Revitalizar la Universidad
La nueva ley rebaja sus ambiciones iniciales pero incorpora reformas urgentes al sistema universitario
Tras tres a?os de intensas negociaciones, la nueva Ley Org¨¢nica del Sistema Universitario (LOSU) sali¨® por fin adelante en el Congreso con una mayor¨ªa absoluta de 176 diputados y un notable grado de consenso en el seno de la comunidad universitaria, aunque la convergencia se haya logrado a costa de renunciar a algunas ambiciones iniciales y de buscar un equilibrio entre los diferentes intereses en juego. La reforma no solo era necesaria, sino urgente. El sistema universitario espa?ol ha sufrido en los ¨²ltimos a?os un gran deterioro por la insuficiencia presupuestaria y por la cronificaci¨®n de carencias y disfunciones graves que han lastrado su capacidad de reacci¨®n ante las nuevas realidades. En los 21 a?os de vigencia de la LOU, que se aprob¨® en 2001 y solo ha tenido dos reformas parciales, las universidades han tenido que afrontar un proceso acelerado de internacionalizaci¨®n del conocimiento, el protagonismo de nuevas tecnolog¨ªas fuertemente disruptivas y cambios profundos en las exigencias profesionales, y todo ello con plantillas docentes escasas, cada vez m¨¢s envejecidas y con niveles inaceptables de precariedad laboral.
Una de las principales mejoras que aporta la ley es la regularizaci¨®n de hasta 25.000 profesores que ahora ejercen como falsos asociados, con sueldos de miseria y total inseguridad laboral. Las universidades deber¨¢n convocar concursos de m¨¦ritos para regularizar su situaci¨®n y dotarlos de contratos indefinidos, de manera que la temporalidad baje del 40% actual al 8%. Pero la reforma va m¨¢s all¨¢ y permite una doble v¨ªa contractual, la funcionarial y la laboral, con la posibilidad de contratar de forma justificada a profesores de prestigio, en el marco de una instituci¨®n que en los pr¨®ximos 10 a?os habr¨¢ de gestionar la jubilaci¨®n del 53% de sus docentes. Otra relevante modificaci¨®n es la que regula las comisiones de selecci¨®n de profesorado de modo que la mayor¨ªa de los miembros sean ajenos a la Universidad convocante con el fin de rebajar la actual patolog¨ªa sist¨¦mica de la endogamia.
El modelo de gobernanza ha sido otro asunto peliagudo. La ley no contenta a quienes reclamaban un modelo de gesti¨®n de corte empresarial, pero deja suficiente margen para que cada equipo de gobierno pueda decidir la forma concreta de elecci¨®n de sus cargos y sus propias prioridades. Al cargo de rector podr¨¢n optar tambi¨¦n profesores titulares, y una vez elegido, el rector tendr¨¢ la potestad de nombrar un tercio del consejo de gobierno.
Pero para que todas estas reformas puedan dar los frutos esperados, la ley no garantiza de forma suficiente su financiaci¨®n. Limita el precio de las tasas universitarias, que no podr¨¢n incrementarse, y marca como objetivo, no como obligaci¨®n, que el gasto universitario alcance el 1% del PIB en 2030, frente al 0,7% actual. Pero esta decisi¨®n corresponde a las autonom¨ªas, y habr¨¢ que asegurar que cuenten con los fondos necesarios para llegar a ese porcentaje m¨ªnimo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.