M¨¢s all¨¢ de las fronteras
La inmigraci¨®n ha penetrado en la agenda pol¨ªtica, no siempre basada en datos reales
El mismo d¨ªa en que Argelia anunciaba la suspensi¨®n del tratado de amistad con Espa?a llegaban a Baleares seis pateras provenientes del pa¨ªs magreb¨ª. Era la cifra m¨¢s elevada de cayucos en lo que va de a?o. La otra novedad en materia de migraci¨®n ha sido el anuncio sorpresa del ministro Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ de reformar la legislaci¨®n para incorporar a miles de ciudadanos extranjeros al mercado laboral, con el fin de que se sumen a sectores en los que la falta de mano de obra estrangula el funcionamiento de las empresas.
La inmigraci¨®n ha penetrado en la agenda pol¨ªtica. M¨¢xime cuando se extiende el ciclo electoral y cuando se han incrustado en el debate p¨²blico las pol¨ªticas de odio en Espa?a, que es, sin duda, un pa¨ªs de inmigraci¨®n. Hasta hace poco los asuntos migratorios apenas figuraban entre las principales preocupaciones de los espa?oles, pero la presencia parlamentaria de la extrema derecha tiende a sobredimensionar el fen¨®meno, as¨ª como a vincularlo a situaciones de irregularidad e incluso de violencia. Para combatir esos discursos se precisa un relato veraz, ajustado a la realidad, que no se centre solo en las pol¨ªticas de las fronteras, sino en las de integraci¨®n de los extranjeros que se quedan. A elaborar un discurso antixen¨®fobo contribuye el informe La inmigraci¨®n en Espa?a hoy. Reflexiones m¨¢s all¨¢ de la pandemia, fruto de la colaboraci¨®n entre Fundipax y la Fundaci¨®n Alternativas, elaborado por las profesoras Gemma Pinyol-Jim¨¦nez y Marta P¨¦rez Ram¨ªrez.
El n¨²mero de personas que llegan a Espa?a para empadronarse depende, sobre todo, de las fases expansivas y recesivas de nuestra econom¨ªa, que funcionan como un acorde¨®n: a mayor crecimiento, mayor n¨²mero de inmigrantes, y viceversa. Los datos de los a?os del inicio de la Gran Recesi¨®n (2007 y 2008) y de la pandemia de la covid (2020 y 2021) ¡ªlas dos grandes crisis que ha soportado el mundo en los ¨²ltimos tiempos¡ª muestran su impacto: en los primeros se redujo el n¨²mero de llegadas un 24%, y en los ¨²ltimos, un 40%. En el caso del coronavirus, a la fuerte contracci¨®n econ¨®mica se a?adieron las restricciones a la movilidad como medida de control de la propagaci¨®n del virus.
Ha habido una excepci¨®n: las entradas irregulares por la frontera sur del pa¨ªs no disminuyeron: m¨¢s de 40.000 inmigrantes en cada uno de los dos a?os fuertes de la pandemia, hombres la inmensa mayor¨ªa de ellos. Ello fue debido a la reactivaci¨®n de la ruta atl¨¢ntica o de ?frica occidental frente a los periplos del Mediterr¨¢neo oriental y central. Canarias recibi¨® m¨¢s de la mitad del total de las llegadas irregulares a Espa?a. El n¨²mero de personas fallecidas o desaparecidas en esos viajes oscila entre las casi 1.800 del a?o 2020 y las m¨¢s de 2.000 del a?o pasado (el informe citado denomina a esto ¡°necropol¨ªtica¡±).
En 2018 se firm¨® en Marraquech el Pacto Mundial para una Migraci¨®n Segura, Ordenada y Regular, que probablemente marque otro ciclo migratorio caracterizado por el impacto de la pandemia, una nueva agenda europea y la salida fuera de su pa¨ªs de siete millones de refugiados de Ucrania (de los cuales, m¨¢s de 100.000 han llegado a Espa?a). Escriv¨¢, en su primera intervenci¨®n en el Congreso de los Diputados como ministro de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones, en el a?o 2020, enfatiz¨® la necesidad de una revisi¨®n estructural de los instrumentos de gobernanza migratoria, lo que abr¨ªa el interrogante sobre hasta qu¨¦ punto las pol¨ªticas en vigor eran suficientes para afrontar los retos de una nueva d¨¦cada de movilidad en Espa?a, en pleno cambio del escenario internacional. Las autoras del informe citado inciden en la necesidad de mejorar la cooperaci¨®n entre la Administraci¨®n central y las administraciones auton¨®micas y municipales (la Conferencia Sectorial de Inmigraci¨®n no se re¨²ne desde el a?o 2018) para dotar de eficacia a la pol¨ªtica migratoria general y para evitar que la inmigraci¨®n se convierta en un espacio permanente de confrontaci¨®n pol¨ªtica. Lo que har¨ªa el juego a la extrema derecha.
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