?M¨¢s impuestos o m¨¢s donaciones p¨²blicas a los bancos?
Mientras los hogares y las empresas se enfrentaron a la crisis financiera, la pandemia y ahora a la inflaci¨®n, los bancos recib¨ªan dinero del Estado que ni siquiera usaron para mejorar su solvencia. La tasa temporal a sus beneficios es justa y razonable
El Gobierno quiere crear un impuesto extraordinario y temporal a los bancos ?Es sensato, adecuado y prudente? Nosotros creemos que s¨ª.
El 30 de agosto, el Gobierno present¨® una proposici¨®n de ley que impone a determinados bancos espa?oles la obligaci¨®n de pagar durante dos a?os un gravamen del 4,8% calculado sobre determinados conceptos contables de su cuenta de resultados. La expectativa del Gobierno es obtener alrededor de ...
El Gobierno quiere crear un impuesto extraordinario y temporal a los bancos ?Es sensato, adecuado y prudente? Nosotros creemos que s¨ª.
El 30 de agosto, el Gobierno present¨® una proposici¨®n de ley que impone a determinados bancos espa?oles la obligaci¨®n de pagar durante dos a?os un gravamen del 4,8% calculado sobre determinados conceptos contables de su cuenta de resultados. La expectativa del Gobierno es obtener alrededor de 1.500 millones de euros cada a?o, con el fin de garantizar un reparto equitativo de los costes de la inflaci¨®n entre la sociedad espa?ola.
El Parlamento espa?ol solicit¨® un dictamen al Banco de Espa?a sobre la proposici¨®n de ley que traslad¨® al Banco Central Europeo por tener la competencia consultiva. El pasado 2 de noviembre se hizo p¨²blico el dictamen del BCE que, sint¨¦ticamente, recomienda valorar las posibles consecuencias negativas del impuesto sobre el sector bancario espa?ol, en particular sobre su resiliencia, la concesi¨®n de cr¨¦ditos y la estabilidad financiera en general. El dictamen ignora absolutamente los efectos nocivos que la pol¨ªtica monetaria del Eurosistema ha tenido sobre las cuentas p¨²blicas de los Estados miembros del ¨¢rea euro, dictada por el BCE y ejecutada por cada banco central contra su patrimonio, el del Banco de Espa?a en nuestro pa¨ªs.
Desde 2016, y de manera acentuada desde 2020, en el marco de las medidas de pol¨ªtica monetaria practicada por el BCE, se han concedido pr¨¦stamos a largo plazo por los bancos centrales nacionales a los bancos.
Estos pr¨¦stamos (denominados TLTRO II y III) son operaciones en las que el importe prestado por el banco central es superior al importe devuelto por los bancos, una pr¨¢ctica crediticia an¨®mala que jam¨¢s hab¨ªa sucedido en el pasado, escondida bajo el sintagma ¡°intereses negativos¡±. A ninguna persona medianamente instruida se le escapa que los intereses de un pr¨¦stamo nunca pueden ser negativos, que otorgar un pr¨¦stamo pactando su devoluci¨®n por un importe inferior al prestado supone una p¨¦rdida para el prestamista y un regalo, donaci¨®n o subvenci¨®n para el prestatario, que podr¨ªa ser calificada como ¡°ayuda de Estado¡± cuando este es el prestamista, como es el caso.
Esta pol¨ªtica monetaria, dictada por el BCE y ejecutada por los bancos centrales del ¨¢rea euro, ha supuesto a la banca europea, solo en el a?o 2021, unos beneficios extraordinarios que estimamos del orden de 20.000 millones de euros, y que por id¨¦ntico importe han supuesto p¨¦rdidas para el conjunto de Estados del ¨¢rea euro, como accionistas ¨²nicos del banco central del pa¨ªs. En concreto, Alemania, Italia o Francia han perdido en 2021 m¨¢s de 4.000 millones de euros cada una por la pol¨ªtica monetaria practicada por el Eurosistema. Espa?a, seg¨²n muestran las cuentas del Banco de Espa?a, perdi¨® 2.863 millones en 2021. Acumulado desde 2018, el total asciende a 6.678 millones y llegar¨¢ hasta casi 10.000 millones a final de 2022.
Para varios bancos espa?oles, estas ganancias extraordinarias han resultado clave en los resultados contables mostrados en los a?os 2020 y 2021. Los beneficios de los cinco mayores bancos espa?oles fueron hasta septiembre de 2022 15.754 millones de euros, 5.863 por su actividad solo en Espa?a, un 32% m¨¢s que en el mismo periodo de 2021.
El Eurosistema, que debe ser consciente del problema, acord¨® en el Consejo del BCE del 27 del pasado octubre que, desde el 23 de noviembre de este a?o, en las operaciones de pr¨¦stamo a largo plazo pendientes (TLTRO III) los bancos ver¨ªan reducidas e incluso anuladas sus ganancias extraordinarias, e incluso se les ofreci¨® la posibilidad de cancelar los pr¨¦stamos anticipadamente.
A pesar de tratarse de una pol¨ªtica monetaria sin precedentes, y ciertamente extravagante, si el Banco Central Europeo, el Banco de Espa?a, o ambos, hubieran dictado (o al menos recomendado) que tales ganancias extraordinarias de los bancos y obtenidas a costa de los ciudadanos no pod¨ªan ser distribuidas y deb¨ªan ser utilizadas para reforzar su baja solvencia (los bancos espa?oles son en conjunto los menos solventes de Europa) el dictamen del BCE ganar¨ªa autoridad y el Gobierno har¨ªa bien en tomarlo muy en consideraci¨®n.
Pero no ha ocurrido as¨ª, y de esta forma mientras los hogares, las empresas y el Estado se enfrentaron a la crisis financiera, la pandemia y ahora a la inflaci¨®n, los bancos recib¨ªan donaciones del Estado que utilizaron no para mejorar su solvencia, sino para pagar elevados salarios y bonus a sus administradores y altos ejecutivos, repartir dividendos a sus accionistas y recomprar acciones propias.
Pero hay m¨¢s por venir. La subida de tipos de inter¨¦s en marcha como respuesta a la alta inflaci¨®n hace que los bancos centrales tengan ahora que pagar a los bancos por los saldos que estos mantienen en el BCE. Esos saldos son elevad¨ªsimos, del orden de cuatro billones de euros (un tercio del PIB de la eurozona). Y son consecuencia, en gran parte, de las pol¨ªticas de expansi¨®n monetaria de los ¨²ltimos a?os. Esos saldos se remuneraban hasta hace unos meses a tipos ligeramente negativos, pero ahora son casi del 2% y subiendo.
Se estima en cantidades del orden de 80.000 millones de euros lo que tendr¨¢ que abon¨¢rseles a los bancos por estos saldos en los pr¨®ximos 12 meses. ?Tendr¨¢ esto efecto sobre la solvencia de los bancos centrales?
Por ejemplo, la remuneraci¨®n por los dep¨®sitos de los bancos espa?oles en el Banco de Espa?a podr¨ªa ascender hasta los 4.000 o 5.000 millones de euros, lo que consumir¨ªa todo su patrimonio (apenas 1.800 millones de euros) y podr¨ªa forzar al Gobierno a su recapitalizaci¨®n, o proceder a la venta de oro que contiene plusval¨ªas no realizadas superiores a 13.000 millones de euros.
A la luz de estos datos y consideraciones, el impuesto temporal que el Gobierno quiere aprobar y del que espera recaudar un total de 3.000 millones en dos a?os es justo y razonable, y sobre todo prudente pues la cantidad que se pretende obtener apenas representa un tercio de lo que el Estado ha perdido en beneficio de los bancos en los ¨²ltimos cuatro a?os. No nos extra?ar¨ªa que se extendiera a otros pa¨ªses.
Y es otro paso para afrontar los graves problemas que la lucha contra la alta inflaci¨®n plantea en un entorno de elevado nivel de deuda y alta desigualdad.