Feliz 9-M

Ayer, de entre todos los mensajes personales e institucionales que recib¨ª felicit¨¢ndome por el D¨ªa de la Mujer, incluidos algunos de los tipos y tipas m¨¢s machistas de mi agenda, hubo uno que me emocion¨® hasta arruinarme el r¨ªmel. ¡°?nimo, se?ora, siga peleando¡±, rezaba. Era de la mujer que me ordena la casa, y la vida, desde hace 20 a?os, que se emperra en llamarme de usted y se?ora, a pesar de que se lo tengo prohibid¨ªsimo y de que ella, mejor que nadie, conoce mis m¨¢s ¨ªntimas miserias a trav¨¦s de mis trapos sucios y las pastillas de mi mesilla de noche. Me conmovi¨® su recado porque, adem¨¢s de constatar que me tiene calada y me ve floja de remos, me puso en mi sitio. Ella, mucho m¨¢s que yo, sabe lo que es luchar en la vida. Estudiar lo justo para ponerse a trabajar y ayudar en casa. Salir de su pa¨ªs con lo puesto dejando all¨ª a sus padres enfermos. Llegar a Espa?a sin conocer el idioma con una direcci¨®n en el bolsillo y deslomarse desde el primer d¨ªa a quitarle la mugre a otros para poner en luz a los suyos. Darse a ella misma por amortizada y poner toda su energ¨ªa y su ilusi¨®n en sus hijos: una ni?a y un ni?o que ya empiezan a llevarle la contraria y a no querer volver al pa¨ªs de sus mayores ni de vacaciones.

Como ella, cada d¨ªa, legiones de mujeres extraordinarias sostienen con el suyo el trabajo de otras sin cosechar brillo ninguno. La m¨ªa no ha le¨ªdo a las feministas de ninguna ola ni tiene la palabra sororidad en su vocabulario, pero vive mis ¨¦xitos y fracasos como propios, me consuela cuando me intuye triste y siempre, siempre, me felicita los cumplea?os de mis hijas y los aniversarios de la muerte de mis padres. Ayer, no fue a ninguna manifestaci¨®n reivindicativa. Se visti¨® de punta en negro, se ondul¨® la melena azabache, se subray¨® los ojos con dos rabillos asim¨¦tricos y qued¨® con unas amigas a merendar y echarse unos bailes. Hoy, 9-M, cuando la oiga abrir la puerta de mi casa y poner la aspiradora a todo trapo mientras yo me emperifollo muerta de miedo para enfrentarme al mundo, le felicitar¨¦ el d¨ªa de la mujer con un abrazo porque para ella, como para todas, es todos los d¨ªas. Ni Montero ni Calvo ni Pam ni nadie. No conozco a otra m¨¢s feminista.