Cementerio marino

La tragedia del naufragio de Calabria, donde al menos 67 personas se han ahogado al hundirse la embarcaci¨®n en la que 180 inmigrantes irregulares trataban de alcanzar la costa italiana, es el dram¨¢tico exponente de un vergonzoso fracaso de la Uni¨®n Europea, sacudida hace ya diez a?os por un hecho similar frente a la isla de Lampedusa en el que 368 personas tambi¨¦n perecieron en el mar. Entre ambos naufragios, unas 26.000 personas se han dejado la vida en el Mediterr¨¢neo: es como si hubieran fallecido todos los habitantes de Hell¨ªn (Espa?a) o Santa Fe de Antioquia (Colombia).

Tras cuatro d¨ªas de navegaci¨®n desde Esmirna (Turqu¨ªa), un decr¨¦pito pesquero sobrecargado por casi 200 personas, entre ellas ni?os y mujeres embarazadas, logr¨® avistar la costa italiana, pero el fuerte oleaje revent¨® en pedazos la embarcaci¨®n. Las consecuencias tr¨¢gicas del naufragio se agravaron ante la p¨¦sima gesti¨®n del rescate. El Gobierno de Giorgia Meloni hab¨ªa aprobado, apenas unos d¨ªas antes, una legislaci¨®n que obliga a los barcos de organizaciones de rescate de migrantes a desembarcar en puertos muy alejados de las zonas habituales de naufragio y adem¨¢s manten¨ªa inmovilizado, en el m¨¢s cercano puerto de Ancona, a un buque de M¨¦dicos Sin Fronteras. Por si fuera poco, en lugar de acudir a los guardacostas se activ¨® a la polic¨ªa aduanera, sin embarcaciones adecuadas para hacer frente a las condiciones del mar ese d¨ªa. Las dimensiones del drama exigen una concienzuda investigaci¨®n y la depuraci¨®n de responsabilidades por parte de las autoridades italianas.

M¨¢s all¨¢ del suceso, el naufragio de Calabria vuelve a poner sobre la mesa la letal inoperancia de la pol¨ªtica europea en torno a la inmigraci¨®n irregular en el Mediterr¨¢neo. Tienen raz¨®n los sucesivos Gobiernos italianos de estos diez a?os en reclamar ayuda para gestionar una crisis cronificada. Solo en 2022 se han producido 104.061 llegadas por mar. El verdadero n¨²mero de quienes se han quedado por el camino es desconocido. No bastan los grandilocuentes lamentos cuando el n¨²mero de ahogados es tan abrumador. Las muertes de migrantes en el Mediterr¨¢neo suceden pr¨¢cticamente a diario y suponen una prueba para la Uni¨®n no solo respecto a una pol¨ªtica concreta sino para sus mismos principios fundacionales.