No me rebajan el pan

¡ª P¨®ngame un pan de Viena, porfa ¡ªque le digo a mi simp¨¢tica panadera habitual¡ª, y recuerde la rebaja del IVA

¡ªSolo se repercute en los panes comunes ¡ªcontesta.

¡ªEntonces, la barra normal, ?a cu¨¢nto sale hoy?

¡ªA un euro y 20, como siempre.

¡ªEsto es un abuso.

¡ªLa harina se compr¨® con IVA, perder¨ªamos dinero...

¡ªVale, pero solo para unos d¨ªas. Volver¨¦.

¡ªY adem¨¢s, la luz sube.

¡ªEs al rev¨¦s, baja.

Conversaciones as¨ª se multiplicaron este lunes. Hubo de todo. Alguna gran superficie que subi¨® el precio al filo del fin de a?o para poder rebajarlo despu¨¦s. Otras que cumplieron escrupulosamente. Y los que pasaron del cliente. No es para ponerse campanudo, como los pescadores en r¨ªo revuelto con ¡°el desorden¡± de la primera fase en la rebaja de gasolinas. Toda novedad implica un tiempo de adaptaci¨®n.

Ahora mismo, la oposici¨®n convencional tambi¨¦n lo necesita: dice que el Gobierno le copia la medida de rebaja de IVA que propuso el 26 de septiembre. Pero era una mera improvisaci¨®n verbal en respuesta a la impracticable idea de Yolanda D¨ªaz de una ¡°cesta de la compra barata¡± por decreto/pactado.

Y adem¨¢s no ped¨ªa una reducci¨®n a cero IVA en pan, harinas, leche, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, cereales; solo bajadas del 10% al 5%. Dijo haberlo estudiado ¡°en profundidad¡±: no figura en ninguno de sus documentos estrat¨¦gicos, ni en el Plan de medidas urgentes y extraordinarias (22/4/2022) ni en las Propuestas para un pacto energ¨¦tico (12/9/2022).

Pero s¨ª, apuntaba por ah¨ª. Esperemos que al menos el Gobierno tenga el gesto de reconoc¨¦rselo. Y que los consumidores protesten ante cualquier abuso: en los servicios de atenci¨®n auton¨®micos. Act¨ªvense las instituciones somnolientas.

Esta policrisis es insidiosa. As¨ª que requiere el m¨¦todo cient¨ªfico. La prueba y el error. No el desprecio y el dicterio. Miren la subvenci¨®n a las gasolinas. Sirvi¨® un tiempo, se vio que era demasiado costosa y poco social, no centrada en los vulnerables, se explic¨® as¨ª hasta la saciedad, y se cancelan (salvo a transportistas y c¨ªa) cuando ya casi se recuperan los viejos precios del carburante. Un milagro, retirar ayudas sin prender protestas.

Desconfiemos pues de las recetas m¨¢gicas, absolutas, casi siempre sectarias: subir todos los impuestos, bajarlos todos. Escuchemos las f¨®rmulas combinatorias. Subir lo que sea imprescindible. Bajar lo que resulte necesario. Y al mismo tiempo.