El candidato Tamames contra Vox

Extraordinaria entrevista de Miguel Gonz¨¢lez a Ram¨®n Tamames en EL PA?S. Tamames es una de las grandes noticias del a?o. Y a¨²n peor: positivas. Que un hombre de 89 a?os acepte ser candidato a presidente del Gobierno, dar un discurso de moci¨®n de censura y ofrecer entrevistas en peri¨®dicos, televisiones y radios ¡ªsolventadas mal que bien, mejor que las habituales gansadas de portavoces oficiales y oficiosos¡ª es puro progreso, parad¨®jicamente. Por lo dem¨¢s, en unas pocas respuestas Tamames viene a decir y Vox ha asumido despu¨¦s que cualquier ¡°espa?ol independiente, de brillante trayectoria intelectual, s¨ªmbolo de la reconciliaci¨®n nacional¡±, como lo defini¨® Vox, lo es, primero, por ser contrario a los postulados de Vox.

Para encontrar a un candidato de su moci¨®n que reuniese esos requisitos, Vox ha tenido que decir: podemos renunciar a nuestros principios ideol¨®gicos si se trata de tumbar al Gobierno. Eso fue lo que dijo este martes Iv¨¢n Espinosa de los Monteros dando una vuelta m¨¢s larga: ¡°Lo rico de esta moci¨®n es demostrar que personas de ¨¢mbitos ideol¨®gicos muy diferentes, personas que creen cosas incluso contrarias, coinciden en el an¨¢lisis de la situaci¨®n: hay que procurar que este Gobierno se vaya cuanto antes¡±. Todas esas personas representadas en el Congreso, por lo dem¨¢s, no van a apoyar la moci¨®n. Y a¨²n mejor: la frase la pronunci¨® Espinosa de los Monteros despu¨¦s de presumir de no tener la costumbre de abrir EL PA?S; personas de ¨¢mbitos ideol¨®gicos muy diferentes, personas que creen cosas incluso contrarias, pueden coincidir en querer echar a un Gobierno, pero no en leer.

Tamames ha resumido la moci¨®n de censura con una frase ingenua, qui¨¦n sabe si lanzada deliberadamente: ¡°A m¨ª no me hagas la cr¨ªtica del partido, ?c¨®mo se llama?, Vox¡±, que est¨¢ a la altura de una charlotada que alguien pudo haber parado a tiempo si se entera de lo que mueve a Tamames a presentarse con Vox en el Parlamento, que es el ego. El ego es un monstruo tan apasionante que, con tal de que te apunten cuatro c¨¢maras, te vas de candidato de la extrema derecha para decir lo que sea, incluso que pasas ol¨ªmpicamente de la extrema derecha. Tamames no s¨®lo quiere hablar, como todo el mundo, sino que se le escuche, que ya es otra cosa. No atiende al consejo con el que empieza Todo ¨¦ silencio, de Manuel Rivas: ¡°A boca ¨¦ para calar¡±.

¡°Es una ocasi¨®n ¨²nica para hablar a los 47 millones y medio de espa?oles que no se puede dar en ninguna otra circunstancia¡±, le dice a Gonz¨¢lez cuando el periodista le pregunta por qu¨¦ encabeza la moci¨®n. Cuando se le pregunta si se hubiera presentado tambi¨¦n en una moci¨®n con Bildu o Esquerra, no dice que nunca habr¨ªa ido con ellos, sino que ellos nunca lo llamar¨ªan. De sentido del humor el candidato va plet¨®rico. Tamames a?ade despu¨¦s otra raz¨®n que le mueve: ¡°Yo echo una mano a la opini¨®n p¨²blica, que conozca el estado del pa¨ªs seg¨²n mis conocimientos y experiencia, no lo que me diga Vox, porque no le he dado audiencia en ese aspecto¡±. No le ha dado audiencia a Vox, pero al parecer la opini¨®n p¨²blica s¨ª se la ha dado a ¨¦l. ?Ha preguntado a la opini¨®n p¨²blica si le interesa cerrar el Congreso para regalarle una sesi¨®n en la que nos cuente el estado de Espa?a seg¨²n sus conocimientos y experiencia? ?Este hombre no sabe que para eso se inventaron los bares?