡ª, con una destreza verbal asombrosa y poderos¨ªsima, como si fuera cualquier cosa: ac¨¢ est¨¢n todas las temperaturas del alma, el cuerpo, el deseo, las secreciones, los anhelos y los temores. Ac¨¢ est¨¢n, tambi¨¦n, todas las posibilidades del ritmo, las palabras, el silencio, las im¨¢genes, los gestos, los sentidos.
Y est¨¢n, como si nada, revueltos, devueltos, en realidad, a su origen, a ese magma en el que alguna vez fueron uno, los contrarios: vitalidad y desesperanza, encuentro y desencuentro, ideal y rechazo, enfermedad y salud, realidad y ficci¨®n.
?C¨®mo no ser adicto a todo esto?
Coordenadas
El primer libro de Claudia Ulloa Donoso, Pajarito, ha sido publicado por diversas editoriales: Estruendomudo, Laurel, Pepitas de Calabaza y Almad¨ªa. Su primera novela, Yo mat¨¦ a un perro en Rumania, se encuentra en edici¨®n de Almad¨ªa.
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