El verbo o¨ªr, asesinado
Los lectores escriben sobre el uso de determinados verbos, las dificultades para concentrarse, los cuidados y los agresores y agredidos en los conflictos
Se est¨¢ intentando asesinar el verbo o¨ªr. Es un crimen limpio y preciso porque no hay que acercarse a ¨¦l para matarlo. A un verbo se lo puede matar sin tocarlo, sin intoxicarlo, sin mirarlo siquiera. Basta con usar otro verbo cuando habr¨ªa que usar aquel al que se quiere asesinar. No voy a poner ejemplos de lo que digo porque hay tantos que me dejar¨ªa muchos. Solo citar¨¦ la pregunta ¡°?se me escucha?¡± por lo c¨®mica que resulta; suele estar asociada a una prueba de sonido y es como decirle al auditorio que no te conformas con que lo que dices llegue a sus o¨ªdos, sino que le pides que atienda a lo que normalmente es: ¡°Un, dos, tres...¡±. Tenemos dos verbos, o¨ªr y escuchar, y son cualitativamente diferentes: uno exige de nuestra participaci¨®n; el otro, no. Tal vez ser¨¢ por eso, porque o¨ªmos aunque no queramos, que hay que asesinar al verbo o¨ªr. S¨¦ que es algo irrelevante comparado con las atrocidades que suceden por todas partes, pero me da miedo el tiempo que llevo sin escuchar el verbo o¨ªr o ?es sin o¨ªrlo? Soy c¨®mplice de asesinato.
Alejandro Mart¨ªnez. Ciudad Real
Un esfuerzo imposible
El profesor est¨¢ hablando, pero me resulta imposible enfocarme en sus palabras. No soy capaz de concentrarme: necesito una distracci¨®n constante, y eso me lo permite el m¨®vil. Aunque internet es demasiado reciente para que podamos entender sus efectos a largo plazo, los investigadores se preguntan sobre el cerebro siempre conectado. Falta de memoria, de atenci¨®n o impaciencia son los s¨ªntomas de una utilizaci¨®n excesiva de redes sociales como TikTok o Instagram: un pozo sin fondo de entretenimiento. Es vital dejar el m¨®vil unas horas al d¨ªa para volver a concentrarnos.
Ana?s Ros. Par¨ªs (Francia)
Cuidar del otro
Responsabilidad afectiva y pol¨ªticas de (auto)cuidado, eso es lo que necesita el ser humano y eso es lo que la sociedad capitalista (?de bien?) ha dejado de tener como norte en la br¨²jula de la vida. Cuidarnos, respetarnos, ser emp¨¢ticos y responsables con nuestros sentimientos y los de los dem¨¢s deber¨ªa ser lo normal. Y es justo ah¨ª donde hay que quedarse: cerca de esas personas que nos demuestran cu¨¢nto nos quieren por ser responsables a nivel afectivo con nosotros. Pero ya sabemos lo que pasa: vivimos en una sociedad en que lo normal no necesariamente es lo m¨¢s habitual.
Alejandro Hern¨¢ndez P¨¦rez. Santa Cruz de Tenerife
Agresores y agredidos
Acabamos de asistir a un impresionante despliegue informativo coincidiendo con el primer aniversario de la guerra en Ucrania. Se ha insistido, en todos los medios, en qui¨¦n es el invasor y qui¨¦n el invadido, al que hay que ayudar. Estando muy de acuerdo, me pregunto por qu¨¦ no actuamos igual ante el invasor (Marruecos) del S¨¢hara y el invasor (Israel) de Cisjordania ayudando con total determinaci¨®n a saharauis y palestinos. Me pregunto tambi¨¦n si asistiremos a un gran despliegue informativo coincidiendo con el pr¨®ximo 20? aniversario de la invasi¨®n de Irak.
Joan-Pasqual E. Carbonell. Burriana (Castell¨®n)
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