Cuando las mentiras cuajan y echan ra¨ªces

Todav¨ªa hay muchos estadounidenses que siguen creyendo que Biden le rob¨® las ¨²ltimas elecciones a Trump. Es la gran mentira que el hombre que quiso devolverle el esplendor a Am¨¦rica se ha empe?ado en repetir obsesivamente desde que supo que hab¨ªa sido derrotado en las urnas. Plantar una mentira, cultivarla, regarla, que eche ra¨ªces. A veces funciona, Trump lo ha conseguido con muchos de sus seguidores. Tambi¨¦n lo ...

Todav¨ªa hay muchos estadounidenses que siguen creyendo que Biden le rob¨® las ¨²ltimas elecciones a Trump. Es la gran mentira que el hombre que quiso devolverle el esplendor a Am¨¦rica se ha empe?ado en repetir obsesivamente desde que supo que hab¨ªa sido derrotado en las urnas. Plantar una mentira, cultivarla, regarla, que eche ra¨ªces. A veces funciona, Trump lo ha conseguido con muchos de sus seguidores. Tambi¨¦n lo logr¨® a principios del siglo pasado Elisabeth F?rster, la hermana de Friedrich Nietzsche, que se esforz¨® en cuerpo y alma en darle la vuelta a su obra para convertirlo en una insigne figura de la que se sirvi¨® el nazismo para darle fuste a su proyecto totalitario y a la enorme ignominia de la Soluci¨®n Final cuando nada le irritaba tanto al fil¨®sofo como el nacionalismo alem¨¢n y abominaba de cuantos se proclamaban antisemitas.

Elisabeth Nietzsche se cas¨® con Bernhard F?rster, un hombre que ten¨ªa cierta reputaci¨®n tras promover un documento que le entreg¨® en 1881 a Bismarck y en el que exig¨ªa una serie de urgentes medidas contra los jud¨ªos. Proyectaron fundar una colonia en Paraguay, la llamaron Nueva Germania. Poco antes de partir hacia Asunci¨®n para poner en marcha su peque?a utop¨ªa de tintes supremacistas, Elisabeth F?rster escribi¨® un art¨ªculo para El Diario de Tribschen ¡ªel lugar donde viv¨ªa otro c¨¦lebre antisemita, Richard Wagner¡ª en el que exhortaba a los suyos a encontrar all¨ª ¡°un nuevo hogar, un hogar alem¨¢n, el que nos corresponde¡±. ¡°Ninguna preocupaci¨®n debe enturbiar el fervor de refundar nuestra patria en una nueva tierra¡±. ¡°Nada podr¨¢ detenernos¡±.

Y nada la detuvo. Lo cuenta la escritora Bego?a Quesada en Nacidos despu¨¦s de muertos, la novela que public¨® en 2021 y en la que reconstruye la vida de Elisabeth. Explica que estuvo muy pr¨®xima a Friedrich durante a?os. Se enfadaron de manera salvaje cuando el fil¨®sofo se enamor¨® de Lou Salom¨¦ (su hermana la llen¨® de insultos). Fue por entonces cuando se cas¨® con F?rster, se fueron a Paraguay, ¨¦l se suicid¨® cuando el fracaso fue innegable, ella empez¨® a cultivar las mentiras con descaro: sostuvo que muri¨® de un ataque al coraz¨®n y que todo iba bien en Nueva Germania.

Volvi¨® a Alemania para ocuparse de Nietzsche cuando este ya hab¨ªa enloquecido, lo convirti¨® en un gran negocio. Primero se aplic¨® a fondo en construir un personaje a la medida de sus ideas ultranacionalistas. Escribi¨® una biograf¨ªa de su hermano en la que su madre encontr¨® pocas cosas que se ajustaran a la verdad, cambi¨® muchos de sus pensamientos in¨¦ditos, tach¨® las partes de sus libros que no le convenc¨ªan, invent¨® una leyenda. Y consigui¨® lo que quer¨ªa: la gloria de que Hitler la saludara en Weimar y alabara a Nietzsche. La mentira cuaj¨®. Bego?a Quesada igual da una clave para entender c¨®mo es esto posible cuando Elisabeth le dice a su marido con enorme displicencia: ¡°Las met¨¢foras, Bernhard, son fundamentales para estas mentes tan¡­ esf¨¦ricas, sin rincones para ideas complejas. Una met¨¢fora funciona como estas gafas. Sin ellas, solo veo manchas. Las met¨¢foras son lentes correctoras. Contemplar algo complejo es m¨¢s sencillo a trav¨¦s de ideas familiares. Como que la vida es un r¨ªo, o Dios la luz, o el padre un pastor de ovejas¡±. Y es que igual son muchos los que adoran que su pa¨ªs vuelva a ser grande de nuevo.