Prep¨¢rense para una decepci¨®n
El punto d¨¦bil fundamental de la posici¨®n occidental es la falta de acuerdo sobre el objetivo b¨¦lico en Ucrania. Lo pagaremos caro
?Qu¨¦ pasar¨¢ si perdemos? O m¨¢s bien, ?qu¨¦ pasar¨¢ si la guerra acaba con una resoluci¨®n que los ucranios y la mayor¨ªa de los occidentales consideramos insatisfactoria? La mayor¨ªa de las guerras no terminan con una victoria clara de uno de los bandos. Esta podr¨ªa ser una de ellas.
?ltimamente ha habido un cambio en las opiniones expresadas en las capitales europeas sobre el desenlace de la guerra. En estos momentos, ...
?Qu¨¦ pasar¨¢ si perdemos? O m¨¢s bien, ?qu¨¦ pasar¨¢ si la guerra acaba con una resoluci¨®n que los ucranios y la mayor¨ªa de los occidentales consideramos insatisfactoria? La mayor¨ªa de las guerras no terminan con una victoria clara de uno de los bandos. Esta podr¨ªa ser una de ellas.
?ltimamente ha habido un cambio en las opiniones expresadas en las capitales europeas sobre el desenlace de la guerra. En estos momentos, Washington, Berl¨ªn y Londres comparten la previsi¨®n de que el conflicto se prolongar¨¢ varios a?os. Ninguno de los contendientes tiene la superioridad necesaria en cuanto a soldados y equipo para infligir una derrota decisiva al otro.
Basta comparar esta valoraci¨®n con la euforia del a?o pasado. Recuerdo que un general estadounidense retirado afirmaba que Ucrania gozaba de un impulso irreversible. La verdad es que incluso los expertos militares saben menos de lo que creen. Jugar a predecir el resultado de la guerra no tiene sentido. Que acabe en tablas es, por supuesto, solo uno de los varios escenarios posibles. Pero no es descabellado.
La raz¨®n m¨¢s evidente por la que las expectativas occidentales han cambiado tanto es el fracaso generalizado a la hora de acordar objetivos b¨¦licos precisos. Yo conozco al menos cuatro. El objetivo m¨¢ximo es un cambio de r¨¦gimen. Cuando Gordon Brown escribe que debemos a los ucranios el poner a Vlad¨ªmir Putin ante un tribunal de cr¨ªmenes de guerra, est¨¢ pidiendo exactamente eso. ?C¨®mo si no podr¨ªamos llevar a Putin a La Haya? Est¨¢ claro que no vamos a secuestrarlo. Un tribunal de cr¨ªmenes de guerra exigir¨ªa un golpe de Estado en Mosc¨² y un nuevo Gobierno ruso dispuesto a extraditar a Putin. Algunos pol¨ªticos europeos est¨¢n de acuerdo con este objetivo. Olaf Scholz y Emmanuel Macron seguramente no.
El segundo, tambi¨¦n ambicioso, pero menos extremo, es expulsar a Rusia de todos los territorios ucranios ocupados, incluida Crimea, que se anexion¨® en 2014.
El tercer prop¨®sito, m¨¢s limitado, ser¨ªa volver a las fronteras del 23 de febrero de 2022, el d¨ªa antes de que Putin empezara la invasi¨®n del a?o pasado.
El canciller alem¨¢n Olaf Scholz ni siquiera se atreve a dar su apoyo a esto. Se limita a decir que Rusia no debe ganar. Con ello da a entender que est¨¢ dispuesto a conformarse con menos, y este es el objetivo n¨²mero cuatro: un compromiso turbio. Por ahora, la ambig¨¹edad es lo que mantiene unida a la alianza occidental. Pero la ambig¨¹edad tiene un precio terrible. Nos dividir¨¢ cuando se acerquen las fases finales de la guerra.
En vez de un objetivo unificado, tenemos l¨ªneas rojas. La m¨¢s roja de todas es que no queremos enfrentarnos directamente a Rusia. Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania no quieren enviar aviones de combate por esta raz¨®n. Los cazas van acompa?ados de personal de apoyo que tendr¨ªa que operar desde bases a¨¦reas ucranias. Esto situar¨ªa a Occidente un paso m¨¢s cerca del enfrentamiento militar directo con Rusia.
En segundo lugar, los europeos solo pueden mandar el equipamiento militar que tienen, menos el que necesitan. Y el que tienen es mucho menos del que las cifras oficiales dan a entender. Muchos pa¨ªses europeos, entre ellos Alemania, Italia y Espa?a, han escatimado en sus presupuestos de defensa. Una gran parte de los tanques Leopard 2 y de los aviones Eurofighter no funcionan. En vez de comprar piezas de repuesto, Alemania ha canibalizado el material que ten¨ªa arrancando piezas de unos tanques para reparar otros.
En tercer lugar, ning¨²n pa¨ªs europeo quiere que se considere que act¨²a solo, por temor a convertirse en objetivo de Rusia. Cuando Scholz accedi¨® por fin a mandar los Leopard 2 a Ucrania, le cost¨® conseguir que otros l¨ªderes europeos contribuyeran tambi¨¦n. En las capitales europeas se hicieron de antemano muchas declaraciones de buena voluntad sobre el env¨ªo de carros. Si acaso, Scholz actuar¨¢ en el futuro incluso con m¨¢s cautela que en el pasado.
Lo que tambi¨¦n est¨¢ empezando a ocurrir ahora es que el apoyo de la opini¨®n p¨²blica al suministro de armas a Ucrania se est¨¢ debilitando. En Alemania desde luego. Una encuesta reciente muestra que el 33% de los entrevistados se declara a favor de seguir apoyando militarmente a Ucrania, mientras que el 49% se opone a ello.
El entusiasmo por seguir ayudando a Ucrania es mayor en Estados Unidos, pero tambi¨¦n est¨¢ perdiendo fuerza. Una consulta realizada recientemente indica que el 48% de los estadounidenses son partidarios de la entrega de armas, frente a un 29% que se opone. En mayo de 2022, el porcentaje de estadounidenses que la apoyaban era del 60%. Los dem¨®cratas suelen estar m¨¢s a favor del apoyo militar y financiero a Ucrania, mientras que los republicanos tienden a oponerse. No debemos dar por sentado que la ayuda estadounidense a Ucrania sobreviva a la campa?a electoral de 2024.
Si Estados Unidos redujera su apoyo, tambi¨¦n lo har¨ªa Alemania. Las piezas de domin¨® caer¨ªan. Esta es la apuesta de Putin. Un conflicto largo es lo que m¨¢s le conviene.
Esta es mi hip¨®tesis de c¨®mo podr¨ªa terminar esta guerra. Se trata de un escenario, no de un pron¨®stico: la guerra de trincheras continuar¨¢ y la contraofensiva ucrania tendr¨¢ ¨¦xito, pero solo parcial. Un Occidente aquejado de d¨¦ficit de atenci¨®n acabar¨¢ por perder aguante porque la pol¨ªtica se entrometer¨¢. Aumentar¨¢ la presi¨®n para lograr un acuerdo de paz que garantice a Ucrania la independencia y la devoluci¨®n de la mayor parte de sus territorios, pero no de todos. Ucrania no se convertir¨¢ en miembro de la OTAN. La Uni¨®n Europea ayudar¨¢ a reconstruir el pa¨ªs y le ofrecer¨¢ una relaci¨®n estrecha, pero sin llegar a la integraci¨®n plena. Putin seguir¨¢ en el poder. No habr¨¢ tribunal de cr¨ªmenes de guerra. Se levantar¨¢n las sanciones, pero para entonces Rusia y China habr¨¢n formado una alianza estrat¨¦gica econ¨®mica y militar. Putin seguir¨¢ adelante con su siguiente proyecto: la anexi¨®n de Bielorrusia.
?Les parece una hip¨®tesis poco razonable? Si creen que no lo es, preg¨²ntense qu¨¦ consecuencias tendr¨¢ para Occidente, para la cohesi¨®n de la Uni¨®n Europea y para la alianza trasatl¨¢ntica.
Prep¨¢rense para una decepci¨®n.