Un dictamen sobre el Banco Central Europeo
Los efectos del gravamen a los bancos no son equivalentes ni de lejos al impacto de la pol¨ªtica de tipos del BCE sobre la actividad, la financiaci¨®n o la posici¨®n de capital de las entidades de cr¨¦dito
El Banco Central Europeo (BCE) ha emitido un dictamen sobre la proposici¨®n de ley para establecer un gravamen temporal sobre las entidades de cr¨¦dito que se est¨¢ interpretando como un rechazo. En nuestra opini¨®n, lo sobresaliente del dictamen es que la autoridad monetaria reconoce que su pol¨ªtica de subida de los tipos de inter¨¦s es lo que puede tener consecuencias negativas sobre la actividad econ¨®mica, la estabilidad financiera, la posici¨®n de capital de las entidades de cr¨¦dito y la financiaci¨®n de la econom¨ªa, mientras que no es posible deducir del dictamen que el impuesto pudiera tener unos efectos ni mucho menos equivalentes.
El dictamen parte, efectivamente, de reconocer que ¡°la inflaci¨®n se ha generalizado¡±, lo que est¨¢ obligando a subir los tipos de inter¨¦s ¡°con la intenci¨®n de moderar la demanda¡±. Se?ala el BCE que ¡°es importante recordar que las operaciones de pol¨ªtica monetaria siempre tienen repercusiones distributivas¡± y, en concreto, que ¡°una posici¨®n de capital adecuada ayuda a las entidades de cr¨¦dito a evitar ajustes bruscos en su concesi¨®n de cr¨¦dito a la econom¨ªa real¡±.
Precisamente por ello, el dictamen subraya que en las entidades de cr¨¦dito ¡°los ingresos netos por intereses (de las entidades de cr¨¦dito) suelen aumentar a medida que aumentan los tipos de inter¨¦s oficiales¡±. Sin embargo, se?ala que la menor concesi¨®n de pr¨¦stamos al subir los tipos de inter¨¦s y ¡°el deterioro de la calidad de la cartera de cr¨¦dito¡±, por esa misma raz¨®n, podr¨ªan reducir los resultados. En ese caso, ¡°el efecto neto de la normalizaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria sobre la rentabilidad de las entidades de cr¨¦dito podr¨ªa ser posiblemente menos positivo, o incluso negativo, en un horizonte temporal prolongado¡±. Y de ah¨ª deduce el BCE que ¡°es posible que estas entidades registren unos beneficios bajos o p¨¦rdidas en el momento en que se recaude de forma efectiva el gravamen¡±. Por tanto, si sus posiciones de capital se vieran perjudicadas, se ¡°podr¨ªa poner en peligro una transmisi¨®n fluida de las medidas de pol¨ªtica monetaria a la econom¨ªa en general a trav¨¦s de los bancos¡±.
En paralelo, el BCE cree que ¡°las medidas de apoyo fiscal para amortiguar los efectos del incremento de los precios de la energ¨ªa deben ser temporales y dirigirse a los hogares y empresas m¨¢s vulnerables¡± y no mediante ¡°ingresos procedentes de los impuestos recaudados de las entidades de cr¨¦dito¡± que ¡°limitaran su capacidad de conceder cr¨¦dito, empuj¨¢ndolas a ofrecer condiciones menos favorables a los clientes¡±.
Para evitar que algo as¨ª ocurriera, el BCE reclama en el dictamen un ¡°an¨¢lisis exhaustivo de las posibles consecuencias negativas para el sector bancario, al objeto de garantizar que dichos impuestos no planteen riesgos para la estabilidad financiera¡± y, en particular, ¡°sobre la rentabilidad de las entidades de cr¨¦dito¡±.
El dictamen termina se?alando que ¡°espera, en general, que las entidades de cr¨¦dito (¡) tengan en cuenta y reflejen en los precios de los pr¨¦stamos todos los costes pertinentes, incluidas las consideraciones fiscales, cuando proceda¡± y reclama que se indique claramente que no se encomendar¨¢ ¡°ninguna tarea nueva al Banco de Espa?a¡±.
Al respecto de todo ello, creemos que se pueden hacer algunas consideraciones.
En primer lugar, el BCE enmienda una competencia fiscal que es exclusiva del ¨®rgano donde reside la soberan¨ªa popular, el Parlamento. Una autoridad no elegida ni representativa no puede ser la que decida sobre las cuestiones normativas, no positivas ni t¨¦cnicas, que implica la pol¨ªtica fiscal y, en concreto, el establecimiento de los impuestos o equivalentes.
Al Banco Central se le conceden total independencia, plenos poderes y los m¨¢ximos recursos para que garantice la estabilidad de los precios y la del sistema financiero, asumiendo la voluntad soberana del Parlamento como una constante de la ecuaci¨®n y no como una variable que la autoridad monetaria pueda manejar a su antojo. Lo contrario, ?no ser¨ªa incompatible con la esencia del Estado democr¨¢tico moderno?
En segundo lugar, hay que destacar que es el propio BCE quien reconoce expresamente en el dictamen que es su propia pol¨ªtica monetaria la que puede reducir los ingresos de las entidades de cr¨¦dito y disminuir la solvencia de su cartera de cr¨¦dito, reduciendo as¨ª su beneficio o incluso gener¨¢ndoles p¨¦rdidas.
?Le preocupa al BCE el peque?o efecto sobre la estabilidad financiera que pudiera tener, si lo tiene, un gravamen como el de la proposici¨®n de ley y no el necesariamente mucho m¨¢s grave y da?ino que el dictamen reconoce que se producir¨¢ al profundizar en la subida de los tipos de inter¨¦s que deprime la demanda, reduce los ingresos de la banca, aumenta la carga financiera de empresas, hogares y gobiernos y deteriora la solvencia de todos ellos?
En tercer lugar, y sorprendentemente, el dictamen reconoce que la pol¨ªtica monetaria tiene efectos distributivos, pero el BCE solo parece preocuparse por los que afectan a las entidades de cr¨¦dito. Con independencia de que ese reconocimiento lleva necesariamente a preguntarse c¨®mo una autoridad no representativa puede decidir por s¨ª misma en qu¨¦ bolsillo pone m¨¢s o menos dinero sin encomendarse a nadie; al margen de ello, ?es l¨®gico que el BCE contemple y se preocupe en el dictamen tan solo por la solvencia, el beneficio y la posici¨®n de capital de las entidades de cr¨¦dito y no por las de todos los sujetos econ¨®micos, siendo evidente que es de todos ellos, y no solo de la banca, de quien depende el buen funcionamiento de la econom¨ªa?
En cuarto lugar, tambi¨¦n sorprende que el Banco Central reconozca que ¡°espera¡± que las entidades de cr¨¦dito ¡°reflejen en los precios de los pr¨¦stamos todos los costes pertinentes, incluidas las consideraciones fiscales, cuando proceda¡±. ?Est¨¢ entendiendo que procede incorporar al coste el gravamen de la proposici¨®n de ley?, ?y ello no equivaldr¨ªa a reconocer que, como supervisor, al BCE le resulta indiferente que el mercado financiero no respete las normas elementales de la competencia?, ?o que las entidades act¨²en con poder de mercado, aprovech¨¢ndose de la inelasticidad de su demanda, para establecer m¨¢rgenes a su puro antojo que le permitan obtener beneficios extraordinarios?
Finalmente, el dictamen se percata, con acierto, de que la creaci¨®n de este gravamen se enmarca en el deseable pacto de rentas que trata de alcanzar el Ejecutivo para lograr ¡°un reparto equitativo de los costes de la inflaci¨®n entre la sociedad espa?ola¡±.
?No es igualmente sorprendente que una autoridad que presume de ser rigurosa, neutral e independiente no tenga en cuenta que si hay un sujeto econ¨®mico en Espa?a que hasta ahora haya recibido un trato preferente que justifique el pedirle especial generosidad o sacrificio en estos momentos es, sin lugar a dudas, la banca? ?Acaso hay alg¨²n otro que haya tenido en los ¨²ltimos a?os tantas ayudas y subvenciones de cualquier tipo?
Solo en el ¨²ltimo ejercicio, seg¨²n los datos de balance del Banco de Espa?a, la pol¨ªtica de tipos de inter¨¦s negativos le supuso a la banca unos beneficios que en este sector podr¨ªan llamarse ¡°ca¨ªdos del banco central¡± de m¨¢s de 2.800 millones de euros en 2021 y que, por definici¨®n, representan merma de beneficios del Banco de Espa?a. Seg¨²n la estimaci¨®n incluida en la proposici¨®n de ley, el nuevo gravamen simplemente se limitar¨ªa a recuperar, en dos ejercicios, la d¨¢diva que la banca ha recibido en un solo a?o por ese concepto.
?De verdad que las docenas de grandes economistas y profesionales de las finanzas que trabajan en el BCE pueden creer que solo por eso se pone en peligro la solvencia de la banca espa?ola y la estabilidad del sistema financiero? Si fuera as¨ª, ?no se podr¨ªa interpretar que es la autoridad supervisora la que ha podido incurrir en alguna responsabilidad al permitir que las entidades sean tan fr¨¢giles?
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