¡®Basurismo¡¯, nueva modalidad deportiva
Los chavales espa?oles podr¨ªan llevar a cabo un servicio cultural de primera magnitud. ?C¨®mo? Montando un botell¨®n de los suyos en las calles de Tokio
Juzgado por sus consecuencias, el invento se sit¨²a en las ant¨ªpodas de la tomatina de Bu?ol. Lo denomino basurismo porque tengo entendido que es el t¨¦rmino usado por ciertos amantes de la limpieza, los cuales gustan de salir al monte provistos de bolsas y retirar cuanto desperdicio encuentran por los senderos; tambi¨¦n, de paso, para evitar el f¨¢cil anglicismo. La idea procede de Jap¨®n, pa¨ªs cuyos habitantes colocan el orden, la higiene y la cortes¨ªa en lugar preferente de sus tradiciones. Vimos durante el Mundial de Qatar a los seguidores de su selecci¨®n de f¨²tbol limpiar las gradas del estadio al final de cada partido, mientras los jugadores, antes de irse al hotel, dejaban el vestuario como los chorros del oro.
Pero, volviendo al mencionado invento, en su origen est¨¢ un tal Kenichi Mamitsuka, aficionado al ejercicio f¨ªsico, que suele salir a correr por las ma?anas. Le sacaba de quicio la basura esparcida por el suelo y descubri¨® las posibilidades deportivas de combinar la carrera con la limpieza de las calles. Correr y agacharse, correr y agacharse, ide¨® una competici¨®n para la cual redact¨® unas reglas que hizo p¨²blicas. Fue en 2007 y lo que en principio pod¨ªa resultar anecd¨®tico cautiv¨® de tal modo a la poblaci¨®n japonesa que dio lugar a torneos por equipos. Hoy d¨ªa el inventor de esta modalidad del basurismo (spogomi en su idioma, de spotsu, deporte, y gomi, basura) es un hombre muy celebrado en Jap¨®n. Se rumorea que el ¨¦xito de su ocurrencia lleva camino de traducirse en competiciones internacionales. A m¨ª se me figura que para que el basurismo sea viable previamente habr¨¢ que sembrar el recorrido de inmundicias y residuos. Aqu¨ª es donde 200 chavales espa?oles podr¨ªan llevar a cabo un servicio cultural de primera magnitud. ?C¨®mo? Montando un botell¨®n de los suyos en las calles de Tokio.
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