El hospital de la econom¨ªa
Los sindicatos tienen raz¨®n cuando piden medidas de emergencia para las familias y sectores sociales que se est¨¢n desangrando econ¨®micamente
Si la econom¨ªa es un hospital, los sindicatos son los m¨¦dicos de urgencias y la patronal, los especialistas en dolencias cr¨®nicas. Los sindicatos tienen raz¨®n cuando piden medidas de emergencia para las familias y sectores sociales que se est¨¢n desangrando econ¨®micamente. Subir el Salario M¨ªnimo Interprofesional (SMI) a 1.100 euros no es un dislate, sino una necesidad apremiante para millones de espa?oles.
Si no lo crees, ve a un supermercado, llena el carro para una familia de cuatro personas durante cuatro semanas, s¨²male un gasto m¨ªnimo en ropa y material escolar, a?¨¢dele el alquiler m¨¢s humilde que te puedas imaginar, y complem¨¦ntalo con la factura de la luz y el gas. Ya no hablo de coche, internet o reparar un electrodom¨¦stico. Es un sudoku financiero vivir con el actual SMI. Y, a menudo, criticamos a los sindicatos por defender solo los intereses de sus afiliados, pero tanto en su presi¨®n para subir el SMI como para acordar con la patronal una subida global de salarios, m¨¢s all¨¢ de los convenios sectoriales, demuestran su compromiso social.
Al tiempo, debemos escuchar m¨¢s a la patronal para abordar las enfermedades end¨¦micas de la nuestra econom¨ªa: el envejecimiento y la obesidad. Con una poblaci¨®n m¨¢s vieja, la revalorizaci¨®n autom¨¢tica de las pensiones conduce las cuentas p¨²blicas a niveles insostenibles. Y en el sector p¨²blico hay mucho m¨²sculo (en hospitales, escuelas, polic¨ªa, o la agencia tributaria), pero tambi¨¦n grasa. ?Cu¨¢nta? El Instituto de Estudios Econ¨®micos estima que nos podr¨ªamos ahorrar hasta 60.000 millones, o un 14% del gasto p¨²blico, manteniendo la misma calidad de los servicios p¨²blicos si se acometen reformas en las administraciones, como aumentar las colaboraciones p¨²blico-privadas, trabajar por objetivos y resultados, o flexibilizar el empleo p¨²blico.
Quiz¨¢s es un c¨¢lculo exagerado, pero m¨¢s desmedido es no intentar, como m¨ªnimo, evaluar la eficiencia de las pol¨ªticas, y calcular nuestro ¡°¨ªndice de masa institucional¡±. A primera vista, el espejo no nos devuelve una imagen muy favorecedora. En el ¨ªndice de eficiencia del gasto p¨²blico ocupamos la posici¨®n 29 de 37 pa¨ªses de la OCDE, justo por encima de Hungr¨ªa y muy por debajo de Chile o Portugal.
No hay medicamento milagroso para todos estos males, pero atender a estas peticiones de los sindicatos y la patronal ser¨ªa un buen paso para tener un pa¨ªs m¨¢s sano. @VictorLapuente
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