Las amigas de To?i
Espa?a se ha convertido en un parque tem¨¢tico de la desinformaci¨®n, un para¨ªso para las campa?as sucias
Un consorcio de medios internacionales, entre ellos EL PA?S, acaba de proporcionar a la opini¨®n p¨²blica internacional una de las investigaciones period¨ªsticas m¨¢s documentadas e ilustrativas sobre c¨®mo funciona el mercado de la desinformaci¨®n. Algunas secuencias del trabajo de Forbidden Stories son dignas de una pel¨ªcula de suspense, como sucede cuando tres de los periodistas logran infiltrarse como intermediarios de un posible cliente de Team Jorge una opaca empresa israel¨ª especializada en sofisticadas tecnolog¨ªas aplicadas a trabajos sucios para extender bulos y acabar con la reputaci¨®n de organismos y candidatos pol¨ªticos. Grabado en c¨¢mara oculta, el responsable de la empresa, Tal Hanan, exhibe m¨²sculo ante los reporteros y se atribuye trabajitos finos en no menos de 33 procesos electorales, con resultados exitosos en 27 de ellos. Este antiguo miembro del ej¨¦rcito israel¨ª pide a sus falsos clientes seis millones de d¨®lares, la tarifa est¨¢ndar por alterar el resultado de unas elecciones.
Videos #StoryKillers: Today @FbdnStories & 30 media partners reveal ¡°Jorge¡¯s¡± secretive disinformation business. Discover how he offered to manipulate elections and influence opinions to undercover journalists of the project, from @haaretzcom @InvestigationRF @TheMarker. #Thread pic.twitter.com/H5QL0bVPWf
— Forbidden Stories (@FbdnStories) February 15, 2023
Uno de los momentos m¨¢s suculentos de la investigaci¨®n llega cuando Hanan y sus colaboradores, veteranos del ej¨¦rcito o del servicio secreto israel¨ªes, desgranan parte de las t¨¦cnicas y herramientas empleadas para construir un relato falso, difundirlo dentro y fuera de las fronteras de un pa¨ªs y alterar la percepci¨®n popular sobre la v¨ªctima del bulo. En la catedral de la impostura conviven influencers a sueldo, un ej¨¦rcito de avatares preparados para ser adaptados con distintas identidades en cada fase del proceso. Ser¨¢ muy dif¨ªcil, por ejemplo, descubrir que esa periodista de investigaci¨®n, con miles de seguidores en las redes sociales y que est¨¢ filtrando informaci¨®n por tel¨¦fono o por correo electr¨®nico, simplemente no existe. O que esas miles de personas que, desde Twitter, Facebook e Instagram, comparten una noticia falsa son, en realidad, soldados de un ej¨¦rcito de 39.000 cuentas que empresas como Team Jorge, activan y adaptan, gracias a un sofisticado programa, en funci¨®n del encargo y del pa¨ªs donde se desarrolle.
Esta es una de las caras m¨¢s opacas de las campa?as electorales en todo el mundo y tambi¨¦n en Espa?a porque, como dir¨ªa el cl¨¢sico, los que idearon esta poderosa manipulaci¨®n ¡°no est¨¢n en desiertos remotos ni en monta?as lejanas¡±. En Espa?a la historia de la desinformaci¨®n puede ya escribirse con nombres legendarios como el de To?i, una de las cuentas falsas m¨¢s longevas de Twitter. To?i, al igual que otro ramillete de cuentas falsas, pretende ser una militante progresista y feminista que desconcierta a sus seguidores con faltas de ortograf¨ªa, afirmaciones descacharrantes, insultos a periodistas o documentos inventados. La creaci¨®n de perfiles de falsas simpatizantes con el objeto de ridiculizar sus idearios es una de las formas que adopta la desinformaci¨®n, como explican los reportajes de Forbidden Stories. La investigaci¨®n documenta c¨®mo,¡±con una facilidad desconcertante¡±, la empresa Team Jorge cre¨®, a petici¨®n de varios clientes, grupos de falsos ecologistas en Estados Unidos o de falsas militantes feministas en Canad¨¢.
The fake accounts are grouped and AIMS' avatar management dashboard boasts: ¡°African, Arabian, Armenian, Brazilian, Canada, European (mix), Philippines, Russia, Senegal, South America, Ukraine, USA and Zimbabwe.¡±#TeamJorge @FredMetzo @GurMegiddohttps://t.co/gWboysUP1M pic.twitter.com/Bx7cTMGWSm
— Omer Benjakob (@omerbenj) February 15, 2023
Las ¡°To?is¡± espa?olas y sus creadores se mantienen parapetados en un vac¨ªo legal y en la opacidad que rodea su actividad. Las plataformas sociales se muestran impotentes mientras los periodistas y los ciudadanos tienen notables dificultades para identificar qui¨¦n trafica con lo que reciben en sus m¨®viles. Gracias a todo ello, Espa?a se ha convertido en un parque tem¨¢tico de la desinformaci¨®n, un para¨ªso para las campa?as sucias, especialmente ahora que el nuevo se?orito de Twitter, uno de los grandes canales de la comunicaci¨®n pol¨ªtica, ha desmontado la estructura de moderaci¨®n de contenidos y hace la vista gorda ante los abusos de los gamberretes del barrio.
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