Debate en el Senado
S¨¢nchez se centra en la defensa del Estado del bienestar mientras Feij¨®o carga contra la deuda p¨²blica
El debate del martes entre Pedro S¨¢nchez y Feij¨®o en el Senado termin¨® de nuevo sin ninguna reflexi¨®n del l¨ªder de la oposici¨®n y aspirante al Gobierno sobre la excepcionalidad cr¨ªtica de la situaci¨®n que viven Espa?a y Europa tras los efectos de la pandemia y la guerra en Ucrania lanzada por Putin (y causa inmediata del coste disparado de la energ¨ªa y del empeoramiento de la inflaci¨®n). Quiz¨¢ esa elusi¨®n persistente del grav¨ªsimo contexto internacional explica que exhibiese como ¨²nica propuesta un brindis al sol en forma de retirada de los Presupuestos Generales del Estado, con el chiste a?adido de llamarlos ¡°hipotecas generales del Estado¡±. S¨¢nchez, en una intervenci¨®n sin apenas novedades, volvi¨® a hacer una detallada enumeraci¨®n de los paquetes destinados a aliviar los efectos de la guerra en la que denomin¨® ¡°mayor¨ªa social y la gente de a pie¡±. El presidente evit¨® esta vez el choque personal y se centr¨® en reivindicar el liderazgo de Espa?a en la discusi¨®n sobre el modelo el¨¦ctrico en Europa, en su sinton¨ªa sobre los impuestos a las el¨¦ctricas con la conservadora presidenta de la Comisi¨®n Europea, Von der Leyen, y en el contraste de modelos de gesti¨®n y de pa¨ªs. Defendi¨® insistentemente la necesidad de obtener recursos para garantizar el Estado del bienestar y ahond¨® en las diferencias entre la gesti¨®n de esta crisis y de la pandemia ¡ª¡±doblegamos la curva de los contagios y doblegaremos la de la inflaci¨®n¡±¡ª con la que gestion¨® el PP tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Feij¨®o respondi¨® con aspereza, con un discurso m¨¢s estructurado que el de su primer cara a cara con el presidente del Gobierno. Arremeti¨® personalmente contra S¨¢nchez, a quien lleg¨® a acusar de hacer el rid¨ªculo o de llegar al Gobierno a lomos de una mentira ¡ªno aclar¨® si se refer¨ªa a la moci¨®n de censura o a la sentencia de la G¨¹rtel¡ª y sin que elevara el debate argumentalmente m¨¢s all¨¢ de considerar que todo lo que se hizo bien en la pandemia lo hicieron las comunidades aut¨®nomas y todo lo que se hizo y se hace mal corre a cargo del Gobierno central. Volvi¨® a decirle a S¨¢nchez que solo piensa en permanecer en la Moncloa mientras desgranaba un discurso con la vista puesta en ocuparla ¨¦l. Nada invita a pensar que sea posible en nuestro pa¨ªs un debate sobre el momento hist¨®rico que vive el mundo, y sus consecuencias para Espa?a, con el contraste realista y pormenorizado de las alternativas para gestionarlo. Ni S¨¢nchez respondi¨® al modelo portugu¨¦s que Feij¨®o esgrim¨ªa ¡ªpacto de rentas que incluye salarios y pensiones¡ª ni Feij¨®o hizo acuse de recibo de la debacle financiera y pol¨ªtica del Reino Unido con la rebaja generalizada de impuestos que el PP preconiza aqu¨ª. La onda expansiva del caos en Londres obr¨® el milagro de que el crecimiento de la deuda p¨²blica desplazara en el discurso del l¨ªder popular el papel central que hasta ahora hab¨ªan ocupado las rebajas fiscales.
La buena noticia que deja la sesi¨®n de ayer en el Senado es que no pareci¨® romperse nada que ponga en peligro la negociaci¨®n que los dos partidos mayoritarios tienen en marcha para renovar de una vez el CGPJ y el Tribunal Constitucional. El presidente lleg¨® a mencionarlo para pedir que esa negociaci¨®n trascendental se dejara al margen del fragor del debate y el l¨ªder de la oposici¨®n ni siquiera hizo alusi¨®n al asunto que puede convertirse en el primer pacto que protagonicen.
Hubo una segunda buena noticia, la revitalizaci¨®n del Senado. S¨¢nchez ha renunciado a la ventaja que representa el hecho de que Feij¨®o no sea diputado y parece institucionalizarse que se midan en la C¨¢mara alta, con mayor flexibilidad el martes en el uso de los tiempos por parte del presidente, Ander Gil.
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