La cumbre del clima y el suelo de la Amazonia
Lula planea brillar en la COP27, pero los discursos bonitos y los escenarios iluminados no son suficientes, la lucha es sangrienta y tiene lugar a diario sobre el terreno
Es muy significativo que el primer viaje internacional de Luiz In¨¢cio Lula da Silva sea para participar en la COP27, en Egipto. Aunque la investidura ocurrir¨¢ el pr¨®ximo 1 de enero, en la pr¨¢ctica esta es la primera incursi¨®n de Lula como presidente electo. Esta decisi¨®n muestra que, en su tercer mandato, finalmente empieza a entender una obviedad: Brasil es hoy la periferia de la Amazonia. Si los principales l¨ªderes mundiales se apresuraron a felicitar a Lula por la victoria es porque el pa¨ªs alberga en su territorio el 60% de la mayor selva tropical del planeta. La cuesti¨®n es que, por m¨¢s alivio y racionalidad que Lula devuelva al papel de Brasil en el debate mundial de la crisis clim¨¢tica, el problema sigue siendo el mismo: lo que sucede en el suelo de la Amazonia. Es ah¨ª donde se est¨¢ decidiendo el futuro.
La violencia se ha agudizado tras las elecciones. El suceso m¨¢s brutal ocurri¨® el pasado viernes, cuando unos hombres montados en bicicleta dispararon a un grupo de ind¨ªgenas yanomamis que se encontraban en las calles de Boa Vista, capital del estado de Roraima. Una ind¨ªgena, madre de un beb¨¦, muri¨® de un tiro en la cabeza. La Hutukara Asociaci¨®n Yanomami exige que el delito se investigue como lo que es: un delito de odio.
El territorio de los yanomamis est¨¢ invadido por unos 20.000 mineros ilegales. Se producen violaciones grupales a mujeres ind¨ªgenas y hay ni?os que mueren vomitando lombrices. Pero en la capital m¨¢s pr¨®xima, Boa Vista, el principal monumento es justamente la estatua de un minero, lo cual ilustra la tensi¨®n entre la poblaci¨®n ind¨ªgena y la no ind¨ªgena. Lula se comprometi¨® a acabar con la miner¨ªa ilegal en la Amazonia. Las balas pueden haber sido la respuesta. Al igual que la destrucci¨®n: el mes de las elecciones fue el octubre con m¨¢s deforestaci¨®n en la selva desde que hay registros.
Hay movimientos golpistas por todo Brasil. Pero solo en la Amazonia han llegado al extremo de que un grupo de partidarios de Bolsonaro, que interrump¨ªan una v¨ªa pidiendo un golpe de Estado, se enfrenten a tiros a la Polic¨ªa Federal de Carreteras. Sucedi¨® la semana pasada, en Novo Progresso, que se hizo famosa por organizar en 2019 el D¨ªa del Fuego, en el que se alcanz¨® un r¨¦cord de incendios criminales coordinados en la selva.
Esto es lo que le espera a Lula cuando empiece de hecho a gobernar. El presidente electo necesitar¨¢ mucha presi¨®n y apoyo internacional para ser capaz de enfrentar las fuerzas que hoy dominan la selva. Los discursos bonitos y los escenarios iluminados no son suficientes, la lucha tiene lugar en el suelo. La COP27 deber¨ªa realizarse en la Amazonia y otros enclaves de naturaleza, donde el futuro se decide cada d¨ªa.
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