Atraco a la libanesa
Una arquitecta de interiores de 28 a?os se ha visto obligada a atracar un banco para poder retirar su propio dinero y as¨ª ayudar a su hermana enferma de c¨¢ncer. Twitter celebra su hero¨ªsmo
Eran las 10:30 de la ma?ana cuando el pasado 14 de septiembre, Sali Hafez, una dise?adora de interiores libanesa de 28 a?os, decidi¨® retirar dinero del banco donde ten¨ªa depositados 20.000 d¨®lares. En un mundo normal, Hafez hubiera entrado en el Blom Bank, se hubiera acercado a la ventanilla, o habr¨ªa pedido hablar con su consejero, y al cabo de unos minutos, hubiera abandonado el local, tan pancha, con su dinero en el bolsillo. Pero Hafez vive en el pa¨ªs de los cedros, donde desde la crisis econ¨®mica y financiera de 2019 retirar fondos es casi imposible o solo a cuentagotas. Por lo que tuvo que hacerlo a la libanesa, o sea, atracando su propio banco. En el v¨ªdeo difundido en las redes, se ve a la joven subida a una mesa, pistola en la mano, reclamando a gritos poder acceder a sus ahorros para pagar el tratamiento de su hermana, que se est¨¢ muriendo de c¨¢ncer en el hospital. A continuaci¨®n, Hafez llena su bolso de d¨®lares ¡ª13.000¡ª y sale escoltada por otros clientes del banco que parecen apoyarla. Afuera, en la calle, varios curiosos observan la escena. R¨¢pidamente, una concentraci¨®n se forma frente al banco para expresar su solidaridad y admiraci¨®n hacia la que se ha convertido en la nueva hero¨ªna del pueblo.
¡°Respect¡±, escribe sencillamente un tuitero que comparte la foto ya viral de Hafez de pie sobre la mesa, armada ¡ªse sabr¨ªa luego que se trataba de una pistola de pl¨¢stico¡ª, y vestida toda de negro, en modo comando. ¡°Fuerza para ti¡±, tuitea un hombre junto a la fotograf¨ªa de la hermana de Hafez, visiblemente demacrada, en una cama de hospital. ¡°Ella no es ninguna delincuente. Son los bancos y los pol¨ªticos los criminales¡±, denuncia otro usuario.
Respect.#salihafez pic.twitter.com/wreNda320U
— Oxymel (.¦®th / .tez) ?? (@oxymeltez) September 16, 2022
En un pa¨ªs gangrenado por la corrupci¨®n de las ¨¦lites pol¨ªticas y econ¨®micas, donde el Estado dimisionario ya ni es capaz de asegurar las condiciones b¨¢sicas de una vida m¨ªnimamente digna a su poblaci¨®n y cuenta con cuatro de cada cinco de sus habitantes viviendo por debajo del umbral de pobreza, seg¨²n la ONU, hacerse justicia uno mismo se ha vuelto la opci¨®n m¨¢s leg¨ªtima y racional. La crisis econ¨®mica, agravada por la explosi¨®n del puerto de la capital en agosto de 2020 y la pandemia, figura ¡°entre los diez, si no los tres, episodios de crisis m¨¢s graves del mundo desde mediados del siglo XIX¡±, seg¨²n un informe de mayo de 2021 del Banco Mundial. Como contaba en estas p¨¢ginas Ebbaba Hameida, ya ¡°nadie habla de futuro en L¨ªbano¡±. La devaluaci¨®n de la moneda, la inflaci¨®n disparada, los cortes de electricidad, las dificultades para acceder a medicinas b¨¢sicas, han abocado a los habitantes a buscarse la vida como sea: los j¨®venes diplomados se marchan al extranjero, los que lo perdieron todo ya no dudan en arriesgar su vida para emprender una traves¨ªa, antes inimaginable, del Mediterr¨¢neo, y los m¨¢s temerarios atracan sus bancos.
Hafez, en libertad bajo fianza tras una primera vista judicial, no es la primera ni ser¨¢ la ¨²ltima en rebelarse contra la impunidad de los bancos. Meses antes, Bassam al-Sheikh Hussein irrumpi¨® armado con un fusil en el Federal Bank para retirar parte de los 200.000 d¨®lares que ten¨ªa en dep¨®sito y as¨ª pagar la hospitalizaci¨®n de su padre. Este modus operandi se est¨¢ convirtiendo en habitual en la que durante muchos a?os fue considerada como la Suiza de Oriente y goza del apoyo de la opini¨®n p¨²blica. ?C¨®mo podr¨ªa ser de otra forma? Atracar un banco es ilegal, pero imponer restricciones a una poblaci¨®n hambrienta para retirar dinero sin el amparo de un marco legal tambi¨¦n lo es. Condenados a la miseria, los libaneses ven en actos como el de Hafez un signo de esperanza. Su valent¨ªa es la prueba de un pueblo maltratado, pero que no est¨¢ dispuesto a agachar la cabeza.
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